lunes, septiembre 03, 2007

En el mismo banquillo (España)

Equiparar a vencidos y vencedores, al gobierno democrático y al ejército fascista con el latigillo de “todos fueron culpables”

Víctor Caso

CiU anunció ayer que apoyará la Ley de la Memoria de Zapatero si recoge los “abusos” cometidos por el “bando” republicano en la Guerra Civil.

Es el titular de hoy en los periódicos. Las palabras no son inocentes y muestran toda su carga dialéctica contra cualquier reconocimiento honesto a quienes perdieron la Guerra Civil pero nunca la legitimidad. Precisaremos en primer lugar que no existía un “bando” republicano enfrentado a otro, el llamado a veces “nacional”. El “bando” era una democracia republicana y un gobierno legítimo nacido del sufragio universal contra el cual se levantaron algunos generales para imponer una dictadura militar, católica y represiva.

Y es que pretender equiparar a vencidos y vencedores, al gobierno democrático y al ejército fascista con el latigillo de “todos fueron culpables” o el de “en los dos frentes hubo violencia” es una afrenta por la que algunos no estamos dispuestos a pasar. En la guerra civil hubo verdugos y víctimas y vencieron los verdugos, imponiendo un régimen fascista que persiguió, masacró, asesinó y encarceló durante 40 largos años a todos aquellos que no comulgaban con el nacionalcatolicismo, enterrando cualquier ansía de libertad en el pueblo. El ejército franquista no sólo usó la violencia contra hombres y mujeres fuera del campo de batalla, sino que teorizó y defendió dicha violencia, de hecho, era necesaria para sus planes. Franco quería arrasar con toda memoria republicana, o lo que es lo mismo, con toda idea de libertad, igualdad, fraternidad y laicismo, entre otros valores identificados con las instituciones y Constitución republicana, y por ello ordenó el asesinato de maestros, concejales, obreros o intelectuales identificados con dichos valores. La República tenía que desaparecer del imaginario colectivo para imponer una sociedad sumisa e ignorante. A diferencia de esa violencia institucionalizada entre los rebeldes, el gobierno republicano sí intentó corregir los desmanes que pudieran realizarse en la España constitucional y no es un ejercicio de ciencia ficción decir que si hubiese ganado la Guerra Civil la República, jamás hubiéramos pasado por 40 años de represión.

CiU sabe, como coalición de derechas que es, que los homenajes a un momento de nuestra historia donde el pueblo tomaba sus decisiones y el primer intento serio de instituir un régimen democrático no comulga con sus intereses de clase, con su defensa de la economía de mercado y el neoliberalismo. Y es que CiU, pese a su retórica nacionalista, sabe que el Rey es el primer pilar en la defensa de ese mundo donde los banqueros triplican sus ingresos mientras que los obreros caen de los andamios sin que nadie diga nada. Ese mundo de mafias, de explotación laboral, de terrorismo en los andamios, de especulación, es su mundo.

Así, y para zanjar la cuestión, yo seré el primero en lamentar el asesinato de cualquier persona e incluso podría decir que todas las víctimas inocentes en la Guerra Civil son iguales, pero lo que no estoy dispuesto a admitir es que los dos ejércitos son iguales, o lo que es lo mismo, admitir que en la Guerra Civil no hubo verdugos. Los hubo, y algunos de sus herederos se sientan en el Congreso de los Diputados y en los principales Consejos de Administración de las multinacionales españolas. Por eso no quieren que se hable de la II República, no sea que abra la puerta a la III.

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