viernes, junio 29, 2007

Defensa de la Educación Pública

Los maestros no podemos permitir que Elba Esther Gordillo intervenga en el destino de los niños y de los jóvenes mexicanos. Ya es suficiente con su intromisión en la política nacional y su salto de rana del PRI al PAN para conservar el poder que adquirió por ser artífice de grandes traiciones y componendas millonarias. El entreguismo de maestros borregos del SNTE le ha permitido comprar conciencias baratas, pero hoy es distinto el panorama, se trata de seres humanos que constituyen el verdadero tesoro de México.

Después de escuchar las aberraciones que presentó como propuestas en Los Pinos, no tenemos más alternativa que revitalizar la resistencia y apagar la luz verde que le da Felipe Calderón para imponer su maquiavélica “transformación educativa”.

Elba Esther dejó de ser maestra hace muchos años. Se convirtió en represora y operadora política; perdió un tiempo valioso de investigación y lectura de pedagogos, sociólogos y filósofos de actualidad que podían enriquecerla espiritualmente, olvidó por completo lo que alguna vez aprendió en la escuela normal. La primera que necesita una evaluación de fondo es ella misma, lo mismo que la que calienta la silla que alguna vez ocupó José Vasconcelos; pero Vázquez Mota tiene la atenuante de ser un comodín del régimen usurpador, y como comodín no está obligada a tener noción de lo que es un proceso educativo y un valor humano. Todos sabemos que le ofrecieron la Secretaría de Gobernación y que tras el violento cobro de facturas tuvo que conformarse con la SEP. Pero, volviendo a la inmoralidad de Elba Esther para asumirse protagonista de la transformación educativa, tarea fundamental que requiere hoy el país, rebatiré con tres palabras cada una de sus propuestas.

-Crear escuelas rurales de tiempo completo (sin un proyecto educativo).

La construcción de competencias en los seres humanos es un proceso psicosociogenético de naturaleza cultural, y no tiene que ver con el tiempo (minutos- horas) sino con las mediaciones que el entorno ofrece para potenciar las capacidades del sujeto y generar con ello procesos
meta-cognitivos a la vez que meta-afectivos (Torres y Cols). Mantener a los niños de comunidades rurales apartados de su entorno no elevará la “calidad educativa”, al contrario, puede ocasionarles serios problemas por la imposición de normas ajenas a su cultura, como ocurrió a las niñas en las Villas de Chalco. Lo que sí beneficiaría a las zonas rurales es que, sin
menospreciar sus valores y tradiciones, se les ofrezcan espacios dignos para desarrollar las capacidades de sus niños con la guía de maestros bien remunerados y libres de ejercer su profesión.

-Utilizar nuevas tecnologías para ofrecer al alumno conocimientos, casi, de manera individualizada.

Por lo visto Elba Esther Gordillo desconoce las aportaciones que a la práctica educativa han dado autores como Sassure, Chomsky, Gardner, Perkins, Lavín, Piaget y Vigotsky, entre otros, sobre la importancia del aspecto social en el desarrollo del psiquismo. Para empezar, la lengua es un fenómeno social que surge del intercambio con los demás; pensar en individualizar la enseñanza revela la ignorancia que ha alcanzado a la lidereza en su senectud. Los años, si estamos dispuestos, pueden darnos sabiduría, pero ante la parálisis del pensamiento sólo nos dejan soberbia y cerrazón. Integrar al otro es la tarea más importante del ser humano, y a
partir de esa integración construir en colectivo un mundo para todos, no pequeñas islas en las que lo alcance la desolación; como ella misma que, en medio de su riqueza material, debe sentir la soledad de su mundo artificial.

Lo más importante que un niño aprende en la escuela es: lo que él es, a través de lo que sabe hacer, de lo que sabe decir a los demás y de la resolución no violenta de los conflictos de la vida cotidiana. Sólo en la mente de una persona que piensa en ella misma antes que en nadie (ropa de marca, cirugías plásticas, residencias, cuentas bancarias, etc) puede penetrar la idea de que se aprende más de manera individual, además, el individualismo y el egoísmo han probado ser los generadores de la injusticia y la violencia.

- Integrar un consejo que encamine la transformación del sistema educativo, con miembros de la SEP, del SNTE, de la CONAGO, de la ANUIES y de padres de familia.

