domingo, noviembre 11, 2007

En quiebra

Los restos inservibles de menaje de casa que dejó la inundación en miles de viviendas fueron lanzados por montones en las calles, al entrar sus habitantes a limpiar sus casas en colonias del centro de Villahermosa.. (Cuartoscuro)

Muebles de madera comprimida desechos, colchones, salas y ropa enlodada, prácticamente obstruían el paso en las calles de las colonias Municipal, Tulipanes, Mayito, El Parque, Las Brisas, Guayabal y Centro, en Villahermosa. El polígono que conforma estas colonias vecinas de la capital tasbasqueña, se mantuvo dentro del agua durante una semana. Ayer, quienes tuvieron la posibilidad, entraron a realizar la limpieza de sus hogares y la primera decisión que tomaron fue lanzar a la calle la basura en que se convirtieron sus cosas. (Cuartoscuro)


* Villahermosa en bancarrota tras las inundaciones / 15 mil comercios sufrieron pérdidas en el 100% de su infraestructura y en sus inventarios / Advierten de severa recesión en la economía tabasqueña

* Muchos negocios perdieron todo, además de su capital; tienen deudas con sus proveedores, pagos atrasados con Hacienda, IMSS y adeudan los salarios de sus trabajadores

Hurgan en los desechos

La gente tira por montones a la basura todo lo que “se echó a perder”, pero para quienes algo no sirve, para otros es lo contrario, y muchos hurgan en la basura

Toman Villahermosa

De pie, armados con fusiles R-15 y FX-05, oficiales de la Policía Federal Preventiva (PFP), del Ejército Mexicano y la Armada, están apostados en las zonas inundadas y en sucursales bancarias y centros comerciales

