martes, septiembre 18, 2007

Las lecciones del 15 de septiembre

Ahora sí que este 15 de septiembre dejó memoria por la intensidad y lo sucesos que se vivieron que para mí duraron desde el 14 hasta hoy 18 en que pretendo hacer una reflexión para, como dije, aprender de la experiencia que como toda enseñanza verdadera contiene dolor.

No voy a referirme otra vez a lo que ya se ha dicho respecto a la verdad de cada quien sobre lo que sucedió, porque eso, al menos de mi parte ya fue comprendido como tal, y como dicen los siempre sabios dichos populares "cada quien habla según le fue en la feria" o bien "nada es verdad ni es mentira todo es según el cristal con que se mira", lo cual en síntesis significa que todas las verdades son respetables, pero, siempre y cuando estén asentadas en principios sólidos de lucha por la libertad, la justicia y la democracia, y si están en congruencia con el modo de ser de las personas y su ideología, y sobre todo, que su motor principal sea el amor a sí mismo y a los semejantes.

A lo que quiero referirme, un poco retomando la idea de la revolución de la conciencia sobre la que escribí hace ya algún tiempo, emparentada con la idea del blog revoluciones, "el cambio comienza en ti" y que está relacionada con las modificaciones internas que el propio sujeto va haciendo justamente para que opere una revolución psicológica o de la conciencia que nos haga ver la realidad de manera distinta en función de la superación de problemas personales que en un momento dado inciden no sólo en nuestra propia felicidad sino en el triunfo de la lucha por el progreso y por los principios universales; les comparto, con toda la sinceridad de la que soy capaz (y esto lo digo porque aún cuando uno quiera ser totalmente sincera siempre hay algunos mecanismos de defensa que censuran cuestiones que para el yo sería intolerable hacer conscientes sobre uno mismo) que creo es suficiente porque llevo varios años trabajando en eso, las enseñanzas que a nivel personal me ha dejado todo esto con respecto al propio yo, a las relaciones interpersonales y a la realidad que contemplo.

1) Así como no hay que confiar cien por ciento en nadie, ni en uno mismo, tampoco es bueno desconfiar de todos.

Nadie es cien por ciento confiable simplemente porque todos somos humanos y nos equivocamos, yo por ejemplo, siento que me equivoqué en no quedarme al repudio y a desahogarme, pero aún así, no sé si el hecho de quedarnos todos los que estábamos hubiese hecho más fácil para el gobierno federal que los infiltrados en la multitud lograran provocaciones que motivaran una represión sangrienta exponiendo así a las familias, pero desafortunadamente eso no lo sabré nunca. Mi sensación de que me equivoqué tiene visos de egoísmo, porque "yo" quería desahogar mi repudio. En el caso hipotético de que se llevara cabo la supuesta represión si todos nos hubiéramos quedado, no estoy pensando en los demás, ni siquiera en mi misma, porque cierto es que no soy de las más calificadas en agilidad ni para echarme a correr a buena velocidad. De tal forma, la confianza no puede depositarse cien por ciento, ni siquiera en uno mismo respecto de las decisiones que toma, pero SÍ debe ser en un alto porcentaje, en quienes en otras ocasiones han dado muestra de solidaridad, incluyéndose a sí mismo y esto tiene que ver con la autoestima y la madurez. Y es ahí donde se asume la responsabilidad de nuestros actos dentro del contexto que sea antes de delegarla a los demás, porque eso es no ser libre.

Tampoco es posible que desconfiemos de todos porque esto acusa un delirio de persecusión que es justo lo que busca inculcar las estrategias de los gobiernos de derecha y de los medios para que a base del miedo que eso provoca y de la desconfianza per se puedan manipularnos como se les dé la gana. Sin embargo, cuando uno cuenta con conocimiento de acciones específicas de cierta gente sí hay que desconfiar y poner distancia.

2) La libre expresión de nuestras ideas debe defenderse a ultranza, uno no debe callarse, a menos que esté en peligro la integridad propia o de otra gente. La prudencia no significa cobardía, tiene que ver con la conciencia de que se está salvaguardando lo más por lo menos. Así, hizo bien Galileo al negar sus teorías ante la Inquisición, y también cuando al salir libre dijo para sí: "Y sin embargo se mueve". También es muy importante contar y contar nuestra experiencia, nuestra razón y nuestro sentir, sobre todo si es traumática para que vaya elaborándose y puede uno seguir adelante. Por ello, dentro de esto, me parece muy positivo que la Resistencia Civil Pacífica haya elaborado su manifiesto, eso es elaborativo, valga la redundancia, además de que sirve para dejar asentadas las experiencias y comunicárselas a AMLO.

