lunes, mayo 28, 2007

Tensión y disturbios en el último día de RCTV; 11 policías heridos

Festejan simpatizantes del presidente Chávez el inicio de transmisiones de Tves
Rechaza ministro de Comunicación que haya un plan para privatizar el espectro radioeléctrico

STELLA CALLONI, REDACCION

Policías contienen a manifestantes que protestaron ayer afuera de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones por la negativa del presidente Hugo Chávez a renovar la concesión a Radio Caracas Televisión Foto: Ap

OTROS DE LOS QUE SE DICEN "PACÍFICOS", FASCÍFICOS, QUE....

Caracas, lunes 28 de mayo. Una fuerte tensión se vivió en Venezuela hasta la medianoche del domingo, cuando la señal de Radio Caracas Televisión (RCTV) dejó de transmitir, luego que el gobierno del presidente Hugo Chávez decidió no renovar la concesión firmada hace 53 años. En su lugar surgió la estatal Televisora Venezolana Social (Tves), que centrará sus mensajes en la educación y la cultura de los venezolanos.

En los últimos tres minutos, RCTV difundió imágenes de simpatizantes de la compañía privada que entonaron el himno nacional venezolano y en punto de las 24 horas la pantalla se oscureció, para que instantes después entrara en su lugar la barra de colores que identifica a Tves, con la leyenda "ahora el compromiso es mayor".

Al mismo tiempo, con un masivo cohetazo la nueva emisora inició sus actividades desde el teatro Teresa Carreño, donde se congregaron simpatizantes del gobierno para celebrar la primera emisión de Tves.

Unos festejaban y otros -empleados de RCTV- hicieron declaraciones de despedida, lloraron ante las cámaras, entonaron la canción Cuando un amigo se va y reiteraron las acusaciones en el sentido de que la cancelación de la concesión es un "ataque a la libertad de expresión".

Voceros gubernamentales dijeron que los empleados de RCTV podrán ser absorbidos por las numerosas compañías que conforman el emporio mediático de un país donde los medios privados controlan más de 90 por ciento del espacio radioeléctrico.

En la tarde hubo incidentes cuando un grupo de manifestantes opositores intentó ingresar a la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) atacando a los policías que resguardaban el lugar, lo que fue repelido por la policía con chorros de agua y gas lacrimógeno.

Algunos manifestantes opositores intentaron convencer a los más exaltados, cuya acción dejó 11 policías heridos. Pero más tarde se informó de nuevos incidentes en otro punto de la ciudad.

Todo esto sucedió en un complejo escenario con las manifestaciones opositoras, que se incrementaron en estos dos últimos días, pero que en ningún momento alcanzaron la magnitud de las de años anteriores.

En tanto, los seguidores del gobierno de Chávez, en el que destacan mayoritariamente los sectores populares, festejaban con bailes, música y pancartas el adiós a RCTV y la apertura en ese espacio de Tves.

La repercusión al interior del país, "magnificada por las repetidoras de los medios masivos que unificaron su discurso a nivel mundial, salvo algunas raras excepciones", llevó a funcionarios gubernamentales a advertir sobre las "injerencias externas".

María Alejandra Díaz, directora de Responsabilidad Social del Ministerio de Comunicación e Información, llamó por la tarde "a la cordura y a cumplir las leyes", y también exigió a las organizaciones internacionales "respeto a las instituciones venezolanas".

Esto estuvo dirigido a las declaraciones de la Sociedad Interamericana de Prensa en Caracas, cuya directiva sostuvo, entre otras cosas, que negar la renovación de la concesión a RCTV no está apegado a derecho, lo que fue calificado por Díaz como una "injerencia en la política del país".

El ministro de Comunicación e Información, William Lara, había mencionado antes que la televisión privada seguirá teniendo "buena salud y larga vida" en el país, al tiempo que descartó que exista algún "plan para estatizar el espectro radioeléctrico venezolano. Por el contrario: con la nueva tecnología digital se quintuplica el número de canales y entiendo que se eleva la calidad técnica de la señal", dijo.

También recordó que RCTV fue cerrada en varias ocasiones por gobiernos considerados democráticos, por varios de los países que protestan hoy por la revocación de la concesión a esa empresa.

A Venevisión sí le renuevan licencia

El ministro Lara recordó también que el Gobierno Nacional renovó la señal radioeléctrica a varios medios de comunicación privados, a los que se les vencía la licencia este 27 de mayo, incluida Venevisión, del magnate Gustavo Cisneros.

En 2004 este empresario mantuvo un encuentro con Chávez, promovido por el ex presidente estadunidense James Carter, en momentos en que el mandatario venezolano fue respaldado masivamente durante el plebiscito realizado con base en un artículo de la nueva Constitución de 1999, que demanda la revalidación o invalidación del mandato presidencial a la mitad del mismo.