VILLAHERMOSA, Tabasco, 10 de noviembre (UNIVERSAL/NTX/LA JORNADA).- La capital del Estado quedó en quiebra debido a las inundaciones que provocaron pérdidas a casi 15 mil comercios, lo que provocará una severa recesión en la economía local, porque muchos de esos negocios perdieron “todo” su capital invertido y tienen deudas con sus proveedores; pagos atrasados con Hacienda, IMSS y adeudan los salarios de sus trabajadores.
Los comerciantes afectados consideran que si el gobierno pretende apoyarlos deberá hacerlo rápido, debido a que muchos de sus negocios “van al día”.
Leonardo Echeverría Gómez, propietario de una imprenta, asegura que hubiera preferido perder su casa mil veces más que su negocio. Aunque en dos semanas no abrió su comercio, tuvo que pagar la nómina por medio de un préstamo y ahora enfrenta el reclamo de sus clientes que le exigen sus trabajos, por lo que tendrá que pagar maquila en otro negocio.
América Hernández Magdoneld, propietaria de un negocio de bisutería, calcula sus pérdidas en 300 mil pesos. Era su primer negocio y tendrá que empezar de nuevo por medio de un préstamo. “Debo 10 mil pesos de renta, el bimestre de Hacienda, el recibo de teléfono, 4 mil pesos de energía eléctrica y no hay otra cosa que hacer más que seguir adelante”.
Ivonne Bravo Xaca, dueña de una zapatería, afirma que tuvo que cancelar pedidos para la época decembrina e incluso perdió un adelanto de zapatos. “Se nos echaron a perder un millar de pares; así como cinturones”. Critica que mientras los centros comerciales están resguardados por el Ejército y la policía, los comercios del centro histórico carecen de vigilancia.
De acuerdo con la Cámara de Comercio en el primer cuadro 15 mil comercio sufrieron pérdidas en el 100% de su infraestructura y en sus inventarios.
El director de Fomento Económico del municipio del centro, Mario Ramírez Cárdenas, dijo que los comercios, hoteles y restaurantes que resultaron afectados a través de la Cámara Nacional de Comercio, instará una ventanilla única para recabar el monto de los daños de cada establecimiento y la cantidad económica que requiere en créditos y para capital de trabajo.
Los restos inservibles de menaje de casa que dejó la inundación en miles de viviendas, fueron lanzados por montones en las calles, al entrar sus habitantes a limpiar sus viviendas en colonias del centro de la ciudad, que al fin quedaron libres de agua. Muebles de madera comprimida desechos, colchones, salas y ropa enlodada, prácticamente obstruían el paso en las calles de las colonias Municipal, Tulipanes, Mayito, El Parque, Las Brisas, Guayabal y Centro.
El polígono que conforma estas colonias vecinas en esta capital, se mantuvo dentro del agua durante una semana. La noche del viernes quedó liberado de la anegación, al ponerse en funcionamiento las estaciones de bombeo junto con equipo provisional para extraer el líquido del Grijalva.
Hoy, quienes tuvieron la posibilidad, entraron a realizar la limpieza de sus hogares y la primera decisión que tomaron fue lanzar a la calle la basura en que se convirtieron sus cosas.
Gloria Zurita Lázaro, con domicilio en Bugambilia 203, colonia tulipanes, señala que le costó 20 años adquirir todo lo que hoy sacó de su casa a la calle. No dejó nada, está vacía.
“No voy a comer con los platos, tenedores, cucharas, ni a dormir en camas, cocinar en estufas ni guardar alimentos en refrigeradores que estuvieron entre el agua de drenaje y animales muertos”, afirma.
Se tiene que comprar todo nuevo, asegura la vecina de la colonia Tulipanes y empleada federal, al comentar que lo primero que hará en su casa, es lavarla y fumigarla, y tan sólo comprará lo indispensable para habitar, como: estufa, refrigerador y camas, con préstamo que le prometieron en su trabajo.
Sin embargo, que para estas familias no sirve, para otros es lo contrario, y muchas personas empezaron a escoger entre las cosas tiradas en la calle, lo que les puede ser útil.
Andrea Hernández, con domicilio en la colonia La Selva, Nacajuca, hjurgaba entre los montones de desechos, donde halló edredones y ropa, “que con una lavada quedan buenos”.
Igual, ocurre para Carmita de la Cruz, quien junto con su esposo, de oficio vulcanizador y sus dos hijos, seleccionan lo que les puede servir, como algunos juguetes.
“Tenemos necesidad de muchas cosas”, dicen la señora entre la basura acumulada en calle León Alejo.
El coordinador de Servicios Municipales del ayuntamiento de Centro, Juan Domínguez Baeza, estima que para recoger las toneladas de basura tardarán 10 días.
Mientras, de pie, armados con fusiles R-15 y FX-05, oficiales de la Policía Federal Preventiva (PFP), del Ejército Mexicano y la Armada, están apostados por todos los puntos de las zonas inundadas y también en sucursales bancarias y centros comerciales que ofrecen sus servicios a la población de Villahermosa.
La población se ha acostumbrado y ve con naturalidad a los uniformados con armamento. En grupos integrados por elementos de cada una de las cuatro instituciones, o de una de ellas, los guardianes realizan patrullajes nocturnos por la zona afectada.
Además, la mayoría de los integrantes de las Fuerzas Armadas, al terminar las labores de construcción de diques de arena para contener las corrientes de los ríos, se sumaron a tareas de fumigación y sanitarias.
Otros continúan atendiendo los albergues o participan en el traslado de ayuda a través del puente aéreo.
Patricio Patiño Arias, subsecretario de Estrategia e Inteligencia Policial, indicó que hay desplegados mil 400 agentes federales de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) en los operativos terrestres y aéreos de vigilancia. Además, se incorporarán otros 150 elementos para reforzar las acciones de patrullajes en carreteras, centros comerciales y bancarios, a restablecer la actividad económica en el Estado.
La SSP Federal informó que se incrementó a mil 500 el número de elementos policiacos desplegados en Tabasco, quienes trasladan y resguardan 50 toneladas de víveres al día y realizan patrullajes para evitar actos de rapiña.
En un comunicado, la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) precisó que desde su llegada el 29 de octubre pasado, los uniformados en coordinación con otras instancias gubernamentales han trasladado a unas 20 mil personas a los distintos albergues y zonas seguras.
Asimismo, los agentes federales continúan las labores para dar seguridad en las tres plantas potabilizadoras de agua instaladas en áreas conurbadas de Villahermosa, al tiempo que se mantiene el patrullaje con el apoyo de siete lanchas inflables en calles y avenidas con mayor afectación para evitar actos vandálicos.

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