jueves, septiembre 20, 2007

La crisis de representatividad y tú

Si las posturas políticas de Porfirio Muñoz Ledo o Manuel Camacho Solís no fueran publicadas en "El Universal" de cualquier manera se deberían someterse a su análisis, discusión y crítica. Como mexicano la Constitución faculta a todos los ciudadanos a discutir los asuntos políticos del país, asímismo los establece la Carta Universal de los Derechos Humanos. No manifiesto ésto para legalizar mis argumentos, sino los presentó como una expresión paralela a los más altos ideales de organización civil en nuestra Patria y en la Historia Universal que hay detrás del pensamiento político que pretendo plantear.

En sus inicios la estructura política del Gobierno Legítimo fue establecida sobre tres estructuras fundamentales: la Presidencia Legítima a cargo del C. Lic. Andrés Manuel López Obrador; los partidos políticos nacionales que conformaron la "Alianza Por el Bien de Todos" (PRD, PT y Convergencia que posteriormente conformarían el Frente Amplio Progresista); y la Convención Nacional Democrática formada por millones de delegados de las distintas regiones geográficas y corrientes ideológicas del país.

A la fecha, a pesar de su oposición, hemos visto que los esfuerzos del FAP no han sido exitosos en detener las reformas estructurales del Fondo Monetario Internacional (Ley del PENSIONISSSTE, por ejemplo) porque la sencilla razón de que no REPRESENTAN a la mayoría en las Cámaras Legislativas. Hoy sobreviene la desmoralización en nuestras filas que raya en el colaboracionismo como es en el caso de la reciente aprobada miscelánea fiscal con tintes de reforma fiscal (es decir los nuevos impuestos IETU, la gasolina, etc.). Muchas ya no recuerdan el Proyecto Alternativo de Nación que tanto les apasionaba y otros no creen en esta víspera, en el Renacimiento Americano que vemos en otras latitudes.

Para el caso de la Convención Nacional Democrática, como máximo órgano deliberativo su objetivo más profundo y apasionado es la construcción de una nueva República, sin el régimen de privilegios y corrupción actualmente imperante. Como Asamblea soberana, la CND llevó a cabo la elección del C. Lic. Andrés Manuel López Obrador como Presidente Legítimo quien cumple sus funciones con notable valor y RESISTIENDO las condiciones adversas imperantes.

Por otro lado, las tareas de organización de la CND están pendientes, desde mi particular punto de vista, mi idea desde la fundación de la CND, es que es muy claro que la transformación radical de nuestra República y sus instituciones de ninguna manera podría llevarse a cabo de manera unitaria por el C. Presidente Andrés Manuel López Obrador. Espero no abusar, al decir que él ha expresado su concidencia con este pensamiento en su expresión de que su gobierno consistirá en una "Presidencia Colectiva" y no una "Presidencia Unitaria", en un planteamiento desafiante que él ha hecho.

Mi idea sobre la CND, es decir, ésos millones de delegados, es que su deber es arrabetarle a la oligarquía, quienes hasta ahora se han encargado de destruir económica y socialmente nuestra democracia, todos los espacios de poder público, para llevar a cabo la "purificación de la vida pública", como el C. Presidente lo ha mencionado.
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El 2 de julio de 2006, observamos algo más que la violación a las reglas democráticas, observamos el carácter sinarquista (de aquéllos que se creen elegidos para detentar el poder y las riquezas) de una minoría que quiere negar el principio cusano establecido en nuestra República por el asesinado Lic. Francisco Primo de Verdad y Fray José Servando Teresa de Mier y Noriega: que la soberanía no pertenece a ninguna élite, sino que es originaria de los ciudadanos y que su capacidad de razón les permite el consentimiento razonado para con la autoridad para alcanzar el supremo objetivo de la organización política del Estado: el bien común. Hoy, una élite minoritaria encubierta no en la fuerza, ni el poder, ni la legalidad; sino en la promoción del terror, la mentira y la traición, quieren negarnos nuestro mañana. Hoy potencias extrañas se atreven a robarnos nuestra felicidad, tranquilidad, paz y unión. Nos recuerdan al viejo Porfirio Díaz cuando decía que la dictadura era necesaria porque el pueblo de México no tenía capacidad de decidir su propio futuro.

Por lo tanto considero que es un error de los activistas de la Resistencia Civil Pacífica mantenerse al margen de los procesos políticos de nuestro país como ha sido planteado por algunos de ellos confundidos, no sé si intencionalmente, en estos momentos que nuestros recursos naturales y humanos se ven grandemente amenazados. Por éso, invito a todos los interesados en reconstruir a nuestro país, a participar en la campaña de afiliación que la Liga Nacional de Comités Ciudadanos en Resistencia lleva a cabo para apoyar con nuestro voto a Alejandro Encinas como Presidente del PRD en el DF y vigilar que no haya la mano mañosa, que conocemos, con apariencia de limpia, en una acción conjunta que demuestre no sólo nuestro radicalismo pacífico, sino también la calidad de civil, es decir cívica de nuestra resistencia. Si no hacemos este esfuerzo, por pequeño y simbólico que parezca, no sé qué sentido tendría en noviembre celebrar la REVOLUCIÓN MEXICANA, si permitimos que la Libertad, la Justicia Social y la Democracia alcanzadas por este movimiento del cual nos sentimos continuadores, se desvanezca en el olvido de lo que pudo ser.

Después no nos quejemos de no ser considerados, pues como dijo nuestro C. Presidente: "La Democracia, como la Justicia, como la Libertad: no se imploran, se conquistan" y creo que esta acción no representará sino la manera más radical de detener de una vez y para siempre a la "izquierda legitimadora". Sé bien que el destino de la Resistencia Civil Pacífica, no será será de manera alguna ser víctmas masoquistas de una oligarquía decadente, sino por el contrario convertirse en los orgullosos constructores de una nueva República y como lo declararía nuestro antecesor el Padre Hidalgo: "una unión más perfecta".

Estoy seguro que a primera vista, mi propuesta no causará la Unión, sino la confusión, a la que me he referido entre los activistas de la RCP, y en ese caso, esos extremos que se unen: la Historia y el Destino, nos mostrarán la lección del triunfo que Allende estuvo a punto de alcanzar. Me refiero al Allende quien no fue respaldado por sus aliados en Chile y cuyo sueño está más vivo hoy que nunca, pero también al Allende que no logró convencer al Padre Hidalgo de tomar la Cd. de México y establecer definitivamente y para siempre, Nuestra Soberanía.

Juan José Mena Carrizales.

Secretario Técnico de

LA LIGA NACIONAL DE COMITÉS CIUDANOS EN RESISTENCIA

Casa Obradorista, Aztecas #800, Col. Ajusco, Del. Coyoacán

http://www.liganacionaldecomites.blogspot.com

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