jueves, noviembre 08, 2007

Se lava CFE las manos sobre inundaciones en Tabasco; “correcto, el manejo de presas”

No queremos ni imaginarnos lo que hubiese pasado si el manejo hubiese sido "incorrecto". No tarda el pelele en otorgarle una medalla al sátrapa de Elías Ayub.

Roberto González Amador

Alfredo Elías Ayub, director general de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), rechazó cualquier responsabilidad de la empresa estatal en la cadena de hechos que dejó bajo el agua 80 por ciento de la superficie de Tabasco y como damnificado a uno de cada dos habitantes de esa entidad.

“La principal razón de las inundaciones fue la extraordinaria precipitación pluvial ocurrida en el estado en los últimos días de octubre”, afirmó Elías Ayub a La Jornada. Asimismo, aseguró que la presa Peñitas “sólo aportó 3 por ciento del agua que se acumuló en la planicie tabasqueña”.

Desde que empezó la inundación en Tabasco –hace más de 10 días–, que ha dejado un millón de damnificados, el mayor número en la historia de los desastres naturales en el país, la CFE ha eludido pronunciarse públicamente sobre su responsabilidad en la gestión de cuatro grandes presas que regulan las corrientes de agua en la región de Chiapas y Tabasco, en el sureste de México.

Este miércoles, la CFE y la Secretaría de Energía fueron señaladas por el Frente Amplio Progresista (FAP), integrado por PRD, PT y Convergencia, de ser responsables de las inundaciones en aquella entidad.

Según el FAP, la CFE y la Secretaría de Energía han buscado deliberadamente beneficiar a los productores particulares de electricidad, básicamente empresas españolas. Afirma que para dar más mercado a esas compañías, la firma estatal no genera toda la electricidad que le permitirían sus presas, lo que lleva el agua a niveles más allá de lo recomendable. Por eso los vasos se llenan, y cuando se presentan lluvias extraordinarias las autoridades tienen que abrir las compuertas, según ese punto de vista en el que se sustenta la demanda de castigo a los funcionarios públicos.

Datos del Sistema de Información Energética (SIE) muestran que los productores externos aportan 22.5 por ciento de la oferta total de electricidad en el país.

Este diario buscó obtener el punto de vista de la CFE sobre el señalamiento hecho por los tres partidos políticos, que cuentan con 155 de los 500 diputados federales. La respuesta fue un comunicado firmado por el director general de la paraestatal, quien asume como propios los puntos de vista expresados la víspera por el Colegio de Ingenieros Civiles de México (CICM).

Así, sin que la CFE tenga una opinión propia sobre las causas de la inundación y sin que informe sobre la forma en que enfrentó la emergencia, Elías Ayub menciona en su comunicación a este diario que las comisiones Federal de Electricidad y Nacional del Agua (Conagua) “realizaron un manejo adecuado, cuidadoso y responsable de las presas del Grijalva, y Peñitas sólo aportó 3 por ciento del agua que se acumuló en la planicie tabasqueña”.

CINISMO.

Elías Ayub, quien dirige la CFE desde el 27 de enero de 1999, envió a este diario un documento del CICM, según el cual “puede concluirse que gracias a las cuatro presas que controlan el río Grijalva y a que la Comisión Federal de Electricidad llevó a cabo la operación cuidadosa y responsable de ellas, la inundación en la planicie costera de Tabasco no fue más grave”.

¿MÁS GRAVE?

Junto con Chiapas, Tabasco forma parte de la novena región, llamada Frontera Sur, de acuerdo con el Plan Hidráulico de la Comisión Nacional del Agua. En dicha región está la cuenca de los ríos Grijalva y Usumacinta, y de acuerdo con la Conagua, ésta es la primera reserva de líquido en México, la séptima del mundo y es la principal potencia en la generación de energía eléctrica en el país.

La abundancia de agua es tal en Tabasco que usualmente una tercera parte de su territorio está cubierto por ella; luego de la inundación de la semana pasada, 80 por ciento está anegado, incluida la capital Villahermosa. En 1999 ocurrió en el estado una inundación que puso en evidencia los riesgos de la situación del líquido y los problemas de la administración. El programa hidráulico que se anunció entonces no fue aplicado, según lo asentado en un punto de acuerdo presentado el martes en la Cámara de Diputados por el legislador perredista Moisés Dagdug, en el que se solicita incluir en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2008 recursos para ese plan en la entidad.

En la versión de los hechos remitida ayer por Elías Ayub a este diario, se asienta que en los últimos 50 años la CFE construyó, junto con la extinta Secretaría de Recursos Hidráulicos, cuatro presas sobre el río Grijalva, que se encuentran en operación. Estas son: La Angostura, Chicoasén, Malpaso y Peñitas.

Añade que con esas cuatro presas puede considerarse que se ha controlado, en la mayor medida posible, la cuenca del Grijalva.

Sí, ya vimos que bien la controló.

En todo octubre de 1999, año de las anteriores inundaciones en la región, la lluvia fue la mitad de la ocurrida en tres días del mismo mes de este año.

La CFE entregó al Colegio de Ingenieros Civiles de México los registros oficiales de las entradas y salidas de agua de La Angostura, Chicoasén, Malpaso y Peñitas durante el periodo correspondiente a las inundaciones que empezaron a finales de octubre en la planicie costera de Tabasco, de acuerdo con la información proporcionada a este diario.

La versión del CICM, avalada por Elías Ayub, asegura que “del análisis de esos registros se concluye que gracias a la operación adecuada de la capacidad reservada para control de avenidas en La Angostura, Chicoasén y Malpaso, las tres presas controlaron en un 100 por ciento las avenidas que recibieron, sin descargar caudales hacia la presa Peñitas, por lo cual puede afirmarse que la cuenca alta del río Grijalva no contribuyó a las inundaciones en la planicie costera”.

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