domingo, diciembre 03, 2006

Se confirma como pelele cada vez más

Es elocuente la cara de imbéciles de quienes conforman este gabinetillo fellinesco, y si el estómago les aguanta observen las expresiones de tarados que tienen todos y el gesto enajenado del pelele.

A un día de su ridícula protesta, el pelele, que durante la campaña repetía únicamente y hasta la saciedad que era el "presidente del empleo", ha puesto en chinga a la bola de retrasados mentales que lo asesoran a revisar los discursos de AMLO para ver lo que dicen y encontrar la "fórmula" para que el pueblo deje de repudiarlo, deveras que resulta hasta chistoso si no tuviera un fondo tan terrorífico. Ya habíamos mencionado en este blog que de repente frases como "transformar el país" y "combate a la pobreza" que eran las que criticaban como peligrosas y populistas, empiezan a aparecer en el discurso del pelele, pues resulta que ahora en El Monoxoro encontramos este excelente comparativo que muestra como el pelele no sabe ni qué hacer, y se le ocurrió copiar no sólo las propuestas de AMLO sino hasta las citas, pero como él no tiene base alguna entonces salta a la vista que sólo quiere aparentar un programa que se asemeje al de AMLO:

Piratea FeCal propuesta del Peje

Hermosillo, Sonora (El MonoXoro).- El Espurio no sólo tiene un gabinete mediocre y de amiguismos, donde resalta una monstruosa criatura porcina fondomonetarista a cargo del fisco del país. Además de buscar sin éxito algo de legitimidad a la cual aferrarse, también carece de originalidad al copiarle al Peje sus propuestas de campaña. Esto, dicen algunos, "para rebasarlo por la izquierda". El problema es que se piratea las ideas con un afán mediático y maniqueo. Peor, el Pelele se adueña hipócritamente del discurso de Obrador, cuando en campaña nunca lo hizo. Dijo en su discurso:

Decía don Benito Juárez que bajo el sistema federativo los funcionarios públicos no pueden disponer de las rentas sin responsabilidad, (...) sino consagrarse asiduamente al trabajo, disponiéndose a vivir en la honrada medianía que proporciona la retribución que la ley les señala.

¿De cuando a acá cita a Benito Juárez? ¿Ese "indio mugroso" con los mismos rasgos fenotípicos que desprecian sus seguidores panistas?

Mientras que el Peje decía en campaña:

Nos conduciremos bajo la premisa juarista de la justa medianía, comprometiéndonos a no actuar con prepotencia ni frivolidad, a no ejercer gastos superfluos y a no utilizar los recursos públicos, humanos y materiales, para beneficio particular y de las familias.

Luego el Pelele declara:

A su vez don José María Morelos y Pavón en los Sentimientos de la Nación estableció que como la buena ley es superior a todo hombre, las que dicte nuestro Congreso deben ser tales, que obliguen a constancia y patriotismo, moderen la opulencia y la indigencia, y de tal suerte se aumente el jornal del pobre, que mejoren sus costumbres, aleje la ignorancia, la rapiña y el hurto.

Mientras que el Peje afirmaba:

Tenemos en México una desigualdad económica y social monstruosa, es de los países del mundo con mayor desigualdad económica y social. Ya se van a cumplir 200 años que Morelos dijo que había que moderar la opulencia y la indigencia y es exagerado decir que ahora hay más desigualdad que cuando Morelos, en Los Sentimientos a la Nación, pidió que hubiese esta moderación de la opulencia y la indigencia.

Sigue el presidente impuesto:

El decreto establece también una serie de medidas orientadas a reducir los gastos por servicio telefónico, en particular, telefonía celular; así como ahorros en gasolina, viáticos, pasajes, gastos administrativos y alimentación.

Mientras que AMLO proponía:

Andrés Manuel López Obrador, jefe de Gobierno del DF, anunció que, de llegar a la presidencia, eliminará las partidas del titular del Ejecutivo para la compra de su vestuario y gastos de representación, [entre otros gastos suntuarios].

Primera contradicción entre propuestas: Calderón sugiere una reducción, Obrador deseaba eliminar partidas.

Pelelipe promete:

Con este decreto, además, se reducirán en un 10 por ciento los sueldos netos del Presidente de la República, los secretarios de Estado, los subsecretarios, los oficiales mayores y los titulares de unidad y equivalente. (...) Igualmente, debo señalar que quedarán exceptuadas de esta medida las áreas más directamente vinculadas a preservar la seguridad pública de los ciudadanos y la procuración de justicia.

Mientras que el Peje ofrecía:

...el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, aseguró que si es electo Presidente en 2006, disminuirá a la mitad el sueldo del titular del Poder Ejecutivo Federal. (...) Igual medida tomaría para los sueldos de los miembros del gabinete, dado que por ley ninguno de ellos puede ganar más que el Presidente. Adelantó también que enviaría al Congreso una iniciativa para terminar con las pensiones de los ex presidentes.

Segunda y tercera incongruencia entre los dos:

FelIFE busca reducir 10% de su sueldo, de los actuales 167, 000 pesos mensuales que ganaba Fox, para ganar la todavía escandalosa cifra de 150, 300 pesos. Mientras que de haber prosperado su propuesta, el señor López recibiría 83, 500 pesos. Hay que señalar que en su presidencia legítima ganará 50, 000 pesos.

El chaparro no propuso revocar las pensiones presidenciales. Además busca beneficiar a la burocracia policial. En especial el área de seguridad pública, la tan odiada PFP, PGR, AFI y alguna aberración futura para permitirle moverse en un búnker blindado a cada lugar que visite.

El títere asegura que con su decreto:

Con el conjunto de estas disposiciones establecidas en el decreto que hoy firmaré se alcanzará un ahorro global aproximado de 25 mil 500 millones de pesos para el próximo año.

Mientras que AMLO buscaba:

Asimismo, sin afectar a los trabajadores de base o sindicalizados, ajustando las estructuras de mando, terminando con el derroche y los privilegios lograremos, a partir del primer año, ahorros por 100 mil millones de pesos que se destinarán a la atención de las necesidades básicas del país.

Huy, pues si el "presidente" busca ganar legitimidad así, al igual que su página y sus spots, no le va a servir de mucho.

El pelele se confirma como pelele cada vez más, ahora propone cuestiones que se parezcan un poco a las propuestas de AMLO, en breve tendrá que acatar las de sus jefes, recordemos que él no es más que un "gerentillo" de la banda de delincuentes más peligrosa para México: los señores del dinero y del poder.
La conciencia foxista
El presidentito

Encinas y la información

Datos de las conferencias de prensa de Alejandro Encinas al frente del Gobierno del Distrito Federal:

Del 3 de agosto al 3 de diciembre.

315 conferencias de prensa

12,388 preguntas TODAS RESPONDIDAS

39 preguntas promedio

El tiempo total fue de 7 mil 342 minutos = 122 horas con 22 minutos.

Conferencia más larga = 47 minutos/17 de agosto del 2006

Conferencia más corta = 5 minutos/12 de agosto del 2005

Conferencia con más preguntas = 95 preguntas/31 de mayo del 2006

43 medios de informacion

De 12 mi 388 preguntas, 8 mil 449 fueron de carácter local = 66%
3 mil 793 de cáracter nacional, 146 de internacionales

5 mil 993 preguntas de medios escritos

5 mil 443 preguntas de medios electrónicos

962 de medios televisivos

Pelele, pelele, pelele...

De Blogotitlán

Presidente Calderón hasta la náusea

"Este establecimiento apoya incondicionalmente al Führer."
--slogan del manicomio de Witternau

Una y otra vez, dale y dale, los sirvientes mediáticos nos asestan día y noche, noche y día 'Presidente Calderón, Presidente Calderón, Presi....', etc. Pero para muchos el personaje al que aluden será siempre el pelele ó el sirviente. ¿Cuál de estos apelativos acabará permaneciendo en la conciencia popular?

El que goce de mayor repetición a la mayor parte del público.

¿Por qué es esto? Porque existe la “Técnica Goebbels” tambien conocida como 'argumentum ad nauseam', y que consiste en repetir un dato falso o no, indefinidamente, hasta que la misma gente lo acabe tomando por una verdad indiscutible.

