miércoles, octubre 17, 2007

Desde los pueblos tzotziles

Los participantes e n el Modo Virtual de la Universidad de la IV República muestran también mucho talento y un gran compromiso… Es el caso de una alumna con Licenciatura en Trabajo Social, que prefiere permanecer "anónima", y que estudia con nosotros desde Chiapas a través del cyberespacio… Ella no es chiapaneca, pero decidió irse a vivir allá para compartir la vida y la lucha con los indígenas tzotziles y para ponerse a su servicio… Personas como ella llenan de orgullo a nuestra Universidad y representan una esperanza para el Movimiento Obradorista hacia la IV República… Aquí les comparto algunos párrafos de sus tareas y trabajos que reflejan su sensibilidad, su inteligencia, su "estilo" experiencial y, sobre todo, su compromiso con los más pobres:

Sobre las 7 Asignaturas Básicas de nuestra Universidad

Quiero manifestar por este medio, mi sorpresa alegre de encontrarme ante un reto no imaginado, y, quizá, sí anhelado: el poder acceder a un proceso de enseñanza aprendizaje dinámico e integral donde el verdadero Ser pueda ser abordado para su conocimiento, acompañamiento e intervención profesional en salud, en la búsqueda de su plenitud en el hoy y aquí…

…Me llamaba mucho la atención la Psicología, la Antropología y la Sociología… La Psicología por todos los procedimientos mentales que van determinando nuestra conducta y vida, individual y colectiva; por todas las conflictivas alrededor del tema en todos los ámbitos y ciclos de la vida... sin embargo me parecía que solo atendía "una partecita de las mujeres y hombres" y que requería complementariedad. Que muchas veces quedaba casi como un lujo para sesiones particulares de quienes pudieran pagarlas, sin mayor trascendencia colectiva.

…La Sociología me llamaba mucho la atención, conocer en su cotidianidad la vida de los que vamos pasando por este planeta. Conseguí ser voluntaria como edecán en un Congreso Mundial de Sociología, para acceder al conocimiento que ahí se vertería... cuando terminó una conferencia magistral, sin que nadie se diera cuenta, fue subiendo una mujer indígena y tomó el micrófono: "quiero dar mi palabra, soy "X" de la comunidad "X" he escuchado lo que ustedes dicen de nosotros, y está bien... ustedes hacen libros, se hacen famosos, hacen congresos como estos y ganan dinero hablando de nosotros, pero nosotros seguimos igual! ¿Qué les parecería que nosotros entráramos a sus casas, viéramos su vida, sus fiestas, sus tradiciones (que para nosotros son sagradas) y luego viniéramos a platicar a mucha gente de lo que vimos? Creo que no les gustaría... entonces por favor, si van a seguir yendo a nuestras comunidades, también piensen en nosotros, en que en algo nos beneficie su palabra" y se bajó del estrado en un aplauso generalizado...

Así es como decidí entrar a la Licenciatura en Trabajo Social, buscando un enfoque más integral que atendiera el conocimiento científico junto con la práctica social.

No fue fácil, a nivel familiar no les parecía importante esa profesión… A nivel social, se entendía (y aún a la fecha se entiende mucho) como auxiliar de alguien (médico, abogado) con descrédito en reconocimiento profesional. Sin embargo en la UNAM se vivía en una hermosa época de búsqueda, como una profesión que desde lo integral fuera llamada a la transformación de las injustas estructuras de la sociedad

Los últimos 4 años de mi vida, mi prioridad han sido los indígenas, de sde ahí, he tocado el dolor de la enfermedad y muerte como una constante por causas de la pobreza... para casi nadie es sobresaliente que un pobre no muera, no enferme: sin embargo en este caminar, me ha "empujado" a ir acompañando con terapias alternativas a estos hermanos nuestros, donde es entrar como en una dimensión diferente de la vida. Una vez me decía un catequista zapatista: "cuando hay un enfermo, necesitamos que venga el promotor de salud y el conjunto musical, porque se enferma no solo el cuerpo, también el corazón, el espíritu... cuantas veces la enfermedad es por la tristeza, por el sufrimiento de ser pobres, entonces ayuda la Palabra de Dios y los conjuntos porque alegran el corazón de la familia también y el promotor de salud verá que le da al cuerpo del enfermo, pero hay que rezar también".

(Por eso) me parece maravilloso el enfoque interdisciplinario de nuestra formación en medicina homeopática –holística-, con apertura y humildad, como se nos señala, con una mirada interna y externa más allá de lo aparente y queriendo aportar en lo concreto a ser un poquito más plenos y que los que están a nuestro alrededor también lo sean…

Si deseas leer el artículo completo da click AQUÍ

Álvaro, Universitario de la IV República

No hay comentarios.: