Es decir, no sólo los Estados Unidos llevó la muerte y la desolación a Irak para robarle sus recursos sino que además cuatro millones de iraquíes han tenido que huir de su país provocando una gran crisis humanitaria. Los invadieron, los mataron, los desplazaron y los están robando.
Kyra Núñez
La invasión de Estados Unidos a Irak ha provocado el desplazamiento de cuatro millones de iraquíes, advirtió ayer el Alto Comisariado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), al destacar que se requieren miles de millones de dólares para asistir a esa población.
El vocero del ACNUR, Ron Redmon, al interior de la nación ocupada hay 2.1 millones de desplazados y más de 2 millones en los países vecinos como Siria, Jordania, Egipto, Irán, Líbano, Turquía y estados del golfo Pérsico.
Por otra parte, Amnistía Internacional (AI) advirtió que Medio Oriente se encuentra al borde de una nueva crisis humanitaria a menos que la Unión Europea, Estados Unidos y otros países adopten medidas urgentes y concretas para asistir a millones de víctimas del conflicto, de la persecución y la violencia en Irak.
El éxodo se agudizó desde febrero de 2006 con los ataques a la mezquita del domo dorado en la ciudad sunita de Samarra, lo que provocó una ola de violencia sectaria entre sunitas y chiítas, y orilló a que más de 800 mil personas abandonaron sus hogares.
La alerta de AI junto con el informe de ACNUR fueron difundidos en vísperas de la conferencia internacional sobre las necesidades urgentes de refugiados y desplazados internos en Irak y en países vecinos, al que el ACNUR convocó del 17 al 18 de abril en Ginebra con objeto de atraer ayuda internacional.
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