Goebbels Vive

Sí, así es, está vivito y coleando... o más bien, vivito y publicando.

Nos lo encontramos todos los días al abrir un periódico, o al encender la tele o el radio y escuchar un noticiero o ver ciertos programas de televisión por cable. También nos lo encontramos en esa película de moda o en videojuego. o al ir caminando o manejando en una avenida y ver un espectacular.

Así como convencieron al público norteamericano de que una mentira era una verdad incontestable — la existencia de armas de destrucción masivas en el Irak de Hussein — y de que una estupidez era algo maravilloso — 'meter' la democracia a la americana en un país musulmán, donde no existen en el idioma los términos "derecho" y "justicia" —, igual hicieron en Venezuela desde el año 2000 hacia adelante, convenciendo a los inadvertidos clasemedieros no sólo de que las clases pobres no merecían nada porque eran unos flojos, sino que Chávez era un dictador que suprimía la libertad de expresión... y leían y oían esto por todos lados en periódicos, revistas, televisión, radio y espectaculars (con toda la libertad de expresión que les vino en gana).

El venezolano que estaba a merced de esta lluvia torrencial mediática desconectó así el uso de la lógica más elemental

Y después, se aplicó sin misericordia en México esta misma receta con la campaña "López Obrador es un peligro para México" por la que se sembró en la masa de votantes clasemedieros un miedo irracional y un desprecio absoluto hacia el popular político de izquierda... de nuevo, haciéndoles desconectar su sentido común y lógica, y convenciéndoles de que ¡estaban muy informados!

¿Existe un antídoto para ésto?

Goebbels decía que cuando escuchaba la palabra cultura sacaba el revólver. Y claro que sí, porque comprendía que eso, la cultura, era el peor enemigo para él y para sus técnicas de propaganda.

Estas técnicas precisan de un ingrediente principal: La ignorancia y pereza mental de las masas. Y aquí no hay que confundir la instrucción que se imparte, por ejemplo, en las universidades privadas donde los egresados pasan a ser casi algo así como mascotas amaestradas - 'especialistas' es el eufemismo con el que disfrazan su nivel de incultura -, capaces de llevar a cabo tareas específicas sin gran necesidad de adentrarse mayormente en nada. Memorización, capacitación y adiestramiento sustituyeron investigación, análisis y capacidad de síntesis.

Y así tenemos en México cientos de miles de analfabetas funcionales con títulos académicos, que están indefensos e inermes ante la propagación mediática de mentiras que no resisten el menor análisis... tal y como sucedió a las masas en la Alemania de Hitler, en los Estados Unidos de Bush, en la Venezuela de Venevisión y Cisneros, y en el Mëxico de Fox y Calderón.

¿Por qué en las clases más bajas no permeó esta campaña goebbeliana con tanto éxito?

La cultura como kriptonita contra las técnicas goebbelianas

Tanto Chávez como López Obrador pusieron a la gente a leer, a analizar y a pensar.

Esto, para los regímenes dictatoriales y totalitarios, es veneno puro. Es lo que la kriptonita para Supermán.

No se necesitan bibliotecas faraónicas como ese megapaquidermo que un Fox que no lee ni el menú del Burger King, inaugurara hace unos meses. Tampoco hace falta indispensable repartir textos de los clásicos europeos, como los que repiten de memoria los intelectuales orgánicos afines al vino blanco y el caviar, y por tanto, al sistema oligopólico - claro que existe un oligopoliliquito intelecualoide -. No sobraría, claro, pero no es eso lo más importante.

Bastó con enseñar a las multitudes a leer el periódico, de cabo a rabo, y analizarlos para encontrar sus inconsistencias... y esto funcionó.

¿Fue premeditado por parte de López Obrador y la gente de izquierda que lo rodea, gente como Jesusa y Elenita? No lo sabemos.

Lo que sí sabemos es que esas conferencias mañaneras que AMLO sostuvo durante años, fueron semejantes a una aguja hipodérmica educativa: Como si nada, frasecita tras frasecita, dichito tras dichito, rebane tras rebane, el mensaje de pensar y analizar fue penetrando en las masas más desposeídas.

Y después, esos performances educativos de Jesusa y los apoyos y ocurrencias de los maravillosos creativos mexicanos, terminaron de completar la tarea... si es que alguna vez se llegue a completar.

La creatividad popular... contrapeso a los millones de pesos

El que crea lo que escribimos arriba, que revise por favor las leyendas que Pepe o Juanita Pueblo ponen en pancartas, mantas, paredes y todo lugar posible. No solo tienen esa picardía mexicana tan llena de sabor y filito, sino lo más importante, denotan, la mayor parte de las veces, una comprensión de las cosas que los intelectuales de la derecha y la izquierda dorada simplemente no alcanzan.

Claro que los 'expertos' de paneles en Televisa o en la radio, o los intelectuales de ese club de bombos mutuos que se publica con el nombre de "Letrinas Libres" (perdón, Letras Libres) no tardarán en lanzar denuestos, diciendo que pecamos de simplista.

Y torcerán por acá y torcerán por allá lo que vivimos, vemos y oimos, con chipocludas explicaciones y un montón de citas bibliográficas de libros que se deshacen por la polilla en Nueva York, Madrid, Milán y París.

Y claro que podemos arrojar sobre la mesa otro tanto igual de opiniones sesudas en sentido contrario, también encontradas en otros libros que también se encuentran a punto de ser apolillados, pero ese no es el punto.

Pelele,. pelele, pelele

Dicen que para taza, taza y media. Para contrapesar la campaña mediática que intenta clavarnos entre ceja y madre a FeCal como presidente del país, basta con hacer dos cosas, como recomienda López Obrador.

1 Dejar de llamarle por su nombre.

2 Que para nosotros sea simplemente 'el pelele', así en minúsculas.

Y eso, a la gente con un ego monumental como son el del pelele y sus huestes, duele, duele un montón.

Una nota final: Para explicar el comportamiento del pueblo alemán durante el nazismo, Goebbels usaba la metáfora de un ciclista: "Por arriba curva su espalda, por abajo patalea"("Nach oben buckelt er, nach unten tritt er", según lo citaba P. Reiwald). Con esto se quiere explicar un componente psicoétnico de la burguesía: la sumisión y adoracíón hacia quienes están encima y la brutalidad y desprecio para con los de abajo.
Al ver el comportamiento clasista y racista de las clases medias en México ¿No crees que aplique esto?

Claro que aplica, todos, en adelante nunca por su nombre sino por su descripción: pelele

Remedo de Poder, Ceremonia y Liderazgo

De Blogotitlán
por Francisco Núñez Montes

La apocalíptica y descolorida Luna Azul de Medianoche y los nubarrones en la política nacional, pintan la debacle institucional de dos de los poderes constitucionales. El tercero, y supuestamente más venerable por estar a cargo de la Justicia, se deshace en su propia y ridícula corrupción.

La elocuencia del rostro desencajado y de color blanco transparente de Calderón Hinojosa retrató un inusual y vergonzante acto, sustituto de lo que debió ser una vigorizante ceremonia republicana en San Lázaro, entre vivas y esperanzas ciudadanas.

El Canal del Congreso haciéndole la faena a Televisa, ocultando la realidad del desorden parlamentario, secuestraba imágenes y sonidos que los invitados y demás testigos presenciales se llevaron a sus países.

Una multitud libre y espontánea contra unos cuantos acarreados en el Auditorio Nacional, en un área de 3 kilómetros, como caras del mismo rostro, llamado México.

Ahora el discurso de Calderón Hinojosa es un remedo del de AMLO, cuyas propuestas son acordes con la realidad nacional.

¿No que AMLO era un peligro para México?

¿Remordimientos de conciencia, conveniencia o, culpabilidad, ante las firmes y libres manifestaciones de la gente?

Estos son los escenarios, entre muchos otros, que marcarán en la Historia política nacional la falacia impuesta por el poder faccioso del Estado en esta plutocracia de nuevos encomenderos.

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Desde la Puerta Mariana de Palacio Nacional

Comunicado del campamento en Huelga de Hambre frente a la Puerta Mariana de Palacio Nacional.

