miércoles, septiembre 19, 2007

Cruzados Anti-Censura Censuran Canal del Congreso

Cruzados Anti-Censura Censuran Canal del Congreso


Los dueños de la única verdad, que han emprendido una Santa Cruzada contra la censura que supuestamente les impone el Congreso de la Unión, se desgañitan alegando defender la libertad de expresión y no sólo censuraron y siguen censurado a todos los que consideran "oposición", especialmente si se llama Andrés Manuel López Obrador, sino que ahora sacan de línea de transmisión al mismo Canal del Congreso.

Troglodita actitud de la Cámara de la Industria de la Radio y Televisión, a la que están afiliadas todas las empresas de televisión por cable (más conocidas por "cableras"), las que portan y llevan a los telehogares la señal del Canal del Congreso, limitada por conveniencias del foxiato que se negó a autorizar su expansión y que el fecalato confirma, fiel al "continuismo" que juró.

Lo peor de esta censura aplicada a rajatabla es que el supuesto "regulador" de esta actividad industrial concesionada —regulador que en teoría debería defender al ciudadano usuario, pero que en realidad sólo cuida y protege los intereses de la mafia empresarial— anda en Babia y cuando hay cualquier violación a los títulos de concesión o prestación del servicio, rehúsa intervenir y sólo pregunta "¿Y por qué yo?" (como institucionalizó un traidor a la democracia), pretendiendo reducir todo a un mero conflicto entre prestado y contratante de un servicio, o sea, un lío entre particulares, más del ámbito comercial y no de las telecomunicaciones. Su parcialidad se vio clara la noche del "Chiquihuitazo" y con la maniobra del "Proyecto 40", que fue un simple zarpazo depredador para robar una concesión, a ciencia y paciencia de "las autoridades reguladoras", ninguna de las cuales ha querido intervenir, por instrucciones superiores.

Para bien del país, el Congreso debe legislar con firmeza unos claros correctivos, lo mismo para los concesionarios de un bien público, como para los supuestos "reguladores", omisos y obsequiosos con los barones del espectro radioeléctrico.

Si la Cámara de Radio y Televisión está reclamando una censura inexistente, mejor que reclamen por una real, para que no sigan con sus mentiras. Si quiere "libertad de expresión", que empiecen por practicarla en su propia casa. Nadie puede exigir lo que desconoce.

Una vez más se comprueba la razón que tuvo López Obrador cuando exclamó "¡Al diablo con "sus" instituciones!"

Hoy sus mismos defensores las están llevando al diablo.

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