jueves, noviembre 29, 2007

¡QUÉ ASCO!

Aunque ya lo sospechábamos, la consumación de este delito (de corrupción de la SCJN) es verdaderamente indignante, es una burla burda a la ciudadanía. La impunidad de un sujeto como Mario Marín, corrupto y perverso sólo porque colaboró con el fraude constituye una más de las humillaciones a las que nos someten las autoridades espurias de este país. Dan el mismo asco que quiénes no protestan y quiénes no se unen a la resistencia porque eso significa que se merecen este trato que ningún dinero puede compensar porque la dignidad humana no tiene precio. Y también dan asco quiénes continúan en silencio, con la cola entre las piernas, haciendo que la virgen les habla y haciendo esfuerzos por sobrevivir, por conservar su pobreza económica y espiritual porque tienen miedo de protestar, porque no tienen dignidad ni vergüenza, para que mañana sean cada vez más pobres y más vilipendiados, o bien, porque son parte de la mafia más corrupta, más perversa y más asesina. ¡Qué asco produce todo esto! ¡Hasta cuándo tendremos que soportar la tortura de estar bajo este gobierno usurpador! ¿Cómo es posible que sólo un sector de ciudadanos tenga valores morales en México y que la mayoría sea agachado o mafioso? Esto no es cuestión de respeto a quienes no piensan como uno, esto es un atropello a la dignidad humana y no se puede respetar a nadie que no se respete a sí mismo. Repito: qué asco y qué vergüenza:

Absuelve SCJN a Mario Marín en el caso de Lydia Cacho


Jesús Aranda y La Jornada On Line

Determinó por seis votos contra cuatro que no hubo violación grave a las garantías individuales de la periodista, con lo que exoneró al gobernador de Puebla.

México, DF. La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) determinó por seis votos contra cuatro que no hubo violación grave a las garantías individuales de la periodista Lydia Cacho Ribeiro, con lo que exoneró al gobernador de Puebla, Mario Plutarco Marín Torres, de las acusaciones en su contra.

Para el ministro presidente de la Suprema Corte, Guillermo Ortiz Mayagoitia, la periodista fue objeto de “irregularidades menores” y no violaciones graves en términos del Artículo 97 constitucional en el proceso penal en su contra, opinión que compartió la mayoría.

Ortiz Mayagoitia sostuvo que “de la llamada telefónica (entre Nacif y Marín), aún suponiéndola probada en toda su extensión, no surge un ponerse de acuerdo del titular del Poder Ejecutivo (local) con el presidente del Tribunal Superior de Justicia ni una orden a la procuraduría, para que actuando conjuntamente consumaran actos ilegales en contra de los derechos humanos de la periodista Lydia Cacho".

Los ministros lo secundaron y señalaron que no hay evidencia contundente de que existió conspiración de autoridades para agilizar la denuncia del empresario Kamel Nacif contra Cacho por relacionarlo con redes de pederastia en su libro Los Demonios del Edén.

También se pronunciaron por que, en caso de la existencia de violaciones a garantías, otras instancias judiciales den seguimiento a los actos ilícitos en que presuntamente incurrieron el gobernador de Puebla y otras autoridades de esa entidad y de Quintana Roo.

La ministra Olga Sánchez consideró además que la acción penal por difamación contra Cacho se desarrolló en términos legales. “No se puede afirmar sin controversia alguna que (Mario Marín) tuvo la participación que se le imputa”, agregó.

La Corte determinó que Marín Torres tampoco será investigado por las conversaciones telefónicas en las que se evidenciaban asuntos de pederastia y pornografía infantil, porque –estableció- esas llamadas no tienen valor probatorio.

Por su parte, el ministro instructor Juan Silva Meza reiteró su convicción de que Marín Torres es responsable de la violación grave de garantías de la escritora y, a manera de reproche, dijo que en un Estado constitucional democrático y de derecho no puede haber cabida a la impunidad.

Esta vez, ni Cacho Ribeiro ni su abogado estuvieron presentes en la sesión.

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