De la hora del pueblo

Palacio Nacional, D.F., 2 de diciembre de 2006

El día de ayer, primero de diciembre, los mexicanos fuimos testigos de la peor manifestación del autoritarismo, fuimos testigos de la frivolidad con la que los herederos del sinarquismo aplican con impunidad el poder del que se han apropiado, mintiendo a la Patria desde los primeros minutos del día, en una "ceremonia" carente de protocolo y legalidad, para enviar mensajes al Pueblo, mensajes que no hallan significado en una sociedad incrédula.

Sin embargo, en sus actos, el usurpador Felipe Calderón, descifra las claves de lo que ya se mira como una efímera y débil usurpación. El presidente de la madrugada, de puertas traseras y de sótanos, el presidente del fraude y del odio, ayer decidió ser Maximiliano y repudiar a Benito Juárez, aunque su discurso intentó congeniar su identidad conservadora con las ideas de justicia y libertad, lo cierto es que en los hechos se mostró elitista y aristócrata.

Desde el 20 de noviembre pasado, fecha en que Andrés Manuel López Obrador fue investido como Presidente Legítimo de México, Ferrer Galván Acosta, Juan Carlos Escandón, Alejandro Sandoval, Eliseo Junior Flores, Fernando Zamudio y, más tarde, Hilda Lizalde, mantuvimos un ayuno, ante la Puerta Mariana del Palacio Nacional, con la clara intención de impedir que Felipe Calderón, intentara ingresar como presidente de la República.

Ayer, Calderón asaltó el Congreso de la Unión y se proclamó presidente de México. En un acto sin precedentes, el presidente de los tres minutos, llegó a San Lázaro y ninguna Comisión de Cortesía lo recibió, entró por la puerta trasera y atravesó los sótanos del recinto. El usurpador hizo un circo legal en el que ostentó la carencia de legitimidad que lo respalda.

Hoy, un día después de la usurpación, los que nos mantenemos en Huelga de Hambre frente a Palacio Nacional hemos decidido levantar la huelga porque se han cumplido los objetivos planteados para realizar tanto el bloqueo a la Puerta Mariana como el ayuno.

Ayer, después de once días de bloqueo y ayuno, fue posible, que el usurpador declinara siquiera acercarse a Palacio Nacional, de todos los símbolos que mancilló, el único del que se mantuvo distanciado fue el de entrar a Palacio Nacional. Es un logro de la Resistencia Civil, la salvaguarda de este edificio y esta puerta tan simbólica en estos tiempos de crisis política.

Pero, también advertimos, que el usurpador decidió cambiar la sede de la tradicional cena con las delegaciones internacionales del Palacio Nacional hacia el Castillo de Chapultepec, lo que nos hace apreciar que la avidez calderoniana por hacerse del poder, se redujo a la recepción de la banda presidencial, la rendición de protesta, aun fuera del protocolo, en el Palacio de San Lázaro y el apoderamiento de Los Pinos. Pero no aspiró a tomar las oficinas de Palacio Nacional; además emite una señal inequívoca de su ascendencia y destino, si el Palacio Nacional simboliza la sede republicana del Poder Ejecutivo, el lugar donde vivió Juárez, el Castillo de Chapultepec es, ciertamente, el símbolo del intervencionismo. Saber que Calderón suplió al Palacio Nacional por el Castillo, nos recuerda el vínculo ideológico directo del PAN con aquellos que usurparon el poder en otros tiempos, invocando al Emperador Maximiliano.

Logramos detener a Calderón, y sabemos que será un efímero presidente espurio, la Resistencia debe pasar a una etapa de organización y aglutinamiento que permita al mismo tiempo consolidar al Gobierno legítimo y acabar con la usurpación.

Desde la Puerta por la que debió entrar en descubierta el espurio, quienes la resguardamos, vivimos agresiones y acoso de todo tipo. Pero sobretodo entendimos el enorme desprecio que tiene la derecha por los símbolos republicanos.

La enorme solidaridad que recibimos de la ciudadanía nos permite confirmar que el Gobierno legítimo es mayoritario y que puede más el Pueblo organizado que el dinero y las armas que protegen al usurpador Felipe Calderón.

Nos retiramos de esta posición tan importante, con la certeza de que hemos contribuido con la resistencia nacional de manera satisfactoria. Anunciamos que continuaremos con las actividades de resistencia civil pacífica hasta la caída de Felipe Calderón, que daremos un paso hacia la organización de las delegaciones del Gobierno Legítimo y que no desistiremos en denunciar que el señor Calderón, al ser producto de un fraude electoral, su nombramiento es espurio y la osadía de imponerlo es una afrenta contra la voluntad popular.

Desde el Palacio Nacional sede del poder ejecutivo de México decidimos levantar la Huelga de Hambre.

¡Ni un paso atrás!
Sufragio Efectivo, No Imposición

Campamento en Huelga de Hambre frente a la Puerta Mariana de Palacio Nacional

Ferrer Galván Acosta, Eliseo Junior Flores, Hilda Lizalde, Juan Carlos Escandón, Alejandro Sandoval y Fernando Zamudio

¿Todo está consumado?

Luis Javier Valero Flores

Cual si fuera el candidato de la oposición triunfador en los comicios, después de una intensa y sangrienta lucha, Felipe Calderón se ufanó el viernes de asumir el gobierno de México porque, dijo, está “habituado a enfrentar y superar todos los obstáculos”.

Lo dijo como si emergiera desde la oposición, como si el llegar hasta esa posición hubiese sido el resultado de una intensa, fragorosa lucha, en la que el debate político haya formado la parte menor del proceso.

Nada de eso. Asumió el poder después del más atropellado, polarizado y cuestionado proceso electoral del México moderno; más polémico, incluso, que el de 1988, pero lo hizo siendo el candidato del partido gobernante, el PAN, en una campaña en la que su antecesor efectuó todas las maniobras posibles –en las que empleó infinidad de recursos económicos de la Nación-- en su favor para llevarlo hasta la silla presidencial. Vamos, hasta en el ridículo intento de imponerle la banda presidencial, Vicente Fox evidenció el enorme partidarismo con el que actuó.

Si los obstáculos que, dijo Calderón, debió superar fueran así para todos los candidatos oficiales, valiente lucha política. Quizá el más importante obstáculo en su camino fue el de vencer a Santiago Creel en la contienda interna, porque en la elección presidencial contó con un impresionante apoyo del gobierno federal, de los más poderosos magnates, de la totalidad de los gobernadores panistas, del Consejo Coordinador Empresarial y del duopolio televisivo y en especial de Televisa y su poderosa red radiofónica.

A pesar de todo ello sólo pudo superar –en los números oficiales-- a López Obrador por menos del 1% de la votación. Valiente saldo. Y si además le agregamos que tres de los integrantes del Consejo General del IFE, entre ellos el Presidente Luis Carlos Ugalde, son amigos, muy amigos, de Felipe Calderón, y que la magistrada electoral, María del Carmen Alanís, es amiga cercanísima de Margarita Zavala, esposa de Calderón, tendremos los suficientes elementos como para pensar –y conste, sólo pensar-- que tenía algunas ventajas sobre el perredista.

El mandatario que toma el poder en la peor de las crisis políticas, quizá sólo comparada cuando Francisco León de la Barra asumió la presidencia, a la renuncia de Porfirio Díaz, o cuando Pascual Ortiz Rubio llegó a la presidencia después de las cuestionadas elecciones de 1929 en las que José Vasconcelos alegó haber sido víctima de un monumental fraude electoral; porque, vamos, ni las elecciones de 1940, en las que participó tan activamente el cacique potosino Gonzalo N. Santos generaron una crisis política de la envergadura que hoy padecemos.

Pueden los panistas y sus electores más enfervorizados brindar, celebrar jubilosamente que Felipe Calderón protestó en el Congreso, pero eso de ninguna manera es el final de la película, ésta apenas inicia y se desarrollará con numerosos altibajos, todos ellos dependiendo de la conducta y posturas adoptadas por el partido gobernante. Los primeros indicios no hablan de la adopción de una política de distensión, todo lo contrario, las voces que hablan por ellos, fuera de la de Calderón quien matizó su discurso previo de llamar al orden y la aplicación de la ley, y su repetido slogan de campaña, insisten en que debe aplicarse “mano dura” y reprimir a los perredistas, ya basta es la frase más sonada.

