martes, agosto 21, 2007

Una farsa, el proyecto de Calderón para superar rezagos del ISSSTE: Gustavo Leal

Se recurrió a cifras maquilladas y frivolidades, subraya el especialista
Advierte que el gobierno no podrá impedir las protestas contra las reformas a la ley de esa instancia

GABRIEL LEON ZARAGOZA

Hace unos días Felipe Calderón leyó sus Diez compromisos para la construcción de un nuevo ISSSTE; el acto se realizó en el Centro Médico Nacional 20 de Noviembre Foto: Marco Peláez

Las “buenas cuentas” presentadas por Felipe Calderón una vez que se cumplió el plazo de 90 días para superar los rezagos en el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) resultaron ser cifras maquilladas con demagogia y una serie de comentarios frívolos que no apaciguarán las movilizaciones en contra de las reformas a la institución que preparan en el país cientos de miles de personas que se ampararon, refiere en un análisis sobre el tema el especialista Gustavo Leal.

Sobre los presuntos logros, funcionarios de la institución reconocieron que “no se cumplieron del todo” los 10 compromisos presidenciales, porque “no eran para los 90 días”; sin embargo, destacaron, se sigue trabajando para abatir los rezagos.

Destacaron que en el periodo comprometido no se requirió la contratación de personal médico y de enfermería, toda vez que hubo “extensión de jornadas laborales”.

Las cifras de la institución detallan que de las 10 mil intervenciones quirúrgicas y estudios de gabinete pendientes de realizar, se practicaron 9 mil 312, lo que representó un gasto de poco más de 18 millones de pesos.

“El costo total del programa de combate al rezago en los servicios de salud fue de 19 millones 50 mil 249 pesos, de los cuales sólo 2 millones 580 mil fueron aplicados para pagar la subrogación de servicios. De haberse subrogado la totalidad de los programas, el costo para el instituto hubiera sido de 85 millones de pesos”, refiere el documento.

En el resultado institucional, se precisa que aquellas atenciones y estudios de gabinete que no se practicaron fue porque “no se localizó al derechohabiente” o “no aceptaron recibir el servicio de inmediato”; sin embargo, para el investigador esta justificación, que se repite en el apartado de las consultas con especialistas, además de estar por debajo de lo que se ofreció “es tratar de responsabilizar y victimizar de sus fallas al que no se puede defender: el paciente”.

En el comparativo del compromiso presidencial y los resultados alcanzados al término del plazo de 90 días, destaca que de los 18 mil derechohabientes que están en espera de una consulta con un especialista se logró atender a 71 por ciento de los demandantes, esto es, 13 mil 160 pacientes.

Cabe destacar que parte de los anuncios presidenciales de mayo pasado, mantienen tres meses después su carácter de compromiso; por ejemplo, en el acuerdo para evitar retrasos en la atención médica especializada a trabajadores y sus familias se mencionan mecanismos de fortalecimiento y reordenación de infraestructura por desarrollar a mediano plazo.

O el de que Hacienda y el ISSSTE “están concluyendo” los estudios para integrar el padrón de los trabajadores que se incorporarán a la seguridad social, que forma parte del compromiso de asegurar a “más de 300 mil trabajadores eventuales”, entre otros, “como un acto de justicia elemental y una responsabilidad del país”.

En materia de abasto de medicinas a las farmacias y el surtimiento a pacientes, entre las medidas “más importantes” destacan el adelanto de dos meses de abasto y la creación de una reserva “suficiente, para elevar y mantener el surtimiento” además de la promesa de adquisición de 900 millones de pesos en medicamentos, “para asegurar la disponibilidad necesaria durante lo que resta de este año y los tres primeros meses del próximo”.

Al respecto, el académico de la Universidad Autónoma Metropolitana señala que la pregunta no es por qué volvieron los medicamentos, sino por qué no estaban.

El instituto refiere que en lo que resta del año tendrá lugar la primera etapa del proceso de profesionalización y para ello ya se cuenta con los recursos necesarios. Sin embargo, aunque no ha tenido lugar este esquema, se aclara que 60 mil 955 son los “trabajadores beneficiados”.

Tras una revisión del programa de los 90 días, Gustavo Leal precisa que “es completamente demagógico” y obedece a una “acción desesperada” de Calderón para tratar de apaciguar la ola de amparos que presentaron trabajadores en el territorio nacional frente a la inconstitucionalidad de la reforma a la Ley del ISSSTE.

Agrega que el ofrecimiento presidencial de 7 mil créditos hipotecarios a jubilados y pensionados es “un insulto” para “una gente que tiene una esperanza de vida muchísimo menor que la que tienen los trabajadores activos, y da idea de la distorsión de la naturaleza frívola y superficial de los programas calderonistas”.

De la meta por duplicar la infraestructura hospitalaria, precisa que se trata de un proyecto vinculado con gran cantidad de obras que dejó pendientes Benjamín González Roaro (ex titular del ISSSTE), en las que se presumen “actos de corrupción”, toda vez que algunas a la fecha permanecen inconclusas.

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