viernes, agosto 11, 2006

No lo puedo creer...

No lo puedo creer…

“Felipe Calderón, con “profunda satisfacción” por el escrutinio” en un evento social con la cúpula panista y un centenar de hoteleros en el Camino Real para festejar su triunfo en la elección presidencial, publica La Jornada.

¿Dónde vive este hombrecito que pretende gobernar a México? ¿Ésta es su actitud ante lo que está sucediendo en el país? ¿Son éstas sus capacidades políticas?

Después de titulares como:

“Cierran perredistas accesos de la Secretaría de Economía”. El Universal.
“Bloquean simpatizantes de AMLO oficinas del SAT”. El Universal.
“Oaxaca arde, un muerto en balacera durante manifestación de la APPO”. Milenio.
“Pierde Calderón 224 votos en BC; AMLO gana 365”. El Universal.
“Denuncian perredistas robo de boletas en Chihuahua”. El Universal.
“Denuncia PRD a Calderón por “fraude cibernético”. El Universal.
“El rescate bancario, asunto igual al fraude electoral”. Infodemex.
“Prohíben acceso de partidos a paquetes electorales”. El Universal.
“We don’t need no stinking recount”. The Guardian.
“Operación cuerno de chivo electoral en Tamaulipas”. Proceso.
“Lo relevante… es que se han constatado anomalías : académicos”. La Jornada.
“Continúan apareciendo irregularidades en el mini recuento”. Proceso.
“Persiste tendencia: Manipulación de paquetes y errores relevantes” Proceso.
“Paquetes violados, la constante; en Jalisco restan 1000 votos a Calderón”. La Jornada.
“Crecen las anomalías en los estados panistas”. La Jornada.
“Altísimo, el riesgo de la violencia: UNT”. La Jornada.

por nombrar algunos de cientos de noticias actuales, y eso en una prensa controlada, y después de tener un plantón que inicia en el Zócalo y termina en la Fuente de Petróleos, además de tener a millones que por todo el país gritan “voto por voto, casilla por casilla”; a Felipe Calderón lo que se le ocurre como movida política es festejar con la cúpula de su partido su “segura” declaración como presidente. Resulta que “fue un día de algarabía para la familia panista”. ¿Así van a resolver los profundos problemas de este país? ¿A base de comidas en restaurantes de lujo y de negar lo que está sucediendo con los mexicanos? Este centenar de inconscientes que asistieron al “festejo”, borran de un plumazo a millones de mexicanos y los reducen a una “ambición personal” mientras un loco tilda a AMLO de “loco”. A FECAL le duele que “las reservaciones hechas desde fuera para viajar a la ciudad de México hayan caído hasta en 80 por ciento en tan sólo una semana, poniendo en riesgo miles de empleos”, pero no le importan 40 millones en extrema pobreza sino los 100 hoteleros, porque lo de los miles de empleos le recuerdo que finalmente él ya los orientó “por más muros que nos pongan nos los brincamos”. Hasta los hoteleros invitados tendrían que estar preocupados si tienen dos dedos de frente, porque si sus hoteles están perdiendo ahora, imagínense lo que pueden perder con un idiota en la presidencia. A FECAL tampoco le quitaron el sueño los dos millones y fracción que pidieron democracia en el Zócalo de la ciudad provenientes de todo el país, él mejor se fue a Huatulco, ha de ser por eso de “ojos que no ven, corazón que no siente”. Una constante en la conducta de FECAL es negar lo que sucede y mejor írsela a pasar bien. ¿No puedo creer que este pelele pretenda ser presidente? Para el nefasto de Döring estuvieron en “un evento social” que significó la primera oportunidad para festejar con Calderón el resultado del 2 de julio. Es decir, están muy orgullosos de los resultados que están siendo impugnados por el Tribunal y del cochinero que está saliendo. Seguramente también festejan el apoyo que tienen de la población: ciento cincuenta personas convocados por la Coparmex, vestiditos de edecanes que se ocultaron durante media hora tras unas pancartas frente al WTC, cuando hoy en un solo acto de resistencia civil pacífica, de al menos un centenar en la República y el extranjero se presentan 3,000 personas que sin esconder la cara muestran su voluntad y su agravio ante los medios de comunicación corruptos.

