jueves, diciembre 13, 2007

El ELN afirma que Bush está detrás de la decisión de Uribe de romper los diálogos para el canje humanitario

EL MAL EJEMPLO DE BUSH, LO SIGUE URIBE

Cuando el presidente Uribe el pasado 21 de noviembre, hundió 82 días de Facilitación de paz del presidente Chávez, dejó la mesa de diálogos con el ELN 'al bordo del barranco', según expresó el primer mandatario de la hermana República Bolivariana de Venezuela.

Con la cancelación de esta facilitación, también el Intercambio Humanitario queda en vilo y con ello, en mayor riesgo la vida de los detenidos en poder de las FARC.

En la conducción nacional del ELN, finalizadas las consultas sobre la nueva fase de diálogo, que inauguraba la gestión del presidente Chávez, se juzgó conveniente seguir haciendo esfuerzos en la mesa de conversaciones, pese a las grandes distancias existentes entre las ideas de paz, que mantenemos las dos Partes.

Hasta el 21 de noviembre, el presidente Chávez escuchó a cada una de las dos Partes durante encuentros realizados en Caracas, en septiembre y noviembre e intentó confeccionar unas primeras fórmulas de acuerdo, que remontaran los puntos inamovibles de cada una.

La cancelación unilateral de esta gestión por parte del presidente Uribe, desconoce la decisión conjunta tomada por el gobierno y el ELN, el 31 de agosto, por medio de la cual se le solicitó al presidente Chávez ser Facilitador en este proceso de diálogo. Lo anterior demuestra una vez más, que el régimen colombiano está más acostumbrado a las imposiciones, que al desarrollo de consensos y al respeto de acuerdos.

Detrás de este viraje del gobierno de Bogotá, se encuentra el presidente de los Estados Unidos. Por lo que este brusco cambio de rumbo, coloca a Colombia lejos de un camino de paz, democracia y soberanía; mientras la amarra aún más al carro de Bush, que para el mundo significa guerra, unilateralismo, imposiciones y neoliberalismo anti social.

La controversia creada por la gestión de paz del presidente Chávez, se puede entender como una acción premeditada de la oligarquía y el imperialismo, para afectar el resultado del Referendo venezolano. No fue extraña para la opinión pública, la llamada telefónica de felicitaciones que le hizo Bush a Uribe, el 3 de diciembre, al día siguiente del Referendo para reformar la Constitución nacional.

El mensaje no puede ser más claro. A partir del 21 de noviembre, la política exterior del gobierno de Uribe, se alinea exactamente con los dictados de Bush para América Latina, en su propósito de debilitar a la Revolución Bolivariana y aislarla del resto del continente.

La conducta anti soberana de empeñar la política exterior colombiana a la potencia norteamericana, se complementa con la entrega a los Estados Unidos, del manejo del conflicto interno que sufrimos los colombianos.

Los pedidos de extradición de ciudadanos colombianos por parte de Estados Unidos, se habían limitado a los acusados por narcotráfico. Desde el 16 de noviembre, estas solicitudes de extradición se extendieron a otros delitos imputados a la insurgencia, tales como la toma de rehenes.

Es evidencia de la parcialidad del régimen, la dureza con que el presidente Uribe trata a la insurgencia, mientras persiste en la mano blanda para legalizar a las bandas mafiosas paramilitares, al tratar ahora de sólo acusarlas de concierto tenue para delinquir.

El abrazo de Bush a Uribe le sale caro a Colombia, porque la aleja de la búsqueda de la solución política del conflicto y amenaza con encadenarla a un régimen, que busca perpetuarse con los seguidores de este gobierno.

El ELN persiste en su lucha por la solución política del conflicto, la paz, la democracia y la soberanía para Colombia, pese a la cancelación abrupta de la gestión del presidente Chávez, que sume en la incertidumbre al proceso de paz, al afectar elementos esenciales como la Facilitación y los escenarios convenidos para destrabar los diálogos.

Montañas de Colombia
Comando Central del ELN
Diciembre 10 de 2.007

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