domingo, septiembre 09, 2007

¿Si Chávez arregla lo de Colombia, también lo de México?

Pedro Echeverría V.
Rebelión

1. En México el presidente ilegítimo, Felipe Calderón, hace como que gobierna pero al parecer las cosas se le complican cada vez más y está dejando un amplio vacío de poder. No sólo no soluciona los problemas urgentes de la población sino que los grandes empresarios, los poderosos medios de información, incluso el alto clero, quienes se han aprovechado de su debilidad, se niegan a obedecerle y al parecer ellos están ocupando el vacío. En estos días deberá aprobarse las reformas fiscal y electoral que por lo que se ve será más de lo mismo. Los que saldrán beneficiados son los empresarios que se niegan a pagar más impuestos y los dueños de los medios electrónicos que seguirán quedándose con el 70 por ciento de los miles de millones que los partidos dilapidan en campañas políticas. Calderón perece desesperado y, aunque ha negociado parte del poder con el PRI, estaría dispuesto a negociar con el PRD a cambio de su reconocimiento.

2. Hugo Chávez, el presidente democráticamente electo y reconfirmado de diferentes maneras por el pueblo venezolano, está pasando por una prueba de fuego. Busca un camino negociado (muy difícil de encontrar) entre el gobierno de Colombia de Álvaro Uribe y la guerrilla que controla el 40 por ciento de ese país a punto de cumplir 45 años de luchas heroicas con las armas en la mano. Por un lado, Chávez, goza de un enorme prestigio entre las izquierdas de América Latina por la política que ha venido aplicando desde hace ocho años en su país y probablemente mantenga las mismas simpatías entre las Fuerzas Armadas de Liberación de Colombia (FALC); sin embargo, por otro lado, Chávez es visto como enemigo del gobierno de Bush y de los incondicionales de éste entre los que están Uribe y el presidente ilegítimo mexicano Felipe Calderón. ¿Qué trampa le han tendido a Chávez por sus enemigos? o, ¿Están desesperados?

3. La realidad es que Hugo Chávez quizá tenga en sueños continuar con las batallas que durante años libró su maestro Simón Bolívar buscando liberar del imperio opresor a los pueblos de América Latina. No parece haberle importado que Uribe sea la principal ficha del gobierno yanqui y que ambos hayan preparado una coartada para que Chávez cometa un error que aprovecharán todos los medios de información para desprestigiarlo ante el mundo. No pienso que Chávez esté actuando con ingenuidad; pienso por el contrario que todo ese enorme riesgo que corre puede redundar en cambios importantes en Colombia y en el continente. En la posible negociación se busca un intercambio de prisioneros, pero seguramente ésta podrá extenderse hacia otros puntos de la política colombiana que beneficie a la gran mayoría de la población. Lo importante es que estén claras las salidas políticas y que se avance en problemas de producción y empleo.

4. Pero, ¿permitirá Bush que su principal enemigo en América, Hugo Chávez, salga con más fuerza y presencia después de arreglar el principal problema de Colombia, que es la falta de estabilidad del gobierno de Uribe por la existencia de una guerrilla que defiende los intereses del pueblo oprimido? O, quizá sólo se quiera aprovechar el gran prestigio de Chávez entre los izquierdistas colombianos para iniciar una negociación, suavizarla, encaminarla, sin la necesidad de terminarla. De todas maneras se demostraría (como ya se está viendo) que Chávez está dispuesto a colaborar desinteresadamente como lo ha hecho en muchos países y, además, que todas las campañas que los medios de información han desarrollado contra él sólo han obedecido a los intereses del gobierno de los Estados Unidos que los controlan. Por eso no se puede adoptar por parte de las izquierdas, actitudes sectarias antes de ver bien el desarrollo de los procesos.

