martes, septiembre 25, 2007

Fox y Calderón: Complicidad de mafiaLos de las "manos limpias"

México, D.F., 24 de septiembre (apro).- Los mexicanos deben tener una certeza sobre un asunto que les concierne y que seguramente les ofende: Vicente Fox, Marta Sahagún y su parentela seguirán ostentando, con toda desvergüenza, la riqueza que acumularon en un sexenio dedicado por entero a los negocios desde el poder.Porque si algún margen de duda queda con lo que manda decir Felipe Calderón a través de un ambiguo boletín de la Secretaría de la Función Pública (SFP), en el sentido de que el gobierno federal colaborará en las indagatorias del Congreso a Fox y su prole, conviene recordar el certificado de impunidad que extendió el titular de esa dependencia, Germán Martínez Cázares, a ese mismo personaje que seis años cobró como presidente de la República, militante --como todos ellos-- del Partido Acción Nacional (PAN).
Hace un año, a mediados de septiembre del 2006, conversé con Martínez Cázares sobre Fox y la riqueza que desde entonces ostentaba, luego de haber llegado, en la completa miseria, al cargo que seis años antes asumió. Allegado a Calderón, perfilado a una posición relevante, el ahora titular de la SFP afirmó que su compañero de partido era un hombre honesto, como sin mácula fue --aseguró-- su gobierno.
--¿No hay ningún acto de corrupción que pueda ser sancionado por el gobierno de Calderón?
--le pregunté.
--¡Metería las manos al fuego por Vicente Fox!
--¿Y por su mujer?
--Yo sólo meto las manos al fuego por la honestidad de Vicente Fox Quesada.Martínez Cázares, quien como diputado federal en el segundo trienio de Fox operó para evitar el desafuero de los dirigentes del sindicato petrolero por el Pemexgate --aunque por instrucciones de Calderón sí lo hizo en el caso de Andrés Manuel López Obrador-- y maniobró junto con el PRI para partidizar el Consejo General del Instituto Federal Electoral (IFE), anticipó que Fox no sería investigado por eventuales desvíos de recursos, de carácter público o los obtenidos mediante el tráfico de influencias.
--¿Para ti es irrelevante el trasiego de recursos para su rancho?
--Para mí son relevantes las pruebas que presenten. Yo públicamente, desde la tribuna, reté al PRD a presentar pruebas y yo las iba a presentar con ellos. Martínez aludía, entonces, a lo que era ya sabido y que ahora está más que nítido: el enriquecimiento de Fox, de sus hijastros, de Sahagún y de su parentela michoacana. Era claro, también, cómo desde la Presidencia de la República, y en coordinación con las escuadras de los magnates, se articuló una estrategia de la derecha para imponer a Calderón y estaba en sincronía con el pago de facturas.
“Había golpeteo político, no lo neguemos”, defendía Martínez a Fox y, como ahora lo hace en el boletín emitido por la secretaría que encabeza, traía al caso el sonsonete del estado de derecho: “Que se presenten (las pruebas) en las instituciones. Si hay delitos ahí están.”
Pero, enseguida, Martínez emitía, sin pregunta de por medio, el certificado de impunidad: “Creo que Fox es un hombre que tiene las manos limpias y yo metería las manos al fuego sólo por Vicente Fox.”
¿Puede esperarse algo de la SFP que encabeza Martínez Cázares? Obviamente no, porque --además de esas inequívocas declaraciones encubridoras-- se trata de una colusión a la manera de los grupos mafiosos: Calderón nada puede hacer contra quien fue factor fundamental en su imposición y, tal como ha ocurrido en episodios previos, a cualquier insinuación de ponerle un alto, Fox recuerda --con insolencia-- su contribución en el proceso electoral del 2006.
También es preciso puntualizar otro asunto al respecto: la comisión investigadora de la Cámara de Diputados, aprobada hoy lunes, muy poco podrá esclarecer respecto de la fortuna de los Fox-Sahagún y toda surte de pillos que con ellos ejercieron el poder, dentro y fuera de la administración pública.
Los diputados, si acaso, podrán darle vigencia al escándalo, porque las pruebas contundentes del enriquecimiento serán ocultadas desde el gobierno de Calderón y, además, Fox y Sahagún han aprovechado las conferencias que imparten para lavar el dinero del que ilegal e inmoralmente se apropiaron.
Pero no habrá impunidad para la pareja que se sigue asumiendo “presidencial” sólo porque estrenan un carguito en la matriz de la derecha internacional y se retratan, muy devotos, con Joseph Ratzinger: ya está claro que cuentan con el desprecio de la sociedad.
Apuntes
Por cierto, asoma la cabeza otro personaje despreciado por los mexicanos y coludido con los Fox, Sahagún y Calderón: Carlos Salinas. Factor clave en la trama para imponer a Calderón, Salinas se ufana de haber logrado revertir, en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) al menos la división de votos entre los magistrados y aun su eventual anulación: “El marcador estaba 3-3, con riesgo de 4-3, y yo lo puse en 7-0”, decía también en septiembre del año pasado. Salinas, aliado y cómplice del PAN y los panistas, reaparecerá, este miércoles, en El Colegio de México, en un foro sobre el Tratado de Libre Comercio (TLCAN). El tema es lo de menos: él viene a cobrar, también, facturas políticas y, por supuesto, económicas, incluyendo las de los negocios que tiene mediante prestanombres. Los panistas condicionaron la comisión investigadora sobre Fox a que involucre a los expresidentes priistas. A ver si se atreven… Por cierto, varios de esos personajes allegados a Salinas --como Víctor Flores, Claudio X. González y Luis Téllez-- son los “líderes” ante los que Calderón emitió un demagógico discurso, el viernes 21, que ha hecho llorar a sus jilgueros. ¡Cuán grande es la estatura del estadista Calderón! Y mientras, se desbordan los precios de los productos básicos para la mayoría de los mexicanos, la mitad de los cuales están en la miseria que no cura la infinita misericordia de los modernos fariseos, los sepulcros blanqueados que hablan de doctrina y de principios que, al mismo tiempo, pisotean…
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