sábado, septiembre 01, 2007

Admite Bachelet tras ola de protestas que es necesario mejorar los salarios

En Chile, estalla bomba con panfletos que llaman a realizar manifestaciones el día 11

AFP, REUTERS Y DPA

Santiago, 31 de agosto. La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, admitió hoy que “es indispensable avanzar hacia salarios más justos”. Las declaraciones se produjeron dos días después de una protesta masiva que el miércoles sacudió esta capital y varias ciudades del país, que terminó con varios episodios de violencia, más de 670 detenidos y medio centenar de heridos.

La mandataria añadió que todavía “hay deudas pendientes” en el país andino, y dijo creer “en el diálogo para llegar a acuerdos sin presiones ni violencia”. Con eso se refería a las manifestaciones convocadas el miércoles pasado por la Central Unitaria de Trabajadores, que terminaron en enfrentamientos con la policía, en demanda de una mejor distribución de los beneficios del crecimiento económico.

Las declaraciones de Bachelet se produjeron también después de que el jueves estalló una bomba de ruido y panfletos en la sede de la televisora Canal 13. Mientras el ministro de Hacienda, Andrés Velasco, grababa una entrevista en uno de los estudios y decenas de personas hacían fila para participar en uno de los programas de la emisora, en el patio trasero del inmueble explotó la bomba, que no causó daños ni heridos.

Aunque ninguna organización se adjudicó el ataque, los panfletos que dispersó el artefacto anunciaban protestas para el próximo 11 de septiembre, cuando se conmemorarán 34 años del golpe de Estado que derrocó al gobierno del presidente Salvador Allende y por el que el dictador Augusto Pinochet ascendió al poder.

El sacerdote Luis Jorquera, de 70 años, uno de los presuntos cómplices de la represión ordenada por el general Pinochet después de esos hechos, fue encausado hoy junto con otras 11 personas. Los tribunales lo acusan de participar en una de las matanzas de la llamada “caravana de la muerte”, operación destinada a eliminar a la oposición que estuvo comandada, entre otros, por Marcelo Moren Brito, el hombre que torturó en 1975 a la hoy presidenta Bachelet.

Los hechos concretos que se imputan a Jorquera y sus presuntos cómplices son la matanza de varios opositores, ocurrida el 19 de octubre de 1973 en Antofagasta, al norte del país. Ese día, el sacerdote presenció cómo los participantes en la “caravana de la muerte” degollaban a varios opositores en el cerro Topater. Se suponía que la presencia de Jorquera era para dar “apoyo espiritual” a quienes estaban a punto de morir, pero todos los ejecutados rechazaron hablar con él.

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