jueves, agosto 17, 2006

Chachalacas o tecolotes venenosos

Chachalacas o tecolotes venenosos
Sique



Hay animales venenosos que pueden ser chachalacas o tecolotes según les manden sus amos.

Son chachalacas cuando gritan porque las empresas del perímetro de Reforma “reportan” que en 15 días del plantón por la democracia se han perdido 3,840 millones de pesos y 809 empleos. Pero se convierten en tecolotes, nomás miran, ante la deuda de todos los mexicanos, que víctimas del Fobaproa, debemos 150,000 MILLONES DE DÓLARES; se han mantenido tecolotes ante el abandono de millones de mexicanos en extrema pobreza y ante quienes han perdido todo lo poco que tenían en las zonas afectadas por las inundaciones. Y tecolotes continúan ante la pérdida de alrededor de 200 empleos diarios en este sexenio sin contar los que no se crearon.

Pero se vuelven otra vez gritonas chachalacas por lo que consideran un “secuestro” de la avenida Reforma pero se transforman en tecolotes ante el secuestro del país entero perpetrado desde hace años por la oligarquía mexicana. Gritan disparates ante la injusticia de que los automóviles tengan que utilizar vías alternas pero nuevamente se tornan tecolotes ante las injusticias de Atenco, Pasta de Conchos, Sicartsa y la situación de Oaxaca. Y chachalacas otra vez exigiendo y justificando la represión y las tanquetas ante movimientos pacíficos de resistencia civil.

Estos animales tienen un micrófono y dirigen a los mexicanos un discurso absurdo de mentiras para confundirlos y no dejarlos pensar. Algunos de ellos son: Joaquín López Dóriga, Javier Alatorre, Carlos Loret de Mola, Víctor Trujillo, Adela Micha, Denise Maerker, Denise Dresser, Carlos Marín, Cyro Gómez Leyva, Eduardo Ruiz Healy, Pedro Ferriz de Con, David Páramo y uno de los más despreciables Oscar Mario Beteta, entre muchos otros. No olvidemos esos nombres, son venenosos y han emponzoñado a muchos mexicanos, no dejemos que nos piquen, alejémonos de ellos. Hay que alertar a la gente.

Si no es desde la Presidencia, sera desde la Convencion Nacional Democratica

Si no es desde la Presidencia, sera desde la Convencion Nacional Democratica
Sique

Ya no es cuestión de la Presidencia de la República, porque sabemos que hay una alta probabilidad de que esa institución vuelva a ultrajarse con la representación de un pelele de la oligarquía. El asunto es que haya una transformación de nuestro país para luchar contra la desigualdad social, evitar la privatización del patrimonio del pueblo y combatir la corrupción. Muchos millones de mexicanos están conscientes de que si eso no se puede lograr a partir de la presidencia con Andrés Manuel López Obrador, como lo quiso la mayoría, entonces tendrá que hacerlo el pueblo mismo, supremo poder de la nación, con él como dirigente. Es decir, de una manera u otra como lo dijo AMLO, vamos a transformar al país. Los mexicanos hemos ganado ya, porque la crisis política en la que nos encontramos ha dejado claro cuales son las intenciones de una y otra parte. La derecha, vía gubernamental, pretende continuar el manejo gerencial del país para que unos cuantos se sigan enriqueciendo mientras el pueblo va siendo cada vez más pobre y reprimir a los ciudadanos que se opongan. Por otra parte, se ha confirmado que Andrés Manuel López Obrador no quiere la presidencia por el poder sino para construir un México democrático y soberano que luche contra la desigualdad social y salga adelante, y ahora, si los magistrados no están a la altura del proceso histórico, esto de todas formas se llevará a cabo vía la CONVENCIÓN NACIONAL DEMOCRÁTICA, un espacio político en la que todos los que quieran podremos tener voz y voto en las decisiones que afectan a nuestro país. Ahora depende de nuestra capacidad organizativa, de nuestra inteligencia, de no caer en la provocación, de la solidez de nuestros principios, de nuestro amor a la nación y de nuestra firme decisión de luchar por un México con justicia, verdad, libertad y democracia, un escenario mejor para nuestros hijos. Vamos de gane. Sonríe, ya ganamos.

Golpe de Estado ex ante


Golpe de Estado ex ante
Octavio Rodríguez Araujo

Me voy a permitir usar, con perdón de Gunnar Myrdal (si estuviera vivo), dos expresiones del campo de la economía para clasificar los dos tipos de golpe de Estado posibles en nuestros tiempos. Las expresiones de Myrdal son ex ante y ex post. La primera quiere decir "de antemano" y la segunda se refiere al presente o a algo ya realizado. Mi uso de estas expresiones es por analogía y no tiene nada que ver con el que le dan los economistas.