Lo peor es que ese linchamiento abarca a los más variados medios. Entre el martes y el viernes, como si no existiera ninguna dependencia encargada de vigilar las emisiones de la radio y la tv, como si nadie hubiera contratado los abundantes espacios publicitarios usados, se transmitieron innumerables spots que llamaban al linchamiento del PRD en una clara, flagrante violación a los ordenamientos legales vigentes en materia de comunicación.

No es lo único, ayer, El Diario (Chihuahua) publica, en la práctica, auténticos anónimos que, revestidos de mensajes enviados desde la internet, son auténticos llamados al linchamiento. Uno de ellos, no es una frase, llama a darle de palos (“Los descerebrados del PRD piden que se les respete… Hay que darles de palos y se quejen en Derechos Humanos”) a los legisladores del PRD, en lo que es, además, del abandono de la más elemental ética periodística, la permisividad a los mensajes de la más elevada intolerancia y el abandono a hacer de los medios de comunicación los espacios ideales para la reflexión y la elevación de la cultura democrática.

¿A cuenta de qué concepción se llama a linchar al diferente, sólo porque es eso, precisamente, diferente, o porque piensa diferente? Entre los autores de estos mensajes y los linchadores de policías en Tláhuac, perdónenme, no hay diferencia.

Y todo porque no se sabe apreciar –o no se quiere apreciar-- la mayor aportación que ha hecho al país López Obrador (se esté de acuerdo con él o no) y que es el de no convocar a una radicalización del movimiento dirigido por él. Ante el atraco electoral –y esa será la percepción generalizada, y finalmente histórica, todo porque se entercaron en no contar voto por voto-- el tabasqueño decidió apostarle a la vía legal, es decir, montar un plantón en el centro de la ciudad de México y la avenida Reforma.

Y para los intolerantes ese era “un gran daño a México”, sólo porque el tráfico de una parte de la capital mexicana se veía obstruido. Ante el fallo del TEPJF, el lopezobradorismo decidió ¡Dar origen a una gran organización civil!

Cierto, siempre, todos, ex candidatos, legisladores y dirigentes del PRD anunciaron que impedirían la toma de protesta de Calderón, y también, siempre, dijeron que lo harían pacíficamente, ellos, que son denominados por los panistas como los “violentos”.

Lo cierto es que atrapados entre el deseo real de impedir la toma de protesta y la de no forzar al máximo la tensión política existente en el país, los perredistas no alcanzaron a precisar cuál de todas las posturas debían asumir para enfrentar la etapa postelectoral, en especial la posterior al fallo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.

Impedir que Calderón asumiera la presidencia, de manera real, implicaba la decisión de llevar al cabo todas las acciones de resistencia civil imaginables, las mismas que el panismo, a lo largo de dos décadas, y en general toda la oposición al régimen priista de entonces, llevó a la práctica, esto es, la toma de carreteras, de oficinas públicas, de consulados, aeropuertos, casetas de peaje, de puentes fronterizos, plantones, múltiples manifestaciones, etc. Gente había, decisión sobraba, bastaba que El Peje y el PRD lo decidieran y una inmensa cantidad de gente (que además es la más activa políticamente) saldría a las calles, a las carreteras y crear un verdadero clima de ingobernabilidad para evidenciar que no existían las condiciones necesarias para la asunción del panista.

Nada de esto decidió López Obrador que se hiciera, le apostó a algo más difícil de lograr: que sus adversarios entendieran que habían perdido y a que los legisladores de su partido derrotaran en la batalla “curulera” a los panistas e impidieran la toma de protesta.

De ahí la “derrota” perredista del viernes en esa batalla. Y es que, no habiendo ningún otro mecanismo, ni otra arma a la mano, esa batalla la ganaría quienes tuvieran más peso, es decir, quienes fueran más, numéricamente.

Los legisladores perredistas (¿Todos, o sólo una parte de ellos?) intentaron cerrar todos los accesos al salón de sesiones, pero no pudieron hacerlo con los dos más importantes: uno, el que está a la derecha de la tribuna (izquierda en las imágenes) y, dos, el que está inmediatamente atrás de las banderas en la tribuna. En la “guerra de posiciones” que escenificaron perredistas y panistas, los primeros nunca tuvieron posibilidad de controlarlos, y con ello tenían perdida, de antemano “la batalla por la toma de protesta” pues afuera de la sala de sesiones, precisamente en esos dos accesos, se encontraban numerosos elementos del Estado Mayor Presidencial y de la seguridad propia de la Cámara, resguardándolos.

Afuera, en la calle, más de 150 mil personas se congregaban en el Zócalo para escuchar nuevamente a López Obrador. Más de una tercera parte de ellos decidieron acompañarlo en una marcha que intentó llegar al Auditorio Nacional en donde, acompañado solamente de los suyos (de los invitados extranjeros y alguno que otro nacional, entre ellos, sobresalientemente, Tomás Ruiz, el flamante nuevo dirigente del Partido Nueva Alianza, PANAL) y, por supuesto, de los medios electrónicos, Felipe Calderón lanzaba su primer mensaje y le tomaba protesta al gabinete.

Además, fueron pocos los esforzados perredistas que se lanzaron temerariamente a tratar de romper el cerco de los blanquiazules. Nada pudieron hacer, salvo obligar a una atropellada ceremonia, la más corta de la historia del país y que demostró la profundidad de la crisis política.

En ella el PRI le apostó, no podía ser de otra manera, a su espíritu “institucional”, por ello decidió completar el quórum y tratar de aparecer como el partido que le dará “estabilidad” al país. Por ellos (por supuesto, también por los panistas) estamos en estas condiciones y de las cuales no se aprecia, a juzgar por los primeros actos de Calderón y de sus primeros discursos, salida ni cambio algunos.

Sólo apareció mesura en el discurso, que se contradice con los hechos, entre ellos los nombramientos de los encargados del gabinete de seguridad y las medidas de austeridad del gobierno federal, de las cuales excluye a las fuerzas armadas. Está bien que les eleve los salarios a los soldados, pero a las capas dirigentes del ejército ¿por qué no quitarles los privilegios que goza la élite gobernante en el país?

Otro tanto se puede comentar acerca del escenográfico anuncio de Calderón en el sentido de que el gabinete de seguridad nacional tiene un plazo no mayor de 90 días para presentar un programa en la materia. Y luego, como si esa fuera parte de la solución, anunció que propondrá el aumento de las penas “para quienes más agravian a la sociedad”. En tanto, que todo siga igual (o peor) pues ahora el exdirector del organismo policial más desprestigiado del país, la Agencia Federal de Investigaciones, será el encargado de la Seguridad Pública y, a su vez, el encargado de esta secretaría con Vicente Fox, con resultados absolutamente negativos, será el Procurador de la República.

Son de tal desmesura ambos nombramientos que sólo resta encomendarnos a cuanto santo y virgen más milagrosos encontremos, pues no cabe duda que ambos nombramientos son de lo más equivocado del gabinete calderonista. Eduardo Medina Mora ha sido acusado frecuentemente, cuando era el encargado del CISEN, de “filtrar” innumerables conversaciones de muchos de los protagonistas políticos del país. Es decir, dirigió un organismo vigilante de la sociedad mexicana cuyos resultados y forma de operar sólo le sirvieron al grupo gobernante para intentar descalificar o desprestigiar a sus adversarios políticos.

La realidad se le impuso a Calderón, en el discurso del Auditorio pretendió recoger algunas de las propuestas lopezobradoristas pues prometió austeridad en el gobierno federal y el envío de una iniciativa para reducir su sueldo, el de la alta burocracia y en general de toda la burocracia del país, de los tres niveles.

“Instruyó” al titular de Gobernación a iniciar los trabajos para “promover una tercera generación de reformas electorales” y anunció que enviará al Congreso una iniciativa de ley tendiente a reducir el gasto en campañas electorales, el financiamiento de partidos, acortar los plazos de proselitismo y aumentar las facultades del Instituto Federal Electoral (IFE) para fiscalizar ingresos, gastos y patrimonio de los institutos políticos. Pero nada dijo de la publicidad política en los medios electrónicos y ese es el aspecto relevante.