Esto suena más a incremento de cargos administrativos que otra cosa. Seguir mermando el poco presupuesto destinado al trabajo dentro de las aulas.

¿Quiénes representan en estos momentos a la SEP, y qué autoridad moral poseen? Tecnócratas insensibles y burócratas amañados.

¿Quiénes representan al SNTE? Maestros adiestrados a base de permisos y sobresueldos, bajo las faldas de su lidereza.

¿Qué preocupación por la educación han mostrado la mayoría de los gobernadores? Ninguna.

¿Qué aporta la ANUIES para defender la educación pública, laica y gratuita? Todo lo contrario, su mira es la educación privada.

Por último, ¿A qué hora pueden los padres de familia integrarse a las actividades escolares?
El índice de participación de los padres en el quehacer educativo es muy bajo en la mayoría de las escuelas, esto por la falta de recursos económicos que los obliga a trabajar largas jornadas o luchar en el comercio informal para sostener a su familia.

-Crear una norma oficial NOM que regule la “calidad educativa” administrada por la SEP (o sea, la fórmula perfecta para perpetuar el autoritarismo y la burocracia; y seguir desviando el presupuesto a cargos obsoletos).

Por lo visto no le queda claro a la señora Elba Esther que la calidad de la educación no está en las formas modernas de abordar un conocimiento sino en el conocimiento mismo. El maestro Padilla, investigador mexicano, nos aclara que un conocimiento es de calidad cuando quien lo adquiere lo pone al servicio de los demás. De ahí nuestra baja puntuación en pruebas
internacionales donde se mide cuánto sabes y no cómo aplicas lo que sabes.

Esa serie de parámetros internacionales que nos quieren imponer el qué y el cómo han de aprender nuestros niños mexicanos, tiene como propósito influir en la formación de individuos productivos dentro de un mundo globalizado; poco les interesa, o más bien no les interesa la formación de seres reflexivos, críticos, libres y felices.

Las palabras no son inocentes, nos dice Sandra Lorenzano: “ las palabras tienen historia, filias y fobias, tienen afinidades, tienen carga afectiva, simbólica e ideológica...Las palabras no son inocentes y por eso el poder, los poderes, procuran controlarlas, cambiarles el sentido, limpiarlas de su carga o eliminarlas…Es preocupante lo que ha pasado en algunas instancias de
la SEP que borran de los programas prioritarios los términos “cultura”, “arte”, “difusión”, “talleres creativos” o “promociones artísticas y culturales”, y los sustituyen por: producciones académicas y curriculares”.

Eliminar el aspecto humanístico de la educación o anteponer el carácter académico sin fortalecer la espiritualidad de los alumnos mediante el arte y la cultura, conlleva a respuestas violentas, como nos muestran los casos de jóvenes desequilibrados en universidades de Estados Unidos.

- Importación docente de Estados Unidos para la enseñanza del inglés
obligatorio.

Con esta propuesta Elba Esther Gordillo se da el tiro de gracia, porque exhibe públicamente, en Los Pinos, su complicidad con Calderón para vender la educación pública a la inversión extranjera, además de revelar su absoluta ignorancia de lo que requiere este país para salir adelante.

Nadie puede negar que nuestra educación necesita una transformación de fondo, pero ésta no surgirá, de ninguna manera, de las cúpulas del poder económico, al contrario, se viene gestando en las bases y desde hace mucho tiempo. En México existen maestros preparados, científicos de la educación e intelectuales comprometidos para llevar a cabo una verdadera transformar mediante un Proyecto Nacional, y sobre todo dispuestos a defender la educación pública, laica y gratuita. Por todo el territorio los maestros trabajan diariamente en circunstancias adversas: bajos salarios, escaso material didáctico, presión de autoridades irracionales, pésimos programas de actualización y graves circunstancias que rodean a las familias de los alumnos que atienden. ¿En qué momento le han preocupado a Elba Esther
Gordillo los niños, y los maestros de México que ahora despoja de su pensión?, basta asomarse al edificio del sindicato para darse cuenta de que su prioridad siempre estuvo en otra parte.
Que no nos venga con el cuento de que ahora sí le importa la educación.

Profa. Patricia Romana Barcena.

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