Resulta que para la cúpula panista, AMLO, “sujeto que no fue tema… porque es cosa del pasado” según Doring (o sea que lo del plantón del Zócalo y Reforma es una alucinación, entonces no se de que se quejan), que lucha por la democracia de nuestro país en una asamblea permanente que lleva aproximadamente dos semanas en el plantón más grande de la historia, apoyado por millones de ciudadanos que lo aclaman presidente en todo el país y que diario se dirige al pueblo mexicano para que juntos hagamos valer los principios democráticos y rescatemos al país de la terrible desigualdad social, de la explotación y la miseria, es sólo un ambicioso de poder que no sabe perder. En cuanto a los millones de mexicanos,… ésos no existen. Donde Fox logre imponer a este sujeto en la presidencia no se va a sostener ni un año y va a llevar a México a la desestabilización. Ojo, oligarquía, porque ustedes la van a sufrir y van a perder lo más por lo menos. Ciegos por la soberbia y la rapacidad van a ser alcanzados por la realidad y ya ni la represión va a detener este movimiento democrático. Lo único que van a lograr es un derramamiento de sangre, la suya incluida, que les va a ser inútil a sus malignos fines porque muchos millones de mexicanos estamos dispuestos a luchar hasta el final para que nuestro país sea democrático y que nuestros hijos tengan una nación soberana en la que puedan trabajar y vivir con bienestar. Aquí ya no va a haber lugar para traidores.

Lo veo y no lo puedo creer… y pregunto: ¿Todavía ante esto, hay mexicanos, que no pertenezcan a la cúpula del poder, que crean que estos delincuentes retrasados mentales van a hacer algo por México que no sea llevarlo a la debacle económica, social y política?

No lo puedo creer…

La Jornada de Hoy

El movimiento por la dignidad ciudadana

El movimiento por la dignidad ciudadana
Gilberto López y Rivas


Por su firmeza, congruencia, imaginación, abnegación y capacidad organizativa, el movimiento popular contra el fraude y la imposición de un presidente espurio y en favor de los derechos democráticos ciudadanos rebasó a todos los actores políticos del país, incluyendo a los partidos de la izquierda institucionalizada y a la otra campaña. A más de un mes de las elecciones y con la certeza de un fraude electoral -orquestado y consumado desde las estructuras mismas del Instituto Federal Electoral (IFE), con la intervención especializada de las huestes de la dirigente magisterial Elba Esther Gordillo y sus avispados discípulos en Acción Nacional-, este movimiento no tiene visos de desgaste o mengua y, por el contrario, enfrenta con éxito, incluso entusiasmo, las estrategias gubernamentales, la satanización mediática, empresarial y eclesiástica, la intelectualidad sistémica, las agresiones, infiltraciones y provocaciones, los naturales desacuerdos internos e, incluso, las deslealtades y omisiones de uno que otro funcionario y representante popular electos de la coalición Por el Bien de Todos, para quienes la resistencia cívica es un estorbo en el futuro desempeño de sus importantes funciones públicas o tareas legislativas.

Con la sabiduría que otorgan la experiencia traumática de más de 70 años de régimen priísta, una transición democrática y reforma del Estado frustradas, una democracia tutelada por los grandes intereses corporativos y grupos delincuenciales, el movimiento popular no tiene la menor confianza en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Su resolución inicial, el recuento de 9.07 por ciento de las casillas de votación, expresa la rutinaria, burocrática y limitada interpretación de las leyes y la Constitución, en un país en donde magistrados y jueces adecuan el derecho y la administración de justicia a las necesidades y exigencias de los poderosos. Resultó grotesco escuchar al presidente magistrado del tribunal en su alocución final referirse al concepto jurídico de certeza, cuando las profusas pruebas de la defraudación, dolo, irregularidades, errores aritméticos y programas electrónicos arreglados a modo de los delincuentes electorales son de dominio público. La primera sesión del tribunal fue una lamentable demostración de la necesidad imperiosa de transformar a fondo todo el andamiaje jurídico de la República y la composición del Poder Judicial, con base en un cambio de rumbo con orientación popular en el sistema de hegemonía de la nación mexicana.

También, en los campamentos de la resistencia existe una justificada desconfianza en el conteo iniciado el miércoles pasado, dada la eventual manipulación previa de los paquetes por los funcionarios del IFE y la no descartada intervención de mapaches profesionales que cuadran cifras y sustituyen actas y documentos. La coalición, por su parte, aceptó participar bajo protesta en el nuevo conteo, en el entendido de que ahora sí no descuidarán ninguna de las casillas ni confiarán en las supuestas vocaciones democráticas e imparcialidad de los magistrados y jueces federales que dirigen y supervisan todo el proceso, ¡la iglesia en manos de Lutero!

Los medios de comunicación masiva, particularmente los televisivos, radiales y algunos de la prensa escrita han perdido toda legitimidad frente a millones de mexicanos. Como resultado, estos medios no sirven de mucho al poder establecido para las tareas de manipulación y deformación de la opinión pública. La histeria, simplificación y el maniqueísmo de locutores, conductores, editorialistas y, en suma, sicarios de la información, han producido un efecto inverso a sus pretensiones de ganar adeptos a la causa del orden, el estado de derecho y la lucha contra los violentos y renegados.