3) He tomado conciencia de como un primer juicio resulta equivocado y luego puede hacer uno posterior que resulta mejor, aunque no tengo la seguridad total: ayer, recibí varios correos (7) pero dos de ellos eran Spam por tanto sumaban como 100, otro tenía el remitente de renegado 29g, otro de Lisandro Nava, y los otros eran Fuerasique, putasique, chingatumadre, en los que me insultaron de tal forma respecto a mi aclaración con Víctor que en un principio supuse que eran incondicionales de él y que erróneamente me identificaron como "traidora panista", no voy a repetir los insultos que me propinaron porque no es cuestión de andarlos ventilando, sólo diré que eran discriminatorios y que si así me trataron a mi, no sé que piensan de la respetable anciana de Zongolica o de la por mi adorada doña Rosario Ibarra quienes podrían ser mi mamá, además de las mentadas usuales y bastante soeces. Me sorprendió que dentro de las filas de la Resistencia hubiese semejantes personas que sin argumento alguno sólo me insultaban, pues nunca había conocido a nadie del movimiento que así se expresara, lo cual me sugirió otra idea, que eran de la derecha pues como tales se comportaban. Y entonces me incliné por esta consideración, ellos están muy al tanto de lo que ocurre en nuestros blogs y aprovechan todas las circunstancias para violentar nuestras relaciones y dividirnos, de manera que habrá que estar muy alerta con ello, esas son sus intenciones, es lo que quieren. No creo que estas personas sean seguidoras de Víctor porque si lo fueran, entonces sí estaríamos frente a verdaderos traidores, o por lo menos, es gente que es una basura y que no corresponde a nuestra lucha, simplemente por sus conceptos, por sus expresiones, por su conducta y por sus provocaciones. Nosotros no somos así entre nosotros, por muy enojados que estemos, siempre ofrecemos una explicación, al menos eso espero.

4) Frecuentemente tendemos a ver la paja en el ojo ajeno sin ver la viga que traemos en el propio, o lo que es lo mismo tenemos un mecanismo de defensa proyectivo que nos permite identificar el defecto del otro porque nosotros también lo tenemos. Ayer, dije que una de mis cualidades era la lealtad, lo que no dije y ahora que me dí cuenta y lo confieso es que creo que soy quizás tan soberbia como Víctor o más. Evidentemente que acepto su disculpa y hasta comprendo que cuando uno está enojado la agarra con quien menos vela tiene en el entierro, es frecuente y normal. Sin embargo, a pesar de aceptar sus disculpas y reconocer en él la humildad, o la conciencia, o la rectitud para reconocer el error que en otras ocasiones también ha externado y el que esté abierto a la critica y a la autocritica, me cuesta mucho trabajo perdonar y no olvido las ofensas ni los agravios. Quizás por ello me mantengo tan firme en "ni perdón ni olvido ante el fraude electoral", pero en este caso, creo que hago mal y es algo que tendré que trabajar para corregirlo. Curiosamento, sí tengo humildad para reconocer mis errores y hasta siento un alivio en hacerlo, sin embargo cuando alguien me ofende no soy capaz de perdonar ni de olvidar fácilmente, soy rencorosa. Me pasa algo así como que recuerdo el momento del dolor del agravio, vuelvo a revivir la rabia que me dio y esto me impide que avance en el proceso de la comprensión y la elaboración de lo que sucedió. Lo que sí puedo, es, de momento, ofrecer disculpas por no ser capaz de perdonar inmediatamente y procuraré hacerlo, lo que si no podré hacer nunca es olvidar, a menos que me diera Alzheimer.

5) Nunca debe uno considerarse infalible, siempre está la posibilidad de fallar en algo. Esto generalmente ocurre cuando se ha logrado cierto poder, recordemos la frase esa de "el poder corrompe", y esto lo lleva a uno a considerar que es infalible y aparece inmediatamente el autoritarismo. El reconocimiento de las fallas le permite a uno poner los pies en la tierra y ubicarse dentro de sus limitaciones. Precisamente una de las declaraciones de AMLO ha sido "el poder no me va a marear" y le creo hasta la médula porque está perfectamente consciente de que ello puede suceder y hemos visto que nunca ha sido autoritario por más que los rumores calumniadores lo tachen de eso.