A partir de ese momento, Venevisión mantuvo una posición más equilibrada en sus contenidos. También se renovó la concesión de la estatal Venezolana de Televisión.

Lara, por otra parte, mostró tres emisiones de Globovisión y de CNN en inglés, para ejemplificar la "manipulación y falta de ética" en la información, ya que escenificaba la "violencia en Venezuela" con imágenes de otros casos en el mundo, incluso las de una manifestación en México contra el asesinato de un periodista.

En la cobertura del domingo de CNN, las entrevistas estuvieron orientadas a demostrar que se trataba de un "cierre". Enlazada directamente con Globovisión de Venezuela, CNN estableció contacto con cadenas de otros países como la colombiana Caracol y TV Azteca de México, que expresaron mensajes de solidaridad con RCTV.

Luego del fin de transmisiones, CNN entrevistó al canciller venezolano, Nicolás Maduro, quien afirmó que lo visto en la televisión venezolana es "el inicio del fin de la dictadura mediática".

La decisión de Hugo Chávez recibió también apoyo de organizaciones populares de todo el mundo, incluidos algunos representantes de Izquierda Unida de España, donde el próximo 2 de junio habrá una manifestación en apoyo de Venezuela.

"La no renovación es una decisión soberana del Estado venezolano tal y como establece su legislación y la ley internacional (es así en todos los países). No constituye ningún atentado contra la libertad de expresión. Se trata de la no renovación para frecuencia pública VHF y no supone en ningún caso un cierre ni expropiación, como interesadamente difunde en los grandes medios nacionales e internacionales", dice un comunicado de organizaciones españolas solidarias con el gobierno venezolano.

Advierten sobre demandas

Por la noche, el ministro Lara informó que el gobierno de Chávez demandará a los medios de comunicación que traten el caso de RCTV como si fuera "un cierre" y no el fin de una concesión.

El gobierno asegura que "este nuevo canal demostrará al mundo la capacidad que tiene el pueblo venezolano de hacer televisión de calidad", en oposición a lo que se considera como desculturización, violencia extrema de películas estadunidenses, pornografía y otros contenidos que afrentan a una población "que ahora accede a la educación, está alfabetizada y participa en todos los aspectos de las medidas gubernamentales".

Convirtió en "cierre" la decisión gubernamental de no renovar una "concesión", dice

La oposición llevó su "eje desestabilizador" al plano mediático internacional: Chávez

Los medios legislan, acusan, juzgan... "según las necesidades del poder": intelectual venezolano

STELLA CALLONI ENVIADA

Caracas, 27 de mayo. La oposición política debilitada por repetidos fracasos electorales y por intentos frustrados para derrocar al gobierno constitucional -incluido un golpe de Estado en abril de 2002- trasladó al escenario mediático internacional "el eje de una nueva actividad de desestabilización", que se evidencia en marchas, arengas y panfletos que circularon en los últimos días dentro y fuera del país, advirtió el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, al analizar en diversos foros la campaña de la emisora Radio Caracas Televisión de Venezuela (RCTV) contra la cancelación de su licencia para transmitir por señal abierta.

La estrategia consistió en tergiversar "en forma absoluta" lo que fue una decisión gubernamental de no renovar una concesión de espacio radioeléctrico a la cadena, que expira este 27 de mayo a la medianoche, convirtiéndola informativamente en un "cierre" que tuvo la intención de darle una connotación distinta, sin aclarar que ese medio maneja un enorme espacio comunicacional en el país.

Esa estrategia fue impulsada hasta este domingo cuando el presidente de la Sociedad Interamericana de Prensa, Gonzalo Marroquín, condenó al gobierno venezolano por haber retirado la concesión, "más allá de la legalidad o no", o del derecho del Estado a decidir sobre la renovación o no de una licencia, ya que "esto no debe servir para castigar o premiar" a unos o a otros.

En tanto, en Argentina y otros países de la región, hubo manifestaciones en favor de la decisión oficial en Venezuela, uniéndose a los intelectuales del mundo que conforman las Redes en Defensa de la Humanidad y que en días pasados en Caracas y Bolivia se solidarizaron con la "decisión soberana" del gobierno y condenaron la manipulación del "gran poder mediático", alrededor de esta noticia.

Intelectuales británicos enviaron una carta a Chávez en la que advierten que "este no es un caso de censura" y recordaron que en Venezuela "más de 90 ciento de los medios son de propiedad privada y virulentos opositores al gobierno de Chávez. RCTV, lejos de ser silenciada, tiene permiso para transmitir por satélite o cable. En Venezuela, así como en Gran Bretaña, las estaciones de televisión deben ajustarse a las leyes y regulaciones que gobiernan lo que pueden transmitir. Imagínese las consecuencias si se hallara que la BBC o IVT son parte de un golpe contra el gobierno. Venezuela merece la misma consideración".

