martes, diciembre 04, 2007

México: tan cerca de Bush y tan lejos de Chávez

Por Ricardo Andrade Jardí

Mientras la telecracia mexicana y los medios de comunicación comercial a modo del imperialismo emprendían la guerra mediática contra el "autoritarismo" chavista y se disponía a desconocer el posible triunfo del "SI", a las 11 de la noche de México, la 1 de la mañana en Venezuela, como conclusión de una jornada electoral ejemplar, el CNE de Venezuela salía a dar los resultados del referéndum en el que el pueblo de Venezuela con un 1.4% le daba el triunfo a la opción opositora del "NO", minutos después el Presidente electo y refrendado de Venezuela salía también a felicitar al pueblo de Venezuela, al tiempo que reconocía la derrota de su opción, pero no la imposibilidad de seguirla construyendo.

Tan cerca del usurpador y terrorista Bush y tan lejos del electo Chávez, así estamos en el México de la usurpación, donde el pelele impuesto en el desgobierno federal, que durante su campaña de odio prometía el juicio político del protector de violadores sexuales de niños y niñas, Mario Marín, y que ahora en cada oportunidad que tiene se toma la foto con él, para no dejar dudas de que, a uno y otro, los unen los mismos y siniestros intereses; mientras en Venezuela la parte de la oposición, que está presumiblemente financiada por la Casa Blanca, intentaba desacreditar una y otra vez a las instituciones democráticas de su país haciéndole el favor a Bush y anunciando desde semanas atrás la nula voluntad democrática de "quien seguramente era incapaz de reconocer la voluntad soberana del pueblo venezolano", discurso a todas luces escrito por la administración usurpadora del terrorista G.W. Bush, ya que es igual al discurso que los comerciales medios de comunicación del continente utilizan para desprestigiar a Hugo Chávez, primero por ser un Presidente, al igual que Evo Morales, electo por la mayoría y no por la oligarquía enajenada en el confort chatarra de vida al estilo americano y al servicio de los intereses del imperio.

Venezuela, con Chávez a la cabeza, le han dado una lección de democracia, de la de verdad y no la del estilo Televisa, al continente y al mundo y le han cerrado la boca a todas las voces que, desde antes, ya vaticinaban que la "dictadura chavista" sería incapaz de reconocer su posible derrota, lo que es claro que no hubiera hecho la oposición anti chavista de haber sido derrotados, miopes a la demanda universal, de la inmensa mayoría ciudadanas del continente, de alcanzar una vida con justicia y dignidad, que junto con personajes como Evo Morales, Chávez ha sabido retomar e intenta llevar a los siempre olvidados por el discurso neoliberal.

A Chávez no le perdonan, entre otras cosas, el ponerle un hasta aquí a los intereses de explotación y saqueo yanqui; no le perdonan el ser electo por una mayoría y refrendado por una mayoría. Hugo Chávez y Evo Morales son una afrenta al modelo americano de la hamburgercolanarcodemocracia, pues juntos en el continente y como nunca antes, impulsan los imaginarios de una política social justa que incluso pudo ser conquistada bajo las reglas de la trasnacional "Democracia Corporation S.A.", sin la violencia que tanto requieren los gringos para mantener "sana" su economía.

Pobre México que "celebra" un año de usurpación a puerta cerrada y por la puerta de atrás con el Estado Mayor presidencial rodeando el Palacio Nacional, entre discursitos de "unidad y reconciliación", al mismo tiempo que una veintena de personas son ejecutadas a lo largo y ancho del país por el crimen organizado institucionalmente, al tiempo que la Suprema Corte avala el abuso de poder de funcionarios y pederastas, mientras los estudiantes campesinos de Guerrero son brutalmente reprimidos junto a los damnificados de Tabasco que sólo reciben demagogia y propaganda, en tanto los rescatados banqueros deciden cuándo "enviar" el dinero por la gente solidariamente depositado, y no despensas ni apoyos para sobrevivir a lo que les espera.

Pobre México, tan cerca de Bush y tan lejos de Chávez, que les ha tirado el teatro a las derechas continentales, que intentarán seguir su guerra de desprestigio, pero que nos ha demostrado que la lucha por el socialismo en Venezuela, es decir, por un mundo con justicia y dignidad es, hoy, más fuerte que nunca. Pobre México, tan cerca del imperialismo y tan lejos aún del socialismo latinoamericano, con el que tanto soñaron el Che y Allende y soñando fueron asesinado por los mismos que hoy intentan arrebatarle el sueño bolivariano al continente.

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