En el campo de la derecha las cosas no van bien. Su candidato no convence ni a sus propios seguidores y dirigentes partidarios, que en lugar de respaldarlo, prefieren irse de vacaciones, eso sí, de naturaleza muy recatada y religiosa. El bajo perfil político, intelectual y moral de quienes rodean a Calderón y sus conexiones directas con El Yunque y otros agrupamientos confesionales, así como los apoyos solícitos de las mafias sindicales, dan una idea de lo que sería el gobierno en caso de que se imponga el golpe de Estado técnico que pretenden consumar con el fraude y la presidencia espuria. Por ello, los grandes electores no descartan la posibilidad de la presidencia interina, cuyo titular sería nombrado por la mayoría cómplice de lo que queda del PRI y el PAN. Con el interinato consideran que se podría desactivar el movimiento popular, reagruparse, realizar las ansiadas reformas estructurales que Vicente Fox no pudo efectuar del todo y enfrentar una nueva elección de Estado en mejores condiciones de consenso y "gobernabilidad".

Muchos se preguntan acerca de lo que piensan los miembros de las fuerzas armadas en torno a la coyuntura política, que en un país como el nuestro son tema tabú y fuera del control y escrutinio de la sociedad y el Congreso de la Unión. Los transportes militares con civiles de indumentarias y apariencias de "estudiantes", "campesinos" y "tercera edad" son una demostración de que la sección segunda de la Secretaría de la Defensa Nacional recaba datos claves sobre el movimiento democrático popular, sin cuidar las formas de discreción que suponen sus labores de inteligencia. Ojalá que esta información no sea para otro baño de sangre como el que llevaron a cabo contra los movimientos populares del pasado, con su secuela de asesinados, desaparecidos, presos y torturados. Fortalecer el movimiento popular es clave para triunfar en esta lucha por el rescate de la nación y la dignidad ciudadana.

Carta a Felipe Calderón

del sendero de fecal:

EPIGMENIO IBARRA

Carta a Felipe Calderón


Aún no es demasiado tarde. Cruce usted el puente que su adversario, Andrés Manuel López Obrador, ha tendido. Le pido, le suplico, le exijo que por el bien de todos lo haga de inmediato. En sus manos está, porque el suyo en este momento es un voto de calidad, desmontar en parte las movilizaciones sociales que —más vale que no nos engañemos— no harán sino crecer y profundizarse. Si usted cree que ganó la elección presidencial nada pierde sumándose al reclamo de que se cuente voto por voto, casilla por casilla. Al contrario. Si la elección, pese a todo lo ocurrido en la campaña, algo que no debe ni olvidarse, ni perdonarse, se limpia y usted resulta a la postre el vencedor quizás podrá entonces hacer realidad esa demanda que este miércoles hizo enfático a sus correligionarios: “Necesito que me auxilien —decía usted— a construir una atmósfera de comprensión, de tolerancia, una atmósfera de conciliación que nos permita a los mexicanos salir adelante”. Si esto es lo que quiere; dé pues y antes que nadie el ejemplo, cruce ese puente, hágalo como un acto de humildad, valentía, dignidad y patriotismo. No se resigne a ocupar el triste lugar en la historia nacional que unos cuantos pillos le quieren asignar.

No se esconda, no se parapete detrás de una muralla de argumentos legales. No haga de la decisión del TEPJF un bunker. No se acomode, no se instale en un supuesto respeto a las instituciones después de los golpes demoledores que su partido y el Presidente de la República han dado a las mismas. Menos lo haga detrás de la trama de complicidades que, tejidas desde Los Pinos, pretenden hacer de usted una marioneta. No crea que los favores de la maestra son gratuitos y que no terminará siendo su rehén. Usted sabe muy bien que si pretende asumir la Presidencia envuelto en la sombra de la duda tendrá que gobernar, si puede, a punta de toletes y fusiles. Estoy seguro que ese no es el mandato que soñó, ni el México que quiere.

Tampoco se engañe. Seguro habrá un tropel de asesores y analistas que llegan hasta usted con encuestas de opinión, mediciones de popularidad, análisis de mercado que indican que son pocos y serán menos con el tiempo los que apoyan a López Obrador. Recuerde que para cambiar el mundo basta sólo un puñado de valientes y en los diez kilómetros que van de la Fuente de Petróleos al Zócalo hay ya muchas mujeres y hombres que resisten el asedio, la campaña de desprestigio que se ha montado en su contra y luchan —como antes lo hicieron hombres y mujeres del PAN— para defender la democracia.