De lo anterior planteo que hay golpes de Estado ex ante y ex post. No debe olvidarse que, por definición, los golpes de Estado sólo se llevan a cabo desde los órganos del mismo Estado, independientemente de que sean auspiciados desde el exterior (por fuerzas extranjeras) o desde el interior (por fuerzas internas). Los más comunes a lo largo de la historia han sido los ex post, es decir, los que se realizan en contra de un poder instituido en curso, por ejemplo contra Salvador Allende en Chile o, más recientemente (2002), contra Hugo Chávez en Venezuela, aunque en este caso no resultara y fuera revertido. Los golpes de Estado ex ante se preparan antes de que un nuevo gobierno se instale y se llevan a cabo evitando que un opositor al régimen gane la elección. En el primer caso es necesaria una división previa del ejército para que una facción domine sobre la otra y sea posible otro gobierno de orientación distinta apoyado en las bayonetas o directamente en manos militares. En el segundo caso los militares permanecen al margen y el golpe se lleva a cabo impidiendo, a cualquier costo, que un opositor gane y rompa con su gobierno la continuidad del que está en curso y de las fuerzas que lo apoyan por diversas razones.

El modelo de los golpes de Estado ex ante es el que me interesa desarrollar en esta entrega. Se trata de aquellas acciones, desde los órganos del mismo Estado, que tienden a evitar que un partido o un candidato ocupe la jefatura del gobierno de un país, de preferencia sin derramamiento de sangre y con base en un uso a conveniencia de las leyes existentes y trucando las elecciones mediante diversos métodos cada vez más sofisticados.

Un ejemplo mexicano de golpe de Estado ex ante fue el de 1988. Dado que la ley electoral en aquellos momentos no impedía la formación de un frente electoral de varios partidos en apoyo a un candidato, no se pudo impedir que Cuauhtémoc Cárdenas fuera el contendiente principal a derrotar. Cuando el gobierno de Miguel de la Madrid se percató de que el michoacano estaba ganando, optó por desconectar el sistema de cómputo e inventar sus propias cifras para dar el triunfo a un continuador de las políticas neoliberales en curso: Carlos Salinas de Gortari. Quizá -porque no tengo forma de demostrarlo- Colosio fue asesinado por lo mismo: porque a pesar de haber sido el candidato del PRI su proyecto no coincidía puntualmente con el del gobernante espurio producto del golpe de Estado ex ante, burdo por añadidura. El cuerpo del delito (los votos) fue primero resguardado por el ejército bajo las órdenes del presidente, y luego quemado para evitar cualquier comprobación en sentido contrario a los "resultados electorales oficiales".

Los votos de aquella elección nunca pudieron contarse, por lo que muchos mexicanos nos quedamos con la certidumbre de que nuestra voluntad había sido burlada y, por supuesto, cubierta con la legalidad del poder. Salinas fue ilegítimo, pero se intentó a toda costa que fuera legal, gracias a que las leyes no sólo están hechas para beneficio de quienes tienen el poder, sino que sus intérpretes son parte del mismo poder y, desde luego, corruptibles.

Recientemente tuvimos dos ejemplos más de golpe de Estado ex ante, pero en Estados Unidos. George W. Bush, con la complicidad de su hermano Jeb (gobernador de Florida), del ex alcalde de Miami, Xavier Suarez, experto en fraudes electorales, y del Tribunal Supremo (Suprema Corte), presidido por William Rehnquist (el mismo que le tomó la protesta a Bush), ganó a Al Gore en 2000 trampeando la base de datos del sistema de cómputo en Florida. Casi lo mismo se hizo en 2004, pero en Ohio, contra John Kerry.

Lo que hemos visto, leído y analizado en México, desde el famoso desafuero hasta las decisiones del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), embona perfectamente en la caracterización de un golpe de Estado ex ante. El poder del Estado y el uso conveniente de la legislación ha tratado de impedir, a toda costa (y costo), que López Obrador sea presidente del país. El Presidente de la República, la mayoría aplastante y mecánica del PRI y del PAN en el Congreso de la Unión (principalmente en la Cámara de Diputados), el supuesto órgano autónomo conocido como Instituto Federal Electoral y el Poder Judicial (incluido el TEPJF), todos unidos con las fuerzas oligárquicas del capital y de la Iglesia católica, han llevado a cabo un golpe de Estado ex ante para evitar que se rompa con la continuidad neoliberal inaugurada en 1982 y que se afecte a los beneficiarios principales de estos gobiernos.

¿Pruebas? Aparte de todas las que ya se han exhibido, con una basta y sobra: todos los mencionados en el párrafo anterior, más Felipe Calderón y asociados, se han opuesto a que se cuenten los votos en su totalidad. Si se supieran vencedores hubieran sido los primeros en pedir que se contaran. El golpe de Estado de ahora es menos burdo que el de 1988. Aun así, ¿lo aceptaremos? Yo no. La consigna "voto por voto" sigue vigente.