5. Si lo de Colombia sale bien, ¿estará dispuesto Felipe Calderón a invitar a Hugo Chávez para ayudar a abrir negociaciones con el lópezobradorismo con el fin de lograr la estabilidad en su gobierno? Obviamente México no es Colombia, López Obrador es diferente a la guerrilla colombiana y Calderón, aunque igual que Uribe es una ficha importantísima de Bush, puede recibir una fuerte oposición de los empresarios y los medios de información. Aunque en Colombia las partes corresponden a posiciones más extremas porque los guerrilleros no pertenecen a la clase política, en México pueden presentarse muchas más oposiciones a pesar de que la “partidocracia” mexicana mantiene un control monopólico del poder. Había nada más que imaginar a los locutores de Televisa, TV Azteca y Radiofórmula gritando como energúmenos contra el comunista y populista Hugo Chávez que está interviniendo en política interna.

6. Fidel Castro, presidente del gobierno revolucionario de Cuba desde 1959, nunca intervino en México como hoy lo hace Chávez en Colombia, porque nunca fue esa la problemática. Por el contrario, el gobierno cubano (después del comportamiento de México en el exilio de Fidel Castro y el comportamiento de la diplomacia mexicana en Punta de Este, Uruguay) siempre mantuvo un enorme respeto hacia el gobierno mexicano a pesar de que en México muchas izquierdas le reclamaron el apoyo. No sé si Chávez estaría dispuesto a intervenir en México, si Calderón se atreviera a solicitarlo y si las izquierdas mexicanas la aceptarían. Por todo ello una negociación política al estilo Colombia resultaría diez veces más difícil en México. La realidad es que es una simple especulación que hasta el momento no he oído o leído pero que se me presenta como una posibilidad ante el estancamiento provocado por el desgobierno de Calderón.

7. Calderón lleva más de nueve meses sin poder gobernar y, obviamente, sin resolver los problemas. Hizo mil una promesas en campaña, esencialmente la de solucionar el problema del empleo, y éste se ha agravado. Más de un millón 300 mil personas llegan a la edad de trabajar cada año y el gobierno apenas crea la mitad o menos de la mitad de los empleos anuales necesarios; por eso cada año la mitad de los empleos son de trabajadores ambulantes en las calles, en pequeños negocios sin alguna seguridad o prestación social o toman el camino de migrar hacia los Estados Unidos. A pesar de los múltiples viajes de Calderón al extranjero las inversiones no llegan, la crisis política y económica se empieza a manifestar con agudeza y la inestabilidad gubernamental se agrava. Los grupos económicos están determinando el rumbo de gobierno. Por eso puede surgir cualquier especulación en la búsqueda por encontrar algún camino.

8. Si en Colombia Hugo Chávez busca negociaciones a partir de un planteamiento central que es el intercambio de prisioneros, en México podría ser el planteamiento de márgenes de reconocimiento a Calderón a cambio de partes de poder al PRD y cambios legislativos profundos. ¿Qué tal la caída de los gobernadores de Oaxaca y Puebla, freno a Esther Gordillo, la libertad de todos los presos políticos, la aprobación de una ley contra el monopolio televisivo, la prohibición total de la compra de tiempo electrónicos por partidos y particulares, así como el cambio de funcionarios electorales y de la Suprema Corte? Lo malo es que esos acuerdos traerían el fortalecimiento del electoralismo y de la partidocracia que tanto mal ha hecho al movimiento social. Por esa complicación hay que decir que en México la política es mucho más compleja y para llegar a acuerdos hay que poseer las mejores estrategias. No es simple el asunto.

Es que uno de los principales problemas de Calderón en México radica en que no fue elegido como presidente, él no ganó la presidencia. Chávez no podría venir a conciliarnos con la mentira porque ésta se contrapone a sus principios y a los de López Obrador. Con qué cara podría Chávez decirle a López Obrador, "mira, aunque Calderón te haya desprestigiado utilizándome a mi como elemento de desprestigio, aunque él no haya sido el que ganó la presidencia, si lleva a cabo una serie de medidas, acepta al ratero y déjalo gobernar". Por otra parte, Calderón no tiene la capacidad, ni el conocimiento ni la experiencia para llevar a cabo ese cargo desde el cual implementaría tales acciones. Y otro de los problemas de Calderón y su gabinete es que ellos no están gobernando sino quienes lo pusieron como presidente, entonces Chávez tendría que hablar con los empresarios y con Elba Esther... ¡en la torre!, ese diálogo si que estaría muy curioso... Como dice Pedro Echeverría "no es simple el asunto".

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