No crea las mentiras de su propaganda. Tampoco se fíe de sus asesores de imagen que han de presentarle, rebosantes de optimismo, reportes de prensa que muestran el repudio de los líderes de opinión a las acciones de resistencia civil pacífica. Lo que sucede en Reforma y en el Zócalo no es ciertamente amable pero tiene una enorme trascendencia. El corazón del país, hablamos de control territorial, está ocupado por una fuerza civil pacífica que así, no queda de otra, presiona al poder e impacta la vida nacional y que ha demostrado tener la fuerza y la voluntad para sostener este embate. Algo así no puede ser obra de unos cuantos acarreados, de unos cuantos fanáticos.

Muchos en México nos sentimos profundamente agraviados por el comportamiento de su partido, de grupos empresariales, del gobierno federal antes, durante y después de las elecciones. Muchos sentimos que la voluntad popular expresada en las urnas no ha sido respetada y muchos, me temo, harán algo más que plantarse en el Zócalo, si el poder no cede ante su reclamo de justicia, porque de esto y no de otra cosa se trata señor Calderón: de un elemental reclamo de justicia. No es, insisto, fanatismo, ceguera, seducción de un caudillo; es cuestión de dignidad y con esto no se juega. La historia de América Latina muestra que muchos de los grandes movimientos sociales han surgido después de afrentas como ésta.

Pretenden convertirlo, señor Calderón, en heredero y salvaguarda de un régimen esclavo de su imagen pública. Fox y lo suyos abdicaron del poder frente a los medios. Vivían, viven aún embriagados por la popularidad, esa que se mide día a día, la que dura sólo unas horas, la que los vientos de esa dignidad ofendida barrerá muy pronto. ¿Destapará, para validarse, la cloaca del régimen foxista? ¿Podrá hacerlo? Ese poder, el que cree que habrá de recibir de manos de Fox, estará minado por dentro y por fuera pero no se trata sólo de eso, se trata del país; de la paz, de impedir, juntos, un terrible retroceso.

http://www.milenio.com/mexico/milenio/firma.asp?id=423058

Recounting Our Way to Democracy

Recounting Our Way to Democracy
By ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR

The New York Times
Op-Ed Contributor


NOT since 1910, when another controversial election sparked a revolution, has Mexico been so fraught with political tension.

The largest demonstrations in our history are daily proof that millions of Mexicans want a full accounting of last month’s presidential election. My opponent, Felipe Calderón, currently holds a razor-thin lead of 243,000 votes out of 41 million cast, but Mexicans are still waiting for a president to be declared.

Unfortunately, the electoral tribunal responsible for ratifying the election results thwarted the wishes of many Mexicans and refused to approve a nationwide recount. Instead, their narrow ruling last Saturday allows for ballot boxes in only about 9 percent of polling places to be opened and reviewed.

This is simply insufficient for a national election where the margin was less than one percentage point — and where the tribunal itself acknowledged evidence of arithmetic mistakes and fraud, noting that there were errors at nearly 12,000 polling stations in 26 states.

It’s worth reviewing the history of this election. For months, voters were subjected to a campaign of fear. President Vicente Fox, who backed Mr. Calderón, told Mexicans to change the rider, but not the horse — a clear rebuke to the social policies to help the poor and disenfranchised that were at the heart of my campaign. Business groups spent millions of dollars in television and radio advertising that warned of an economic crisis were I to win.

It’s my contention that government programs were directed toward key states in the hope of garnering votes for Mr. Calderón. The United Nations Development Program went so far as to warn that such actions could improperly influence voters. Where support for my coalition was strong, applicants for government assistance were reportedly required to surrender their voter registration cards, thereby leaving them disenfranchised.

And then came the election. Final pre-election polls showed my coalition in the lead or tied with Mr. Calderón’s National Action Party. I believe that on election day there was direct manipulation of votes and tally sheets. Irregularities were apparent in tens of thousands of tally sheets. Without a crystal-clear recount, Mexico will have a president who lacks the moral authority to govern.

Public opinion backs this diagnosis. Polls show that at least a third of Mexican voters believe the election was fraudulent and nearly half support a full recount.

And yet the electoral tribunal has ordered an inexplicably restrictive recount. This defies comprehension, for if tally sheet alterations were widespread, the outcome could change with a handful of votes per station.

Our tribunals — unlike those in the United States — have been traditionally subordinated to political power. Mexico has a history of corrupt elections where the will of the people has been subverted by the wealthy and powerful. Grievances have now accumulated in the national consciousness, and this time we are not walking away from the problem. The citizens gathered with me in peaceful protest in the Zócalo, the capital’s grand central plaza, speak loudly and clearly: Enough is enough.

In the spirit of Gandhi and the Rev. Dr. Martin Luther King Jr., we seek to make our voices heard. We lack millions for advertising to make our case. We can only communicate our demand to count all the votes by peaceful protest.

