lunes, febrero 05, 2007

Batidillo

Julio Hernández López

Nunca la historia presidencial mexicana había tenido el caso de alguien que al iniciar su reinado sexenal parecería ya estar en las últimas. A un par de meses de haber entrado por la puerta de atrás a una sede legislativa tomada militarmente, el saldo de Felipe Calderón es altamente negativo: en lo económico vive las consecuencias de su error de enero, la convalidación de las maniobras de especulación con el precio del maíz; en lo militar, pasó de su caricaturesca indumentaria de gorra y casaca al incumplimiento de sus promesas de "velar" salarialmente por la tropa, convertido ya en personaje atrapado en la cúpula del verdadero poder tras la gorra, el verde olivo; en lo diplomático sufre desgaste y menosprecio, sobre todo en relación con los gobernantes latinoamericanos de "izquierda" y en particular respecto a Hugo Chávez. En lo político vive el diario reto del presidente de su partido, Manuel Espino, y la presión de la pareja presidencial que no desea solamente impunidad para los negocios del pasado, sino vía libre para asentarse como un poder paralelo (en plural, si se desea extenderlo a todo el gabinete felipense).

La principal apuesta que quiso poner sobre la mesa, la de la mano dura en materia de narcotráfico y seguridad pública, cada vez queda más evidenciada como una maniobra propagandística de reacomodo del mercado nacional productor de estupefacientes que acabó manifestando la incapacidad del Estado mexicano para controlar en casa a los capos no deseados o no arreglados y por ello ese Estado se declara tutelado por el gran poder gringo de las cárceles hasta ahora a prueba de fugas por las puertas grandes.

El temprano batidillo comienza a desbordar el calderón hirviente. El compromiso de dar continuidad a los proyectos foxistas hace que el abogado Calderón no pueda hacer nada para resolver el problema sindical minero que en Michoacán ha vuelto a la etapa sangrienta (el ex secretario del trabajo, Francisco Javier Salazar, mientras tanto, se pertrecha en el santuario Espino, el hijo de Salazar, del mismo nombre, ocupa la presidencia de la Comisión Reguladora de Energía, donde lo había nombrado Fox). Y ya está en puerta la el primer aniversario del crimen industrial-gubernamental cometido en Pasta de Conchos, y también la conmemoración de los días en que sonó la claqueta para iniciar el rodaje de la cinta que continúa en cartelera: El reino del terror para aparentar que se gobierna, escrita bueno, en realidad fue escrita por algún Premio Nobel en busca de nacionalidad- por Fox y continuada por Calderón.

En ese marco de depreciación acelerada, el renegado Manuel Espino hace como que le reconoce autoridad al presidente impuesto (es decir, que se va imponiendo, acostumbrando, a que el dirigente blanquiazul le juegue las contras) pero al mismo tiempo abre nuevas vías de golpeteo. Apenas pasado el episodio español, en que Espino puso en apuros a Calderón por criticar a José Luis Rodríguez Zapatero cuando el michoacano se aprestaba a reunirse con el presidente hispano, ahora el buen Manolo ha tenido a bien nombrar la soga de la presunta popularidad en la casa del precozmente ahorcado: que la gente se desvive por aclamar al esposo de la señora Marta, dice el rey del fuego amigo, Manuel no Es Fino. ¡No me defiendas, compadre de Chente!

Astillas:

El pasado viernes, Andrés Manuel López Obrador dio una conferencia en el campus Cholul de la Universidad Modelo, en Mérida. Allí, Jorge Nava Méndez ("un joven de aspecto rasta, estudiante de Letras Hispánicas y aficionado al jazz", según descripción del Diario de Yucatán, del que se toma la transcripción del posterior diálogo) le pidió al perredista decir algo sobre el caso de la ex panista que ahora es postulada al poder por el sol azteca y otros partidos. Nava Méndez planteó que originalmente Eric Villanueva buscaba ser candidato del PRD a la gubernatura, "pero hubo intereses, dinero, se armó un desmadre y ahora está en su lugar Ana Rosa Payán. La neta, no sé qué sucedió, pues se puso en el cargo a la Payán. ¿Eso te perjudica, te da igual o qué onda?" Tan preclara búsqueda de la neta mereció una evasiva laberíntica: "Yo estoy enfocado a construir una red ciudadana para lograr la transformación que propongo. Este asunto lo está tratando el frente, y sus dirigentes tomarán en cuenta tu punto de vista y el de otros, antes de decidir sobre esto. No quiero involucrarme en eso. No diré ni media palabra al respecto, porque no me corresponde". A buen entendedor, pocas palabras. Bueno, media palabra. Bueno, ni media palabra...Otra buena noticia para los perredistas: dice el secretario general chuchista, Guadalupe Acosta Naranjo, que en el próximo congreso nacional de su partido se debatirá el tema de las alianzas con el PRI, pues para enfrentar a la derecha se necesita la máxima apertura posible. No lo van a creer sus mercedes, pero a la buchaca indiscreta de un tecleador astillado han llegado rumores de que los estrategas de Beatriz Paredes (uno de ellos, chaparrito y peloncito, pero sin lentes, aunque sí con mucha oreja) tratan de convencer a algunos poderosos, que se muestran rejegos respecto al empoderamiento del huipil, con la tesis de que la tlaxcalteca dividiría a la izquierda perredista y abriría caminos de "reconciliación" o alianzas a los segmentos del sol azteca que no están conformes con AMLO... Arturo García Portillo, secretario de estrategia del comité nacional panista, anuncia que el PAN ayudará a los partidos opositores a Hugo Chávez en Venezuela... ¿Alguien esperaba algo distinto de Francisco Ramírez Acuña? El héroe de la represión en Jalisco sólo confirma su talante con hechos como la censura primitiva e intolerable de programas de televisión que no embonen con la verdad oficial (ya sean en tiempos electrónicos a disposición de partidos, o en contrataciones particulares, como en Televisión Azteca)... Y, mientras Carlos Salinas se apunta, con un mil de calificación, luego de sus pleitos crónicos, para embajador calderonista en Cuba, ¡hasta mañana, sin olvidar Oaxaca, Atenco y Pasta de Conchos!

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