Ojalá el priísmo reaccione (qué tiempos estos, le estamos pidiendo al PRI, por favor, que despierte, que hasta por su propio bien, no vote a favor de reformas que lo mandarán al ostracismo) y apruebe, sí, la reducción del tiempo y el gasto de las campañas, pero acompañada de una profunda reforma para prohibir la publicidad política en los medios electrónicos, o, por lo menos, que sea el IFE el conducto para contratarla porque, de lo contrario, acortados el gasto y el tiempo de las campañas, será el partido gobernante el que tenga la ventaja en todos los procesos electorales, basta con echarle un ojo a la intensa campaña publicitaria desarrollada no sólo en la pasada campaña electoral, también en las últimas semanas del sexenio foxista, como si tuvieran prisa en gastar el dinero público en innumerables spots de radio y televisión.

Nada está resuelto, la toma de protesta significó, sólo, el final de una etapa y el inicio de otra; el carácter, rumbo e intensidad que tome dependerá, no de los opositores, sino de quienes tienen, hoy, el poder. Una cantidad nada despreciable de mexicanos los consideran ilegítimos y el desarrollo de la crisis política será su responsabilidad, si optan por la “mano dura” y la represión consecuente, llevarán al país a etapas ya vividas; no son pocos quienes consideran burlada su decisión electoral y de su determinación habla que todavía a cuatro meses de la elección son capaces de llenar el Zócalo de la ciudad de México, quien menosprecie esa manifestación política se equivocará grandemente.

De ese clima de crispamiento da cuenta la crónica de La Jornada (2/XII/06) de lo sucedido en la Cámara de Diputados cuando ya Calderón se había ido: “Todavía al final, concluida la delirante y atropellada ceremonia donde se impuso la banda presidencial a Felipe Calderón, y cuando unos y otros salían del recinto parlamentario, panistas y perredistas siguieron insultándose, echando camorra, lanzándose bravatas y denuestos. Los primeros, envalentonados por haberle cumplido a Felipe su sueño de rendir protesta como Presidente constitucional ante el Congreso, retaban a los legisladores del sol azteca, que en esos momentos subían las escaleras que conducen a sus oficinas, y éstos les respondían. Unos y otros ponían en conveniente letargo sus rencores, pero se juraban desquite.

Unos usaban la ‘V’ para su pírrica victoria, y los otros blandían el índice hacia abajo y gritaban eso que tanto duele al PAN cuando se habla de su nuevo hombre en Los Pinos: ¡espurio, espurio!, ¡pelele, pelele!”.

Más aún, en el ámbito local –y no son pocas las voces y las actitudes linchadoras-- no debe olvidarse, tampoco, además del hecho de que López Obrador obtuvo 2 de cada 10 votos, que uno de los valores más importantes en una sociedad es la tolerancia. Y parece que se pierde a pasos agigantados. Nada bueno puede salir de esas actitudes.

Spot de la presidencia espuria

Buena noticia

Encinas se abocará al fortalecimiento y análisis de la izquierda

Bertha Teresa Ramírez

Con ánimo de satisfacción por la tarea que desempeñó, tras un año y cuatro meses al frente de la administración capitalina, el jefe de Gobierno del Distrito Federal Alejandro Encinas se despidió este domingo de los periodistas que cubrieron sus actividades en ese periodo.

En su última conferencia de prensa, anunció que conformará una fundación para el fortalecimiento de los gobiernos de izquierda, la cual trabajará en el diseño de políticas y acciones para el fortalecimiento local de los mismos, retomando la experiencia de gestión en el Distrito Federal, a nivel municipal y de los congresos.

Por otro lado, señaló que en breve junto con otros miembros de la izquierda, convocará a intelectuales y trabajadores de la cultura a crear un gran movimiento para repensar a la izquierda en nuestro país, pues consideró que ha llegado el momento, después de la experiencia que tuvo en el Distrito Federal, de reflexionar sobre el futuro de esta tendencia política en el país.

En ese sentido, Encinas indicó que ha estado platicando con diversos miembros de la izquierda y seguramente será en enero cuando se haga la convocatoria.

Ayudará a ir dando más claridad a la izquierda mexicana con la finalidad de retomar sus aspectos básicos en reivindicación de valores éticos, particularmente de honestidad y de lucha contra el corporativismo, señaló.

En cuanto al PRD, Alejandro Encinas consideró que este tiene que entrar en un debate sobre su refundación, proceso en el que a él le gustaría intervenir una vez que concluya su gestión.

Por otro lado, dijo que no participará en el gabinete de Andrés Manuel López Obrador. Sin embargo, aclaró que se mantendrá muy cerca de él y "seguiremos trabajando juntos un largo trecho todavía en adelante en este país".

Interrogado sobre cuál fue su mediación entre Cuauhtémoc Cárdenas y López Obrador, Encinas señaló "que a lo largo de estos años mantuvo siempre un vínculo y comunicación a través del gobernador de Michoacán, Lázaro Cárdenas Bate,l y seguirá buscando el acercamiento entre todos".

Cuestionado respecto a si reconoce a Felipe Calderón como presidente de México, Encinas se limitó a responder: "no".

Encinas ha sido un bastión importante en el movimiento por la democracia. Es una buena noticia que un funcionario que demostró ser un hombre de ideales y de convicciones cuya gestión fue impecable por la congruencia entre sus declaraciones, su quehacer en el Distrito Federal y en el cumplimiento del deber republicano, se mantenga cerca del movimiento y participe en la conformación de una izquierda que fortalezca los valores éticos que Encinas supo imponer en su administración.

Atraco vulgar

Hernández

Telmex, ejemplo de desaparición de derechos laborales, asegura estudio

Investigación de la Coalición de Trabajadores del INEGI

CAROLINA GOMEZ MENA

Desde que se privatizó Teléfonos de México (Telmex) a la fecha, es decir, hace más de tres lustros, "no sólo ha incorporado importantes cambios tecnológicos y ha acrecentado su calidad y diversificación de servicios en telecomunicaciones, sino que también ha habido grandes cambios en materia laboral, pues ahora Telmex es el mejor ejemplo de pérdida de materia de trabajo, subcontratación y desaparición de derechos laborales", establece una investigación sobre privatizaciones realizada por la Coalición de Trabajadores del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) para el Sindicato Mexicano de Electricistas.

En ella se refiere que el contrato colectivo del Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana (STRM) con Telmex se ha visto "muy afectado desde la privatización, debido a los diversos movimientos laborales como subcontratación, contratación por honorarios y creación de nuevas empresas, así como a la adquisición de más filiales".

Apunta que la expansión de la plantilla laboral de la empresa se ha duplicado desde que se privatizó en 1990, pues ahora son cerca de 80 mil trabajadores, pero en contraparte la cantidad de trabajadores sindicalizados al servicio de Telmex se ha reducido a aproximadamente 38 mil 500. "Hablar de 50 mil telefonistas es tomar en cuenta a jubilados y activos, pero ahora hay más de 20 mil trabajadores de confianza", refiere.

En el análisis se subraya que "el régimen de pensiones de los telefonistas ha sido objeto de propuestas y modificaciones contractuales, pues la parte patronal insiste en que se debe prolongar la vida laboral".

Sobre ello hace una crítica severa a la actitud que ha tomado el secretario general del sindicato, Francisco Hernádez Juárez, quien se ha mantenido como líder de ese gremio durante 30 años, pues refiere que mientras que "la dirección sindical ha manejado propuestas también en este mismo sentido, contradictoriamente ha apoyado causas de otros sindicatos en contra de cambios a los regímenes de pensiones.

"Cuando los trabajadores del Instituto Mexicano del Seguro Social se vieron afectados por la modificación de su régimen de jubilaciones y pensiones, el también presidente colegiado de la Unión Nacional de Trabajadores les dio su apoyo, manifestando su clara oposición; sin embargo, en Telmex dichas modificaciones se realizaban por la vía de los hechos y sin la oposición fuerte del STRM", precisa.

