miércoles, diciembre 26, 2007

Vaticinan “muerte económica” del campo por apatía ante el TLCAN

Millones de productores serán avasallados debido a omisiones de Calderón, advierten diputados

La política del gobierno federal es “inocente” para afrontar efectos a partir del 1º de enero

Hay parálisis para hacer frente a la disparidad de subsidios en el marco del tratado, subrayan

Roberto Garduño

La entrada en vigor del capítulo agropecuario del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) significará la “muerte económica” para millones de campesinos mexicanos, que serán avasallados por las omisiones del gobierno de Felipe Calderón Hinojosa y la desproporción de los subsidios otorgados a productores de Estados Unidos y Canadá.

Diputados del PRD responsabilizaron de tal situación al gobierno de Felipe Calderón Hinojosa, “por no haber aplicado normas y prácticas que dieran oportunidad comparativa a los campesinos mexicanos frente a la adversidad que enfrentarán a partir del primero de enero. La política agraria del régimen panista inocentemente apuesta al libre mercado y olvida que la economía nacional difiere sustancialmente de las acciones que en Estados Unidos benefician a los productores de aquel país”, expuso Juan Guerra Ochoa.

Con dureza, el diputado del partido del sol azteca advirtió que el juicio de la historia se enfocará en la responsabilidad de Felipe Calderón y de Alberto Cárdenas Jiménez, titular de la Secretaría de Agricultura, por sus omisiones.

“En pocos días comenzaremos a observar que no sólo los productores resultarán afectados por la errática política agraria de la actual administración. Lo más grave es que además el consumidor final recibirá el impacto directo del incremento en el precio de los alimentos y, sobre todo, de la escasez, porque la entrada libre y sin control de los productos de Canadá y Estados Unidos a suelo mexicano propiciará con el tiempo la especulación”, añadió.

A tal postura se sumó su compañero de bancada Emilio Ulloa Pérez, quien criticó “la absurda actitud política de Felipe Calderón, quien se ha dedicado a apostar su legitimidad a las fuerzas armadas. Es una paradoja que, en lugar de atacar los problemas de fondo, trate, por medio de la fuerza del Estado, de responder a un problema que se ha generado no por el narcotráfico en sí, sino por la pobreza rampante que se vive en la mayoría de las comunidades campesinas del país”.

José Manuel del Río Virgen, diputado por Convergencia, indicó que “la abierta y clara ausencia de políticas de las autoridades nacionales para enfrentar los retos que conlleva el libre comercio en el campo deberá significar un argumento principal para acusar y posteriormente juzgar a las autoridades federales por la miopía con que se han conducido no sólo en los últimos meses, sino desde el gobierno de Vicente Fox, quien obtuvo 700 mil millones de pesos, producto de los excedente petroleros, y ni un pozo extra mandó perforar en ninguna parte de México”.

También Silvano Garay, diputado por el Partido del Trabajo, refirió que además de la “justificación” que habrán de dar las autoridades por su inmovilidad, estarán obligadas a responder “al fenómeno de escasez de alimentos que se avecina”.

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