También señalaron que RCTV utilizó su acceso a las ondas públicas "para repetidamente hacer llamados al derrocamiento del gobierno, brindó apoyo práctico esencial" durante el golpe de Estado de 2002 y avaló la derogación de la Constitución, el cierre de la Asamblea Nacional, del tribunal supremo y otras instituciones del Estado.

"RCTV exhortó al público a tomar las calles y derrocar al gobierno" y no fue castigada por eso.

Por su parte, analistas de los ministerios de Telecomunicaciones y de Comunicación e Información consultados en estos días por La Jornada advirtieron que "considerando el inmenso poder de los medios de comunicación privados en Venezuela, que tienen repetidoras a nivel internacional y el apoyo político y económico de Estados Unidos, esta acción que se está desarrollando está destinada a incidir para otro nuevo intento de derrocar al mandatario".

La campaña es calificada como una acción de "guerra sicológica", a fin de lograr con apoyo internacional una "insurreccción popular" con "otros condimentos", que el gobierno parece tener ya ubicados.

Los medios venezolanos privados -entre los que se destaca en este caso Globovisión- volvieron a repetir el esquema de lo actuado en el paro patronal de 2001, el golpe de Estado de 2002 y la huelga petrolera -con sabotajes incluidos- entre ese año y principios de 2003, y "ahora tuvieron el acompañamiento de los medios de un poder concentrado en escasas manos en el mundo".

Uno de los panfletos profusamente repartidos por la oposición dice entre otras cosas que "en la presidencia de la república hay un usurpador ilegal e ilegítimo", al que califican de "dictador" después de lo cual se plantea que "no hay salida electoral" y que la única salida es "la rebelión", instando a prepararse "para la lucha" con la firma de una Junta Patriótica.

También en estas horas, la oposición -además de un visible desabastecimiento de productos básicos en las últimas semanas- usó las sirenas de alarma que se utilizan para anunciar grandes noticias en lo que llamó "el sirenazo", a lo que se unió un "pito de sonido clave" en clave "morse" de SOS, que se puede mandar por correo electrónico a todo el mundo, para "alertar sobre los riesgos que está corriendo la libertad de expresión en Venezuela", según el llamado "Comando de la Resistencia". Nuevamente los medios privados son los que convocan a las manifestaciones opositoras.

Los analistas estiman que ante los sucesivos triunfos electorales del gobierno, "sometidos a observación internacional en todos los casos, la oposición está ante uno de sus últimos intentos de derrocar al mandatario".

El uso de paramilitares por parte de terratenientes y empresarios, como los recientemente detenidos con un arsenal, indicaría que no se había pensado solamente en una "pacífica marcha" de cacerolazos y sirenazos; en estos casos parece imposible evitar la comparación entre lo actuado por Estados Unidos en Chile contra el presidente Salvador Allende durante el golpe de Estado que encabezó el ex dictador Augusto Pinochet en septiembre de 1973.

El intelectual y escritor venezolano Luis Britos García señala al respecto que "en otros tiempos era condición del éxito de un golpe de Estado mantenerlo en secreto. En la mediocracia, su triunfo depende de que se divulgue hasta la saturación su inminencia, hasta que el público lo acepte como un hecho cumplido".

Britos García es autor de uno de los libros más importantes y documentados en la región sobre la manipulación mediática amplificada por nuevas tecnologías, bajo el título Venezuela: investigación de unos medios por encima de toda sospecha.

El escritor señala que en estos tiempos los medios del poder concentrado actúan como "partidos políticos, tribunales, jueces y partes, o como legisladores que validan o invalidan constituciones, presidentes elegidos democráticamente. Además llaman abiertamente al golpe de Estado, la guerra civil, la discriminación de todo tipo, crean y desaparecen dirigentes, según las necesidades del gran poder. Trazan estrategias y programas, utilizan suposiciones como hechos verídicos, delitos de lesa humanidad pueden ser presentados como hazañas y crean redes que pueden suplantar a todos los poderes, sin responsabilizarse por sus actos, además de excluir y censurar ideológicamente a quien no esté en su línea", entre otras prerrogativas.

El blanco de ataque de estas horas, además del presidente, es la Televisora Venezolana Social (Tves), cuyo inicio de transmisiones está previsto para este lunes con una "gala musical", y el estreno de una película sobre la vida del libertador Simón Bolívar, filmada en Venezuela por la productora Villa del Cine, como informó la periodista Lil Rodríguez, la presidenta designada para encabezar la nueva empresa.

Chávez en su ratificación del llamado a la oposición a acatar "de manera cívica" las decisiones del Estado y advertir, sobre intentos de desestabilización, sostuvo que se tenía conocimiento de la preparación de sabotajes contra Tves, recomendando enfáticamente que "no lo hagan" y denunciando que los sectores más radicales de derecha en la oposición tienen un plan de ataque "y nosotros un plan de contraataque".

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