Calcular, luego, mover.

Calcular, luego, mover.
Seb Tal


Después de ver los videos de la represión en San Lázaro espero que los organizadores de esa humillante resistencia civil pacífica hayan aprendido la dolorosa lección.

Lamento mucho la ingenuidad de la resistencia, digo ingenuidad por decir menos. El plantón de San Lázaro estuvo pésimamente planeado y hubiera requerido de muchísimas personas más para impedir que un número reducido de granaderos acábara con esa magnífica oportunidad.

En el video de la DGT-SSP:

http://www.youtube.com/watch?v=dfm50fV4SUg

....se ve claramente como de diez a veinte personas le quieren hacer frente a empujones a una valla de cien granaderos con toletes y escudos, según avanza la acción estos se convierten en ciento cincuenta mientras otros corren a desarmar las carpas instaladas y que aparecen abandonadas, lo cual logran en veinticinco segundos. Los numerosos granaderos repliegan a los de la coalición con bastantes esfuerzos lo que nos habla de la pasión y gallardía de la resistencia. Sin embargo, ademas de valentía se necesitan otras cosas. Al acercarse la grúa se ve a varios saltar a la grúa para impedir que enganche al de redilas. Estos son retirados a rastras. Estoy seguro de que si se hubiera tenido el número suficiente jamás los hubieran podido replegar. Los granaderos tendrían que haber sido rodeados con cinco mil personas al grito de ¡voto x voto! y ¡casilla por casilla! hasta estallarles los timpanos. Seguro hubieran sido dominados pues nuestra fuerza es la consigna constante de la razón. Si ellos van a poner doscientos policías nosotros tenemos que estar pensando en veinte mil demócratas. Los tenemos, y esa es nuestra fuerza.

Y bueno, cuando sucede algo así, ya saben que me sale lo preguntón.

¿Qué estaban pensando? ¿Dónde está la movilización? Quién tomó la decisión? ¿Nunca vieron como los policías avanzaban y se cerraban sobre ellos? ¿Dónde estaba la respuesta imaginativa y pensante de la resistencia civil pacífica? ¿Por qué desperdiciar una acción así? ¿Por qué no se sentaron? ¿Por qué se dejaron rodear y finalmente que los acorralarán contra el camión? ¿Por qué no se distrajo a los granaderos con un grupo de baile con un equipo de sonido tocando el rap de Vuelve a Contar a mil decibeles o cien payasos y mimos con un ejército de doscientos niños haciendo un concurso de pintura en la explanada de San Lázaro. ¿Me quieren decir que por muy diputados que sean, doce, a lo sumo veinte, pretendían oponerse a doscientos PFPs? ¿O me quieren decir que nunca se imaginaron que podían ser desalojados? ¿Pensaban que la charola de diputados los iba a proteger? ¿En que país creen que viven? ¿A quién se le ocurrió? ¿Quién dirigía la operación? ¿No se han dado cuenta de a quien nos enfrentamos?

Ahora tenemos vallas enormes rodeando San Lázaro y tanquetas de agua esperándonos. No digo que no hubieran estado ahí en el futuro pero ese plantón era ideal para acomodar piezas importantes del movimiento en el terreno del acto del 1ero de septiembre.

En un simple ajedrez, juego muy popular en los campamentos, antes de mover una pieza, uno piensa cuales pueden ser las variaciones movimientos defensivos del oponente. Si se mueve una pieza de Madero para colocarse en San Lázaro, esta tiene que acompañarse de la protección de otras piezas. La única razón por la que los panistas no han osado retirarnos de Reforma es porque nos defienden la reina, el alfil y un par de caballos.

Antes del uso de la fuerza por parte de los granaderos se observa a varios legisladores riendo. ¿Nervios? ¿Distracción? no lo sé. Solo estoy seguro de que falto concentración, en todos los sentidos. Perdimos un alfil en un avance descuidado a una casilla custodiada por la torre.

Subestimar al adversario es lo peor que podemos hacer. No nos van a regalar ningún espacio en el terreno democrático, por qué tenía que ser distinto en el físico. La amenaza de la fuerza sobre el plantón de Reforma está en ciernes.

Para garantizar el éxito de la estrategia en cualquier acto de resistencia esta debe realizarse en orden, no tener excesos de confianza ni distracciones y preveer las acciónes y las jugadas del adversario.

Espero que las acciones que sigan tengan una planeación mejor y estén acompañadas de un cálculo preciso de cuantas personas se requiere y que movimientos se deben realizar para asegurar su efectividad. Este es un juego muy serio, se nos va la vida en ello. Errores de este tipo pueden tener consecuencias desastrozas para el movimiento, hoy fueron dos personas al hospital, mañana quien sabe. Con-ciencia.

Torpe...