En cuanto a la situación del personal de confianza, el análisis sostiene que en los años recientes estos trabajadores "son contratados por la empresa de personal Argos, misma que se los proporciona a Telmex", y remarca que en Telefónica de Bienes y Raíces, una de sus filiales, "los trabajadores de limpieza, vigilancia y mantenimiento están siendo sustituidos por otras empresas del ramo, como Limsa, quien cuenta con un sindicato de protección para Telmex".

Alude que "otro contrato de protección que tiene firmada la directiva sindical con Telmex es el de una filial denominada Tecmarketing, dedicada a labores pactadas con los trabajadores miembros del STRM y empleados directos de la telefónica; también los trabajadores de esta filial son parte del sindicato, constituyendo una nueva sección".

Se destaca que las condiciones de trabajo y los niveles de percepciones de los trabajadores de las filiales son inferiores a los de Telmex, y resalta que el contrato colectivo que "ha sido prácticamente eliminado es el de la filial denominada Tele-constructora, dedicada a la instalación de equipos en la planta telefónica de Telmex, donde los trabajadores son reubicados, liquidados o recontratados por las pequeñas empresas contratistas al servicio de Telmex, sin sindicato ni contrato colectivo", expone, además, que "los promedios salariales de los trabajadores y técnicos disminuyen hasta 70 por ciento entre la empresa principal y las nuevas empresas".

Asegura que el STRM "se ha reducido a incorporar a los trabajadores de las empresas subrogadas a sindicatos filiales a ellos, en donde extrañamente Hernández Juárez es el representante sindical". Ante esto, en el escrito se asegura que "el autodenominado líder del movimiento obrero independiente, no ha sido el fiel de la balanza contra la pérdida de materia de trabajo de los telefonistas".

La sociedad lo hace mejor que los partidos

Elena Poniatowska

El 20 de noviembre de 2006, a las cinco de la tarde, 35.31por ciento del electorado, o sea 14 millones 756 mil 350 de los que en México votamos de un total de 41 millones 557 mil 430 hombres y mujeres, hicimos presidente legítimo de México al candidato de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador. Esta toma de posesión frente a miles de mexicanos remataba una campaña iniciada en enero de 2006.

Según Lorenzo Hagerman "López Obrador encontró herramientas de presión pacíficas y simbólicas que la sociedad civil usó para protestar, mil veces preferibles a la radicalización del EPR (Ejército Popular Revolucionario)". Si no aceptamos que en México existen guerrillas y grupos radicales, la revolución se va a dar. No hay peor situación que un país que frente al poder de la guerrilla declara "aquí no va a pasar nada". Para botón de muestra, tenemos a Oaxaca.

¿Por qué yo?

El domingo 3 de abril de 2005, el candidato de la izquierda mexicana, Andrés Manuel López Obrador, a quien apenas conocía a no ser por los periódicos, llegó a la casa de San Sebastián número 10, en Chimalistac, a pedirme que colaborara en la lucha contra el desafuero una burda maniobra para impedir que contendiera en las elecciones de 2006 . "Pero, ¿por qué yo, si no sé ni organizar mi casa?" alegué. Sólo sonrió. Imposible adivinar que en ese preciso momento cambiaría mi vida. Me vi envuelta en una frenética actividad que podría resumir en el verbo "hablar". Tranviarios, pequeños empresarios, senadores en huelga, magistrados, petroleros, electricistas, estudiantes, rectores, médicos y enfermeras, cineastas, intelectuales y hasta transeúntes porque una mañana tuve que pararme como merolico frente a la puerta principal de Palacio Nacional para arengar llena de vergüenza a quienes iban pasando. Gracias a Dios, Martí Batres es un gran orador, aunque la gente nos decía: "Par de güevones, pónganse a trabajar".

El 26 de abril de 2005, Andrés Manuel López Obrador conoció una victoria sin precedente cuando más de un millón de personas reunidas en el Zócalo lo apoyaron contra el desafuero. El gobierno dio marcha atrás. A raíz de esa victoria, una semana más tarde, cuando pergeñaba las primeras páginas de una novela, Andrés Manuel regresó a la casa para solicitar, esta vez tuteándome: "Quiero que seas mi asesora en el proyecto de cultura y te entrevistes con el mundo del arte y de la ciencia". Sus escasas visitas a la calle de San Sebastián hicieron que gente que en la vida había visto tocara a mi puerta y exigiera: "Dígale que le dé una casa a mi hijo", "Pídale que busque al desobligado de mi marido". Y lo más trascendente: "Quiero que se tome en cuenta mi voto: antes de morir quiero conocer la democracia".

Cuauhtémoc Cárdenas

En todas las democracias es importante la alternancia en el poder. México llevaba 70 años bajo la férula del PRI. En la pasada elección, la mayoría de los mexicanos votó por Fox (yo voté por Cuauhtémoc Cárdenas como lo he venido haciendo los últimos cuatro sexenios). Ya en 1988, el PRI-gobierno le arrebató a Cuauhtémoc Cárdenas el triunfo. Aunque había muchas formas de resistencia pacífica, Cárdenas juzgó que las circunstancias eran desfavorables y podría sobrevenir una masacre si él llamaba a la revolución. De haberlo hecho, muchos lo habríamos seguido. Ahora, en 2006 no sólo se trataba de sacar al PAN aliado del PRI, sino de un nuevo proyecto de nación después de la pésima gestión de Vicente Fox.

Hubo fraude y mano negra y una cantidad de dinero ridícula para impedir que Andrés Manuel llegara al poder, pero la mitad de los que conformamos a la sociedad mexicana encaramos al gobierno. Carlos Monsiváis la llama "la gente". La gente logró cuestionar el sistema y fue más lejos que los partidos políticos, que le cuestan mucho dinero al país. Los partidos han sido malos voceros del reclamo de la sociedad, la sociedad por sí sola lo hace mucho mejor. Son los movimientos civiles los que nos han provisto de ideas, toda esta sociedad organizada que Monsiváis refleja en su libro Entrada libre: crónicas de una sociedad que se organiza. En esos días descubrí que no hay nada mejor que candidatos independientes, hombres y mujeres sin partido, o sea recurrir a hombres y mujeres capaces y lograr por medio de ellos una ciudadanización de los partidos. Si a "la gente" (los "jodidos" los llamó Emilio Azcárraga Milmo) se le minimiza habría que recordar que la llamada escoria de la sociedad ha sido la que ha logrado los cambios: los muertos de hambre de Gandhi, el movimiento hippie de los años 60, el de peace and love de los outsiders, drogadictos, contestatarios, objetores de conciencia, los que lucharon con Martin Luther King contra el racismo estadunidense y eran considerados shit en Estados Unidos.

En el plantón de 47 días en el Zócalo, del 1º de agosto al 15 de septiembre la sociedad rebasó a los partidos al demostrar su voluntad de cambio frente al embate de la televisión y la mercadotecnia que querían hacernos creer que Andrés Manuel es un Hugo Chávez. De la gente en el Zócalo salieron las dos frases clave: "Voto por voto, casilla por casilla" y "Es un honor estar con Obrador" porque de veras, pararse a medio Zócalo en contra del granizo y la lluvia no sólo lo honraba a él sino que nos enderezaba a todos.

50 millones de pobres

Soy ingenua pero no tanto para creer que el candidato de la izquierda habría solucionado nuestros problemas (que saliéramos del Tercer Mundo y ganáramos el Mundial) pero supe desde el primer momento que la posibilidad de un México para los 50 millones de pobres estaba en manos de Andrés Manuel. Más que llegar al poder, ejercer el poder, mantenerse en el poder, Andrés Manuel tenía un proyecto de nación. Si él llegaba, el dinero no se concentraría en unas cuantas manos, los ex presidentes no cobrarían pensiones delirantes, los mexicanos que cruzan la frontera a Estados Unidos tendrían un empleo digno, se cerraría el abismo entre una clase social y otra. ¡Capaz de que hasta veríamos a los secretarios de Estado llegar en bicicleta a su despacho, como en los países escandinavos!

El plantón de 47 días en el Zócalo fue una gran lección de civismo. No sólo aprendí historia de México, la gente me enseñó que la vida diaria podía resolverse de la noche a la mañana. En 24 horas, el Zócalo esa gran plaza que consideramos el corazón del país se convirtió en cama (de piedra como la canción) en estufa, en tina, en regadera, en romería. Fueron días difíciles por las tormentas de granizo, las lluvias diarias, las precarias condiciones de vida, pero a diferencia de lo que se cree, los campamentos en el Paseo de la Reforma fueron un dique en contra de la violencia. Andrés Manuel hizo descender la temperatura al rojo vivo y la rabia se hizo convivencia pacífica. Ni un vidrio roto. En esos días pude tratar un poco a los medios alternativos de radio, la televisión por Internet, los chavos que se juegan la vida y crean un frente independiente y crítico del poder, las radios comunitarias, los medios marginados, las radios voladoras.

Y el plantón resultó ser una fuente de alegría, de ocurrencias y de cultura y esto se lo debemos casi en su totalidad a Jesusa Rodríguez, quien desde la primera noche se instaló en el Zócalo e hizo pensar, cantar, bailar, reír, jugar, decir poesía a quienes la acompañábamos. Más de 4 mil actos culturales se sucedieron desde las 10 de la mañana a las 12 de la noche hasta que Andrés Manuel ordenó acostarse temprano por respeto a los integrantes de la Revolución Blanca (los pejeviejitos y pejeviejitas que lo acompañaron, "porque queremos un país mejor para nuestros hijos").

No sólo hubo actividades en el Zócalo, también en los campamentos. En medio de talleres y torneos de ajedrez, Paco Ignacio Taibo II dio más de 40 conferencias de historia de México, pero es Jesusa Rodríguez el símbolo de la resistencia cultural. Jesusa no sólo convencía y organizaba a los artistas para que el entretenimiento fuera continuo sino que después de escucharla todo un sector de huelguistas en el Zócalo dejó de consumir Sabritas y refrescos Jumex.

Un atardecer alguien le gritó desde el público: "Jesusa, ¿cuándo te casas?" y ella respondió sin más: "Estoy casada desde hace 26 años con una mujer que se llama Liliana Felipe y soy muy feliz". No hubo ni asomo de homofobia y pienso que seguramente su respuesta fue un excelente augurio para que dos meses más tarde se aprobara la Ley de Sociedades de Convivencia.

En 1968, Parménides García Saldaña decía que quien no hace la revolución dentro de sí mismo, en su propia casa, no es revolucionario. Entre mis revoluciones (evoluciones) está la del plantón de 47 días en el Zócalo.

"Este es otro país"

Federico Arreola

En Crash, la película de Paul Haggis, nunca hay modo de saber quién es el bueno y quién el malo. Lo mismo ocurre con los empresarios. De ahí que a todos les quede el saco cuando se habla de traficantes de influencias. La Jornada difundió un estudio del Banco Mundial en el que se concluye que 20 multimillonarios consolidaron sus fortunas en el sexenio foxista. En el análisis no se dan nombres de los 20 privilegiados, pero todos sabemos quiénes son. Conocemos sus biografías, en particular su más reciente hazaña: promover el fraude electoral contra la izquierda mexicana.

No lo hicieron por fanatismo derechista no hay pureza de ningún tipo en su conducta sino por defender intereses. De hecho, hay una izquierda a la que sí aceptan, como dijo Alberto Núñez, de la Coparmex: "Con la izquierda como la de Ricardo Lagos, Felipe González o Tony Blair, no hay problema porque son progresistas que ven el desarrollo del país y cómo crear riqueza. No nos gusta la izquierda de Hugo Chávez ni la de Cuba". Tampoco les gusta la izquierda de López Obrador, aunque éste muy poco tenga que ver con Chávez y Castro.

Generar riqueza no es el problema, sino concentrarla en unas pocas manos. Por esta razón tiene tan mal prestigio el modelo neoliberal. En abril Everardo Elizondo, del Banco de México, admitió que como el modelo neoliberal "no está produciendo la prosperidad que antes se le atribuía", se han alzado voces que exigen cambiarlo. Pero, en su opinión, esa no es la solución, sino "la profundización del modelo actual". Vaya lógica: la máquina que no funciona, no hay que arreglarla sino utilizarla mucho más. A ver quién paga el costo cuando los engranes echados a perder se quiebren.

Más que el modelo neoliberal, lo que perjudica a la sociedad mexicana es la corrupción, la podredumbre que surge de prácticamente cada acto que liga al gobierno con los empresarios. Es inmoral que los funcionarios encumbrados vivan en casas de lujo que no pueden pagar con sus salarios. Es indignante que cada fin de sexenio los políticos que se retiran emprendan grandes negocios. Si los empresarios aceptan asociarse con los políticos no se debe a la simpatía natural de éstos, naturalmente. Ni es por el encanto de los funcionarios que sobran los empresarios dispuestos a pagarles numerosos viajes en yates o en aviones privados para bucear en mares exóticos o para esquiar en las nieves más exclusivas del mundo.

La corrupción y el abuso todo lo han echado a perder en México. Banamex, el 12 de abril presentó el estudio Perspectivas para el negocio bancario en México. Aquí dio la voz de alerta ante la posibilidad de un triunfo de López Obrador: como éste es "un declarado antagonista de los bancos... puede representar mayores presiones a la banca para reducir las comisiones que cobra por la prestación de sus servicios". Para Banamex, una reducción en los cargos por servicios bancarios equivale a una catástrofe que obligaría a la banca a otorgar más créditos a las empresas. Si en las elecciones se imponía el programa económico de izquierda, lo denunciaban los propios banqueros, el sistema bancario iba a tener que regresar a lo que antes hacía: captar y prestar dinero, que por cierto es lo que en esencia deben hacer los bancos. El negocio bancario ha perdido en México su significado básico, lo que tiene sin cuidado a los banqueros: en el nuevo escenario ganan mucho más. Por el cobro de comisiones, un rubro que no existía en sus estados contables en 2000, la banca comercial obtuvo más de 214 mil millones de pesos en los primeros cinco años del gobierno de Fox.

El problema del modelo, además de la corrupción, está en el abuso tolerado por el gobierno. En la teoría neoliberal, el consumidor es soberano. En México, el que paga es un pobre diablo. Viajé a Guadalajara el 25 de noviembre y batallé para encontrar hotel porque no hice reservaciones a tiempo. Pagué mi falta de previsión, literalmente, muy caro. En el Fiesta Americana, propiedad de Gastón Azcárraga, quisieron abusar con la cuenta. Se me quiso cobrar por consumos del servibar que no hice, si no por otra cosa, porque en la habitación que me asignaron, a pesar de su tarifa cinco estrellas, no había servibar. Lo que sí pagué fueron casi 50 dólares por dos días de uso de Internet. Un robo. En los hoteles más fastuosos del mundo no se cobra tanto por el acceso a la red. El colmo fue que en la factura me cargaron 10 pesos para la Fundación Posadas, que por los antecedentes de don Gastón pudiera ser un centro de estrategias comiciales.

En febrero, López Obrador visitó Valle de Bravo invitado por Emilio Azcárraga Jean. En El Universal leí que "López Obrador y Azcárraga Jean se dieron un fuerte abrazo entre sonrisas y bromas. Cuando el perredista se dirigía a la camioneta, el empresario lo alcanzó, al tiempo que le decía: '¡Este es otro país!'".

Mintió Emilio, ni él ni los otros multimillonarios quisieron que el nuestro fuera, realmente, otro país.

No, no "es otro país" en el sentido que utilizó este hipócrita, pero sí es otro país en cuanto a la conciencia de más y más mexicanos que están despertando. Es importante que dentro del cambio que se está operando entre estos mexicanos esté el cambio del estilo vida que implica varias cuestiones. Una de ellas, en base a lo Arreola plantea, es no utilizar más de un banco y una tarjeta de crédito si es que es indispensable por el quehacer profesional que se tiene, pero si se puede prescindir de ésta, mejor.

Calderón: ¿Bordaberry o Sánchez de Losada?

