miércoles, octubre 31, 2007

México 2007

Arnoldo Kraus

Al igual que los seres humanos, los periódicos también son testigos. Voz, palabras y miradas son atributos de los primeros; noticias, comentarios y análisis son parte del esqueleto de los segundos. Memoria y compromiso, entre otros, son características de ambos. La decadencia moral que define a la humanidad desde hace mucho tiempo sería peor si no existiesen testigos. Su papel puede ser crucial para aminorar el peso de la impunidad. El sábado 27 de octubre de 2007 la primera página de La Jornada publicó algunos de los momentos de la política mexicana contemporánea. Momentos sombríos, típicos del quehacer de quienes gobiernan México y de su manifiesta incapacidad para mejorar las condiciones de la nación.

Destaco tres noticias. 1. Chocan Fox y Beltrones. El ex presidente lo liga con el narco; la PGR lo desmiente. 2. Fue un “crimen de Estado” la matanza de Acteal: Sicsal; persiste impunidad. 3. Reyes Heroles: Oceanografía no tuvo que ver con el accidente. Las tres informaciones resumen fragmentos del pasado y retratan porciones de la realidad actual. Las tres son sólo retazos de lo que sucede actualmente en México; las tres revelan la calidad moral de la mayoría de nuestros políticos y la notoria impotencia de nuestros gobernantes para dirimir conflictos añejos.

El tejido político mexicano es denso e inmundo. Son pocos los problemas que se resuelven conforme a derecho y muy escasos los ejemplos donde imperan justicia y moral. Lamentablemente, y a pesar de los reclamos sociales y del hartazgo que domina en buena parte de la población, son muy escasos los políticos mexicanos que han pisado las rejas y muy pocos los que han sido sometidos a juicio.

De nuestro ex presidente dicen los partidos rivales que es un desequilibrado mental y exigen que se aclare la corrupción que imperó durante su gobierno; de Manlio Fabio Beltrones asegura Vicente Fox que tiene vínculos con el narcotráfico, exabrupto siniestro y tonto, por decir lo menos. ¿Acaso no se da cuenta el esposo de la señora Sahagún que de ser cierto lo que dice incurrió en un delito mientras era Presidente por no haber actuado contra Beltrones?; de la posible implicación de los hermanos Bribiesca Sahagún con la empresa Oceanografía, involucrada en la tragedia ocurrida en Campeche y que costó demasiadas vidas, el director general de Petróleos Mexicanos, Jesús Reyes Heróles, desvinculó a los hijos de la señora Marta, mientras Beltrones asegura que no era óptima la calidad de las embarcaciones propiedad de Oceanografía, compañía, según el priísta, aparentemente ligada a los Bribiesca; de Acteal, tanto en México como en el extranjero se habla de “crimen de Estado”, amén de que a 10 años de distancia se considera que el caso no está cerrado y que Ernesto Zedillo debería ser juzgado por “crímenes de lesa humanidad”. Pequeños fragmentos que evidencian la inmundicia y los caminos de nuestros gobiernos, pequeños retratos que exponen la impotencia de la razón y de la voluntad de la población.

A Ernesto Zedillo, quien radica en el extranjero desde hace muchos años, le gustaba repetir que en el país no había lugar para los escépticos. Me imagino que el ex presidente debe ser escéptico y por eso prefiere radicar en el extranjero, como también lo hizo durante largos años Carlos Salinas de Gortari. No es buen síntoma que los ex presidentes abandonen su nación tras finalizar su chamba ni lo es que sigan hablando cada semana como lo hace Fox. Mucho deben saber para huir y para no callar.

El problema en México es obvio: gobierne quien gobierne, el país enferma cada vez más. La inmundicia y la pobreza que han sembrado los políticos por doquier carecen de límites. Aunque de poco sirva, es sano y obligatorio denunciarlos. Bueno sería que Fox y Beltrones compareciesen uno frente al otro y que Reyes Heroles comprobase que los hijos de Marta nada tienen que ver con las muertes de los trabajadores en Campeche.

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