After all, our aim is to strengthen, not damage, Mexico’s institutions, to force them to adopt greater transparency. Mexico’s credibility in the world will only increase if we clarify the results of this election.

We need the goodwill and support of those in the international community with a personal, philosophical or commercial interest in Mexico to encourage it to do the right thing and allow a full recount that will show, once and for all, that democracy is alive and well in this republic.

Andrés Manuel López Obrador, the mayor of Mexico City from 2001 to 2005, was a candidate for president in 2006, representing a coalition led by his Party of the Democratic Revolution. This article was translated from the Spanish by Rogelio Ramírez de la O.

Argumentos falaces del TEPJF

Julio Boltvinik

Economia Moral/La Jornada


Argumentos falaces del TEPJF

Sobrevalora actas de casillas e ignora errores en boletas

La economía moral es convocada a existir como resistencia a la economía del "libre mercado": el alza del precio del pan puede equilibrar la oferta y la demanda de pan, pero no resuelve el hambre de la gente

El Tribunal Electoral del Poder Judicial Federal (TEPJF), estrechó su mirada para determinar que el recuento de votos fuese sólo en 9 por ciento de las casillas, mismo que dio inicio el miércoles 8 de agosto. Los primeros informes resaltan dos cosas: violaciones generalizadas en los distritos y en los paquetes electorales, y poco cambio neto en los resultados electorales. La Jornada destaca el primer aspecto a través de un panorama detallado de las violaciones en múltiples distritos. Cita a Claudia Sheinbaum: en 18 por ciento de los distritos involucrados, los sellos y cerraduras de las bodegas que resguardan la paquetería electoral habían sido violados y, como resultado del recuento, en 60 por ciento de las casillas hay cambios en las cifras, aunque ella no ofreció tendencias generales. Se reportan asimismo innumerables violaciones a los paquetes electorales y muchos paquetes con documentación incompleta. Ante la evidencia, Ricardo Monreal resaltó que hubo dos fraudes: uno el 2 de julio y otro entre el 10 y el 14 de julio, cuando el Instituto Federal Electoral (IFE) abrió ilegalmente paquetes en varios distritos electorales. En cambio, Reforma destaca en primera plana la supuestamente escasa variación en los resultados y relega a una página interior las referencias a las irregularidades que son presentadas para muy pocos casos.

La resolución del tribunal, al final, sintetiza en nueve puntos su análisis y conclusiones. En los puntos 1 y 2 el TEPJF se suma a la defensa casi cursi que los medios y el IFE han hecho de los ciudadanos que se "levantaron temprano el 2 de julio" y fungieron como funcionarios de casilla:

"En razón del mecanismo y procedimiento establecido y consagrado legalmente para que la recepción de la votación y el escrutinio y cómputo relativo se ejecute por ciudadanos insaculados al azar, las actas en que se hace constar el resultado de la votación de cada casilla, cuando todos los datos asentados son coincidentes y se satisface la totalidad de las formalidades esenciales, adquieren valor probatorio pleno en tal sentido. Esto es, se constituyen en el documento idóneo y definitivo que refleja la expresión de la ciudadanía a través del sufragio."

En este párrafo del TEPJF hay una inconsistencia lógica, una conceptual y una tercera empírica. Se violan las reglas de la lógica al derivar de la elección al azar la imparcialidad y perfección de los funcionarios de casilla así elegidos. El TEPJF reconoce que las personas seleccionadas por insaculación pertenecen, todas, a la sección electoral en cuestión. Los resultados conocidos de la elección muestran agudos contrastes regionales en la inclinación política de los ciudadanos. En Guanajuato es abrumadora la mayoría panista (59 por ciento de los votos, según el conteo distrital). En el distrito 05 de León, 70 por ciento de los votos fueron para Felipe Calderón (FC) y sólo 8 por ciento para López Obrador. El histograma de las frecuencias del número de votos para FC y AMLO en Guanajuato muestra que mientras la moda (la frecuencia más alta) de los votos para AMLO ronda los 50 votos por casilla, la de FC se acerca a 200 y que el máximo de votos por el primero llega a 600, mientras del segundo no rebasa 150. Por tanto, es evidente que, incluso si realmente se seleccionaran al azar los funcionarios de casilla (véase adelante por qué no es así), la probabilidad de que los cuatro funcionarios (presidente, secretario y dos escrutadores) resultasen panistas en Guanajuato es muy alta, y lo es aún más que tres o más lo sean.