6) Siempre hay que respetar los sentimientos de otros, por más que creamos que sus apreciaciones son equivocadas, aquella frase, creo que es de Voltaire "no estoy de acuerdo contigo pero defenderé hasta la muerte el derecho que tienes a decir lo que piensas". Personalmente no estoy de acuerdo en muchos de los sentires de la resistencia respecto a los sucesos, sin embargo, a través de un ejercicio de empatía, que vulgarmente es "ponerse en los zapatos del otro" puedo entender el punto de vista de los demás aunque yo no lo esté contemplando desde esa perspectiva.

7) Creo que es mejor ver primero el todo que el detalle, aunque a veces éste sea representativo del todo, pero como regla, hay que ver primero el todo para tener un criterio y un juicio más adecuado. Hay una prueba psicológica que se llama Rorschasch que son las manchas de tinta que todos conocemos y cuando se aplican, hay personas que sólo ven un pedacito y dicen lo que ven ahí, y hay otras que ven toda la mancha y dicen lo que ven ahí, esto significa que la persona es capaz de dar una idea del todo y no de la parte. Esto viene a colación porque si nos detenemos en una parte de los sucesos en vez de juzgar todo lo sucedido no tendremos un juicio general, sino parcial. Si por la experiencia de uno vamos a generalizar que fue la de todos estamos equivocándonos, si vemos cual fue la experiencia de la mayoría, ¡ojo! sin dejar de tomar en cuenta la de las minorías que siempre hay que darle su lugar dentro del todo, nuestra valoración va a ser más cercana a la realidad.

8) La importancia que tiene un amigo y alguien que te quiere bien con un criterio no contaminado por la emoción sino más objetivo, es fundamental. Cuando comencé a recibir los correos de insultos, muy madura, muy madura, pero tuve un adrenalinazo que todavía estoy sufriendo sus consecuencias, y estaba lista para llevar a cabo acciones totalmente viscerales y fuera de lugar, sin embargo, lo tuve a él conteniéndome y orientándome sobre qué hacer, y esto no tengo como agradecérselo, gracias a él ahora estoy tranquila y satisfecha de haber actuado con prudencia pero en la realidad no fue mía la prudencia, más bien se la debo a él. Qué valioso es un amigo. Ahí también tengo que trabajar pues reconozco que a veces soy muy pasional y que pierdo la serenidad.

9) Ya por último sólo quiero dar mi humildísima opinión sobre el comentario del Sendero que dice que la ropa sucia no se lava en casa sino que se desecha para que no contamine. Creo que tomando literalmente la metáfora esto nos conduciría a quedarnos sin ropa, porque imagínense ustedes si cada vez que la ropa se ensucia, se considera contaminante y se desecha, o seríamos unos consumistas de cagada (jajajaja, esto último es broma). No, creo que la ropa sucia debe LAVARSE, el que sea en casa, a veces sí y a veces no. Sí, cuando esto suponga que los demás por inmadurez o por desconocimiento van a confundirse, se van a dividir o se van a ir porque les da mucho asco ponerse ropa lavada o porque creen que esa ropa está contaminada, recordemos que no toda la ropa sucia está contaminada irremediablemente; y no, cuando hay que enseñarles a los demás cómo se lava la ropa sucia pero no contaminada para que quede limpia. Por otra parte, hay ropa que en efecto está contaminada y no hay detergente que la lave entonces sí hay que tirarla a la basura.

Ahí está mi reflexión y el ejercicio de conciencia que pudiera servir de guía para hacer la propia.

Sobre todo, esto debe conducirnos a la unidad, no me canso de repetirlo porque además de que estoy absolutamente convencida de que como dice la consigna "El pueblo unido jamás será vencido", AMLO tampoco se cansa de reiterarlo en todos los lugares a donde va UNIDAD, UNIDAD, UNIDAD.

Y ahora sí, no sé si se me escapó algo, pero me voy a trabajar y luego a descansar porque estoy hecha pedazos de cansancio y de tanto stress, ojalá los contribuyentes posteen más información y si no, pues hasta mañana espero estar más repuesta, dar ya la vuelta a la página, postearles información interesante y sonreír porque la lucha sigue.

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