jueves, noviembre 02, 2006

Oaxaca: la ciudad es de nosotr@s

Fuera PFP y el asesino Ulises Ruíz de Oaxaca
Por: elpida (edit: jose) en: Oct 31, 2006 [19:45]

La PFP ocupó el zócalo pero no ocupó la cuidad. La ciudad sigue en nuestras manos. Las voces que se oyen son las de nosotr@s.


Caminando por la Panorámica del Fortín en la cuidad de Oaxaca, la vista y la acústica es excelente. De ahí puede una mirar gran parte de la cuidad y lo más importante la puede escuchar. Se oye la cuidad con todos sus ruidos, los vecinos que platican, las niñas que gritan, los coches que pasan. Los últimos días ves y oyes los helicópteros militares que pasan. El día de la ofensiva, el 29 del mes octubre, se veían las llamas de las barricadas cerca del tecnológico mientras la PFP mataba uno de los compañeros que estuvo ahí luchando hasta el final. También se veía la nube de humo y lacrimógenos que estaba cubriendo poco a poco toda la cuidad. Más tarde, cuando ya no se veía mucho, podrías escucharla. Y lo que se escuchaba eran los chiflidos de unos vecinos de barrios diferentes. Uno empezaba chiflando la tonada “ya cayó, ya cayó”, y el otro seguía contestando “Ulises ya cayó”.

Un día después de la ocupación del Zócalo por las fuerzas armadas de la Policía Federal Preventiva (PFP), el movimiento popular oaxaqueño decidió ocupar a tres cuadras más allá, la plaza de Santo Domingo. Y esta plaza no es el único lugar que tiene. La PFP ocupó el zócalo pero no ocupó la cuidad. La ciudad sigue en nuestras manos. Las voces que se oyen son las de nosotr@s.

En Santo Domingo es más difícil pasar muchas horas. Pues hay un sólo árbol y al mediodía el sol pega fuerte. A pesar de todo, ahora es ahí donde se reúne el pueblo de Oaxaca exigiendo además de la salida de Ulises Ruiz también la salida de la PFP de la cuidad.

Las señoras, amas de casa, trabajadoras, maestras ahora están en Santo Domingo discutiendo, levantando de nuevo sus plantones, desalojadas de su hogar de protesta, pero ahí siguen. El 1 y 2 de noviembre, días de los muertos, van llegando y pues ahí es donde están armando sus altares para honrar a sus muertas y a sus muertos caídos en las batallas contra priístas asesinos y en las últimas horas contra sus cómplices de la PFP.

Ahí están todos y todas y cada día más. Van recuperando sus lonas que los protegen del sol y la lluvia. Van de nuevo reacomodándose porque esta etapa de lucha apenas va empezando. Siguen así manifestándose con dignidad y creatividad, y al lado tienen sus únicas armas para defenderse en caso de otra represión: palos, piedras, resolteras y cohetes.

Ni los helicópteros, ni las armas de fuego – que dice no tener la PFP pero que de por sí las tiene y las usa – ni las ofensivas que realizó en contra de las barricadas en toda la cuidad lograron hacer que este pueblo calle. Todo lo contrario. El pueblo de Oaxaca no se calla, sigue decidido, la rabia supera el miedo y todos los días en las calles salen miles y miles de personas convencidas de que, de verás, Ulises ya se va.

El presidente de la república mexicana y el secretario de gobernación aclaran que trajeron la paz al estado de Oaxaca a través del diálogo. En un hoyo enorme de basura no cabrían estas declaraciones de mentiras que realizaron en las últimas 48 horas. Seguimos pues aprendiendo que no hay que confiar. Una vez más el gobierno y las clases políticas de este país trabajan juntos con el (ex)gobernador de Oaxaca reprimiendo un pueblo digno que lucha por una causa justa: la salida de Ulises Ruiz, así solo para empezar…

Hay dos ejércitos ahora actuando en Oaxaca.

Uno, el de los pocos, trae armas, recibe órdenes de los mandos altos de la gobernación, ocupa espacios que no le pertenecen, destruye, desaloja, detiene, encarcela y hasta mata si es preciso…

El otro, el de nosotr@s, es de l@s much@s, de l@s que resisten con resolteras, de l@s que no tienen intereses ni de poder ni de dinero, de l@s que salen a las calles exigiendo sus derechos, reinvidicando lo que de por sí es suyo, lo que de por sí es de nosotr@s, o sea, la calles, las plazas, los trabajos con justicia y libertad. Sobre todo, este ejército de mucha disciplina que no trae más armas que su propia voz, exige que se oiga la voz del pueblo que grita “lo quiera o no lo quiera, Ulises va pa fuera”. Y hay algo en el aire que se respira que nos está convenciendo. Sí, ahora sí, ya ganamos.

Traída de Indymedia

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