Pero además, siguiendo con el análisis de la primera inconsistencia, no es jurídicamente verdadero que los funcionarios de casilla sean elegidos al azar. El artículo 193 del Cofipe (Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales) establece una primera selección al azar de 10 por ciento de la población de la sección, basada en el mes de nacimiento, para efectos de capacitación, terminada la cual se establece un filtro distinto al azar (inciso d, de la fracción 1 del mismo artículo): "Las juntas harán una evaluación objetiva para seleccionar (entre los que hayan asistido a los cursos de capacitación)... a los que resulten aptos en términos de este Código, prefiriendo a los de mayor escolaridad". Este sesgo actúa a favor del PAN, que tiene sus más altas preferencias entre la población de mayor escolaridad. La insaculación posterior consiste en sortear una letra del alfabeto (inciso e) con la que las juntas distritales hacen una relación de ciudadanos a partir de la cual los consejos distritales insaculan, finalmente (inciso f), a los ciudadanos que integran las mesas directivas de las casillas. Hay tres insaculaciones, pero un filtro decisivo. Mas esto no es todo, ya que seleccionados los cuatro funcionarios de casilla, el inciso g) estipula que "las juntas distritales (nótese que ya no son los consejos distritales supuestamente ciudadanizados, sino las juntas distritales formadas por la burocracia de carrera del IFE) determinarán según su escolaridad las funciones que cada uno desempeñará en la casilla".

No es verdad legal, por tanto, que los funcionarios se elijan al azar. Además de la lógica de probabilidades analizada antes, que indica que las mesas directivas de casillas de secciones panistas serán muy probablemente panistas, al final de cuentas la relación a partir de la cual se seleccionan en la segunda insaculación los funcionarios de casilla la llevan a cabo las juntas distritales, que son burócratas de carrera con una alta inclinación, en búsqueda de sus propios intereses, a seguir la línea que se les defina desde el Consejo General del IFE, el cual, sabemos por su origen y conducta, está muy sesgado a favor del PAN.

La segunda inconsistencia , conceptual, niega la posibilidad lógica que los datos de estas actas, cuyos datos identifiqué en la entrega anterior de Economía Moral (04/8/06) como el nivel 3 de los datos o "realidades" del proceso electoral, al que llamé, siguiendo a Díaz-Polanco, interpretativo, sean distintas a uno o a los dos niveles anteriores de datos: al nivel 2, ontológico plasmado, que son las boletas que se encuentran en el paquete electoral, y al nivel 1, ontológico o expresión de la voluntad de los votantes. Según señalé en tal entrega, los datos de las actas pueden reflejar error o dolo al hacer el escrutinio o el llenado del acta, y puede haber falsificación y sustitución de actas. Salvo que se cuenten los votos no hay manera de estar seguros de la identidad entre el nivel 2 y el 3. Aparte está el hecho de que las boletas no tienen por qué reflejar la voluntad ciudadana (nivel 1), por los errores y trampas que puede haber entre ambos (embarazo o legrado de urnas).

La inconsistencia empírica está dada porque una proporción significativa de los funcionarios de casilla fueron sustituidos, con procedimientos distintos al azar y a última hora, aunque hay datos contradictorios al respecto.

El TEPJF prosigue señalando (punto 3) que "el recuento de los votos de cada casilla que se realice por autoridades distintas a su mesa directiva (específicamente en los consejos distritales) debe ajustarse a los supuestos previstos por el artículo 247 "del Cofipe" y aclara (punto 4) las dos funciones de los consejos distritales: concentrar y sumar los resultados de las casillas y depurar los posibles errores o inconsistencias de los resultados". Enseguida en el punto 5 muestra una cara contundente y otra reduccionista:

"En el ejercicio de esa función depuradora, cuando al verificar los resultados asentados en las actas, los consejos distritales adviertan errores o inconsistencias en los rubros relativos a votos, aunque sólo sea de un voto y no sea determinante para el resultado consignado en el acta de la casilla, los consejos distritales están obligados, de oficio, a llevar a cabo el recuento de la votación en nuevo escrutinio y cómputo, pues el supuesto encuadra en la hipótesis de "error evidente" en las actas, establecido en el artículo 247, inciso c), del Cofipe..."

Es contundente, y con ello hace una severa crítica al IFE, que ordenó a los consejos distritales (los que obedecieron la instrucción) que en los conteos distritales se evitara a toda costa recontar votos. Es reduccionista, e ilegal, al reducir los "errores evidentes" a los "rubros relativos a votos", ya que el inciso c) del artículo 247 dice: "Cuando existan errores evidentes en las actas, el consejo distrital podrá acordar realizar nuevamente el escrutinio y cómputo". Con ello se excluyen los errores evidentes asociados a la contabilidad de boletas, respecto de los cuales la colación Por el Bien de Todos ha demostrado que están presentes en 70 mil casillas y que son indicios muy importantes de la posible alteración de los votos. En efecto, en el punto 6 de sus conclusiones, el TEPJF especifica que los errores en boletas incidentes, etcétera, "el nuevo escrutinio y cómputo sólo sería procedente cuando lo solicitara algún miembro del consejo distrital o por instancia de algún partido político o coalición a través de su representante". Es decir, en estos casos deja de ser de oficio y se convierte en una tarea que sólo se lleva a cabo si hay querella adecuada en el momento adecuado.