Guillermo Almeyra

Clandestinamente, con nocturnidad, con el apoyo de la televisión y de los militares, Calderón arrebató a medianoche y en la casa de Fox, la banda presidencial. Después entró en San Lázaro subrepticiamente, como un ladrón, y estuvo allí sólo cuatro minutos aunque estaba defendido por miles de soldados y policías que, con los medios y la Iglesia, son su sostén. Luego fue al Campo de Marte. Títere en manos de las grandes trasnacionales y de Estados Unidos parece también candidatearse al papel de nuevo Bordaberry, como fantoche civil de un gobierno en realidad castrense. Pero no habría que olvidar que el ex presidente uruguayo está preso precisamente por eso y pasó a la historia como un felón. Si Calderón, que es ilegítimo y tiene un gobierno debilísimo, dependiese sólo de las fuerzas represivas (incluyendo entre éstas la jerarquía eclesiástica), podría empezar como Bordaberry pero acabar como Gonzalo Goni Sánchez de Losada, el ex presidente de Bolivia derribado por grandes y sangrientas movilizaciones que condujeron al aplastante triunfo electoral de Evo Morales y su Movimiento al Socialismo y a convocar una asamblea constituyente. Llegar al gobierno es más fácil que permanecer en él, como lo demostraran los acontecimientos en Ecuador, en Argentina, en Bolivia y, salvo con una brutal represión, no hay forma de impedir que los pueblos impongan la legitimidad de sus reivindicaciones por sobre la (falsa) legalidad de los mandamases.

El México real es el que apela a sus movilizaciones y a su autorganización, para construir poder en las conciencias y en los hechos, contra viento y marea, como hace la APPO en Oaxaca, a pesar de la bestial represión y de los asesinatos y torturas. Ese proceso recién empieza: la autonomía, la autogestión, la autorganización comenzarán a generalizarse en la medida en que se agrava la actual crisis de dominación, la disgregación del aparato legal estatal (Presidente, Congreso, justicia, tribunal electoral) y en que la hegemonía cultural de la derecha se resquebraja crecientemente debido al desprestigio de los intoxicadores de la opinión pública.

Más que nunca, hay que responder a ese México con ideas e iniciativas políticas. El tremendo retraso inicial de la otra campaña para apoyar a la APPO y su decisión de seguir como si nada por el norte cuando el campo de batalla está en Oaxaca y en el Distrito Federal, traba la constitución de un frente entre la APPO, la otra campaña y el rudimento de convención nacional democrática (CND). Por supuesto, no se trata de que la otra campaña se subordine a la APPO o se integre en la CND, sino de que trabaje junto con esas organizaciones, hombro con hombro, pese a las diferencias políticas, con quienes rechazan el fraude, el robo, la violencia del Estado, la injusticia, la discriminación, la explotación.

Hablar irresponsablemente de que López Obrador a lo mejor ya vendió la CND, ahora, es creer que quienes lo apoyan son borregos, incapaces de pensar y de querer; es separarse, no de AMLO, sino de las masas que lo siguen. Decir que hay que comprender lo que motiva a éstas es justo, pero entonces hay que estar junto a esos sectores en sus reivindicaciones, aunque no en sus ilusiones sobre su dirección transitoria, y no hay que centrar toda la crítica y la atención en los aspectos peores del clásico caudillismo mexicano (sin pretender similitudes entre gente de muy diverso calibre, ¿Zapata y Villa eran impolutas monjitas?, ¿Lázaro Cárdenas era acaso un político suizo?).

El nacionalismo todos los nacionalismos, incluso los de las víctimas frente a los opresores es excluyente y verticalista y está lleno de viejos símbolos reaccionarios, como las águilas estadunidenses o mexicanas, símbolos ominosos del poder sobre las personas. Pero para superarlo hay que construir sobre ideas superiores, y llama la atención que los críticos de la CND se olviden de la autonomía, de la autogestión y del frente único para hacer posibles estas necesidades de los oprimidos de México, que no creen ni en partidos ni en instituciones, pero deben crear aún sus instituciones y su frente único, su "partido" plural, en alternativa al capitalismo. Decir que porque las elecciones son espurias los diputados de la oposición deberían renunciar es falso. Equivale a oponerse a toda elección, por principio, porque en un régimen capitalista todas son espurias. Y a no comprender que es deber de la izquierda utilizar todas las posiciones, incluso parlamentarias y resultante de que los capitalistas no pudieron evitar conceder curules a sus adversarios en su elección fraudulenta, pero para lograr la organización independiente y antinstitucional de los oprimidos y explotados.

Los parlamentos sirven para presentar proyectos de ley necesarios para el país y para los pobres, sean o no aceptados, y luchar por hacerlos realidad, organizando, elevando la conciencia y organizando. Si la izquierda en ellos se limitase a combatir en la institución contra la derecha, sin trabajar por una alternativa, se hundiría en el descrédito junto con las instituciones parlamentarias mismas. Precisamente por eso es que hay que exigir, no que renuncien, sino que cumplan su papel. Sólo eso separará la paja del trigo, los Núñez (por citar sólo uno) de las Rosario Ibarra, y elevará el debate político ante todos, llevándolos al terreno de las ideas.

Diario de Guerra


José Agustín Ortiz Pinchetti


Un día especial

¿Por qué a pesar de la campaña de mentiras y calumnias, del cerco mediático, AMLO, sin dinero ni acarreos, logró atraer la mañana de la entronización de Calderón a cientos de miles de personas que marcharon en orden admirable desde el Zócalo hasta el Bosque de Chapultepec? ¿Cómo explicarse que este hombre, que ha desafiado a las instituciones y a los grupos de interés protegidos por ellas, se haya convertido en el único líder de oposición verdadero? ¿Cómo ha conseguido alentar y mantener a la primera alianza de izquierda?

En contraste, Felipe Calderón ratificó en su anodino discurso inaugural lo que todos sabíamos: no tiene el tamaño para gobernar a México. Tuvieron que coaligarse las mafias y monopolios que son el núcleo de poder en México para que pudiera robarse la elección. Se fijaron más en sus debilidades que en sus méritos para apoyarlo. Sus esperanzas están en manipularlo a su antojo.

¿Y el ritual del cambio de poderes? En la zona del Palacio Legislativo fue necesario suspender las garantías individuales. Una buena parte del Ejército Mexicano y de la policía federal ocuparon posiciones estratégicas como si la ciudad estuviera a punto de ser atacada por un enemigo poderoso. Mientras tanto, el mitin multitudinario de los opositores fluía libre y entusiasta en el Zócalo, a dos kilómetros de distancia. Y luego lo mediático: Fox y Felipe inventaron un procedimiento de cambio de poderes en Los Pinos remedando las fórmulas legales para violarlas. En San Lázaro, previamente los panistas se apoderaron de la sagrada tribuna, que tuvieron que compartir día y noche con los perredistas, mientras que los priístas gozaban en grande.

PAN y PRD lograron al fin un acuerdo (joya del anecdotario): estipularon aquellas agresiones que podían darse y las inadmisibles. El espíritu del marqués de Queensberry sopló sobre los legisladores. Se prohibió arrancar las curules, emplear armas punzocortantes y golpes bajos. Pero se permitió sacudirse el polvo e insultarse a partir de las 8 de la mañana. El pacto fue escrupulosamente cumplido.

Luego vino la toma de protesta de Felipe. Una película cómica: el larguirucho Fox portando la banda que ya había entregado la noche anterior, entró protegido por oficiales del Ejército vestidos con ropas domingueras. Lo sigue el pequeño Calderón. A codazos los guardias garantizan la entrada. En menos de tres minutos se arma el Congreso nacional, se declara el quórum, se toma protesta y salen corridos los dos personajes. Calderón dio la impresión de que se robó la banda. Un tercer acto en un Auditorio colmado de panistas e invitados. Mala imitación del rito inaugural de la presidencia imperial. Calderón no alude a la situación de crisis que vive el país. Ni una palabra sobre Oaxaca. Nada que pueda dar una clave de cómo puede salir de la ilegitimidad de origen. Insiste en el diálogo que él mismo hizo imposible al negar el recuento de los votos como su propio rival y el sentido común exigían.

Se dice que la confrontación debe terminar, pero va a continuar, aunque sea por nuevas vías.

jaop@prodigy.net.mx