No encuentro fundamento legal para esta distinción que se convirtió en central en este caso, ya que si los "errores evidentes" en la cuenta de boletas obligasen también de oficio al recuento, el TEPJF se hubiese visto obligado a ordenar el recuento en 70 mil casillas. ¿El carácter de última instancia del TEPJF en el cómputo de la elección presidencial le autoriza a violar la ley que es lo mismo que interpretarla a su antojo? ¿No es obvio que si la suma de votos totales y boletas sobrantes es mayor que la de boletas recibidas hay un fuerte indicio de la posible sobrestimación de los votos de uno o más candidatos? Con base en testimonios de reporteros y de consejeros distritales he entendido que el procedimiento que se siguió para el cómputo distrital fue el de cantar los votos emitidos por candidato, los nulos y los de candidatos no registrados y, a partir de estos únicos datos, se dio por buena el acta si no había objeciones o se decidía volver a contar los resultados. Esto es consistente con el hecho de que en los resultados del conteo distrital no se incluyen los datos de boletas, a diferencia del PREP donde sí se incluyen. Esto significa que un representante de partido sólo podría haber planteado que se volviesen a contar los votos y boletas de una casilla con base en errores evidentes de boletas, que no se cantan, si tiene a la vista copia del acta de casilla y es capaz de hacer las cuentas de consistencia de boletas muy rápidamente, o llega al conteo con las cuentas hechas, lo cual es muy difícil a 60 horas de concluida la votación.

Cuando el TEPJF ordena que se recuente una casilla que, de oficio, por errores evidentes en los datos referidos a votos, debió haberse vuelto a contar en el conteo distrital pero no se hizo, está supliendo las deficiencias del IFE, pero al negarse a hacer lo mismo cuando los errores evidentes son en boletas, arguyendo que requieren la querella, aparte de la trampa interpretativa, se está negando a aplicar el principio jurídico universal de la suplencia de la queja, estipulado en el artículo 23 de la Ley General del Sistema de Impugnación en Materia Electoral.

En los puntos 6 a 9 el TEPJF arguye que, de acuerdo con esta ley, la "elección presidencial es impugnable a través del juicio de inconformidad, sólo distrito por distrito...", lo que lo lleva a resolver que es improcedente una pretensión generalizada de recuento de votación de todas las casillas... si no se impugnan todos los distritos y se cuestionan (todas) las casillas".

jbolt@colmex.mx

El cochinero

El Cochinero

Luis Javier Garrido

en La Jornada

La pretensión de Vicente Fox de imponer en 2006 en la silla presidencial a su sucesor, utilizando de manera ilegal toda la fuerza del Estado y pretendiendo hacer creer que el proceso electoral era democrático, fracasó estrepitosamente desde mucho antes de que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación empezara actuar a todas luces bajo la consigna de convalidar el fraude.

1. El anuncio del tribunal de que se negaría a hacer un recuento "voto por voto" de la elección presidencial, a pesar de las evidencias de fraude, anunciando, para cubrir las formas, que en su lugar se abrirían 11 mil 839 casillas (9.07 por ciento de las 130 mil 477 instaladas), constituye una decisión política y no jurídica, y no hace sino agravar la crisis en la que se halla inmerso el país. Los magistrados de la sala superior tenían conforme al marco legal vigente facultades para hacerlo, y su sumisión al gobierno foxista, anteponiendo las exigencias de los extremistas de derecha que se han apoderado del aparato estatal a los intereses de la República, constituye un hecho de vergüenza que deteriora aún más la vida institucional de México.

2. Es una decisión política, como ya se sabía que sería, no jurídica, pues en pleno uso de sus facultades, con base en el Cofipe y en la ley de medios el tribunal pudo asumir un papel histórico dadas las evidencias descomunales del fraude que ahora se reconfirman al abrir el conteo parcial y constatar los operativos para falsificar resultados y violar urnas, que quieren culminar la que fue desde sus preparativos una elección de Estado con un fraude contra López Obrador y el pueblo de México. No en balde el IFE impidió en las sesiones de cómputo del miércoles 5 que conforme a la ley se abrieran los paquetes electorales impugnados, y desde entonces quién sabe cuántos paquetes falsificaron Ugalde y sus amigos.

3. Los analistas que dicen "confiar plenamente" en el TEPJF y en "las instituciones del Estado" no manifiestan más que una soberana tontería. En un régimen económico y político como el que se instauró en México desde 1982, del cual el gobierno foxista es un eslabón, las instituciones jurídicas expresan decisiones del poder tomadas con criterios políticos. Y para eso fue creado el tribunal: para dar cobertura seudo jurídica a las decisiones políticas que se toman conforme a relaciones de poder.

4. Los magistrados de la sala superior, designados en 1996 entre oscuros abogados conservadores para hacer valer los intereses del régimen, podían haberse rebelado a los mecanismos de control con los que se les ha sujetado desde Los Pinos, y recordando que el Poder Judicial es presuntamente autónomo haber fallado conforme al derecho y a la razón. Aún están a tiempo de rectificar aunque se ve difícil, pues requerirían dejarse de simulaciones y tener respeto por la legalidad constitucional del país, pero, sobre todo, dignidad y patriotismo.

5. En este escenario debería pesar a los señores magistrados que el fraude cometido por la ultraderecha tiene como finalidad llevar a Los Pinos a Calderón, quien durante su fugaz paso por la Secretaría de Energía no sólo cometió presuntos gravísimos ilícitos de tráfico de influencias, con su cómplice y ahora vocero César Nava (entonces oficial mayor de Pemex) y en beneficio de su cuñado, Diego Hildebrando Zavala, sino que los hechos lo están evidenciando como un delincuente electoral.

6. El escenario que vive México es inédito, y muchos no lo entienden porque viven aferrados a conceptos y prácticas del pasado. Lo que está en juego tras el fraude es el destino de todos para las décadas por venir, pero hay mucho de distinto a otros momentos de nuestra historia reciente, que algunos ya advertieron. En más de medio siglo el país no había tenido un dirigente político tan comprometido con sus ideas ni tan lúcido para entender la realidad como López Obrador, ni sectores tan significativos del pueblo que al luchar con él por la democracia como ahora, están defendiendo la integridad de la República con un objetivo muy claro. Como ha subrayado López Obrador, el país tiene que decidir ahora si avanza por la vía de la democracia o se hunde en la pendiente de la simulación.

7. La apuesta de Fox y de la ultraderecha mexicana, atrás de la cual se hallan unidos salinistas y yunquistas, en el sentido de que en esta ocasión, como en el pasado, la resistencia se doblegaría con el tiempo, los dirigentes del movimiento se dividirían y los medios lograrían con sus campañas de mentiras acallar la verdad, está fracasando. El movimiento en vez de disminuir crece, en tanto que los autores del fraude, desde Salinas y Fox hasta Ugalde, Abascal y Gordillo, o Ramón Muñoz y Manuel Espino, carecen de una respuesta política, al igual que su cada vez más insignificante candidato: un Felipe Calderón, de espaldas a la realidad, que no balbucea desde su escondrijo más que una propuesta para legitimarse si se le deja usurpar el poder, intentando la réplica de lo que hizo Salinas en 1988, como si nada hubiese cambiado en México: cooptando a dos o tres tránsfugas de la oposición, proponiendo negociar una reforma electoral y haciendo llamados a "la unidad nacional".

8. La preocupación por lo que acontece, que se manifiesta en los sectores medios, en la Iglesia, en las fuerzas armadas y en un amplio sector de empresarios, algunos de los cuales están arrepentidos de haber secundado a Fox en su absurda empresa de imponer el fraude, es patente, pues a pocas semanas de la elección ha quedado claro que el único que ha tenido una propuesta para sacar adelante al país y un consenso social es López Obrador y que, al contrario de lo que dice la "propaganda negra", Calderón sólo llevaría a profundizar la crisis económica y a un desastre social, pues el respaldo popular que tiene es nulo.

9. La resistencia civil que crece con convicción, pero también con la dignidad y la madurez de un pueblo ultrajado al que se quiere pisotear una vez más, entraña una actitud moral, pues es por el bien de todos y del país. La carta de López Obrador sobre ésta, dirigida a los mexicanos, en particular a los molestos por las movilizaciones (La Jornada, 9/8/06), recuerda por eso cuáles son sus razones y concluye que para muchos mexicanos la democracia es "un asunto de sobrevivencia".

10. El país tiene una salida política y jurídica, y puede venir si el tribunal, en vista del cochinero evidenciado en el nuevo conteo parcial, ordena un conteo "voto por voto" o anula parcialmente los resultados falsificados que pretenden imponer a Calderón, quien perdió la elección presidencial. Pero si los magistrados, de espaldas a la razón y a la ley, insisten en anteponer los privilegios de unos cuantos grupos oligárquicos sobre los derechos de la nación llevarán al país a una crisis mayor.