miércoles, enero 16, 2008

Calderón podría incluso ser una buena persona, pero...


Si reflexionamos sobre las muchas decisiones que podría haber tomado Calderón para darse unas cuantas pinceladas de legitimidad, encontraremos que saltan a la vista muchos otros datos que confirman que lo que busca la administración usurpadora es que estalle el pueblo por donde sea.La administración usurpadora encabezada por Calderón, impuesta a los mexicanos por el fraude legalizado que no convierte a Calderón en presidente legítimo, porque legalizar lo ilegal no convierte en legal lo ilegal y menos aún en legítimo lo ilegal, busca desesperadamente que el hartazgo, desatado ante la violencia propiciada, haga estallar al pueblo para poder justificar la militarización total del país, necesaria para reprimir el descontento social que toda entrega de un país a manos de intereses extranjeros trae aparejado. Podría haber ordenado de inmediato una investigación sobre la fortuna inexplicable de Fox y aunque no tenga, Felipe Calderón, la autoridad moral para encarcelar a su antecesor, sí podrían estar encarcelados, a estas alturas Marta Sahagún y los Bribiesca. Y es claro que con ello habría obtenido el aplauso hasta de los más recalcitrantes adversarios. Y siendo tan obvio lo anterior y además dado que no es un secreto que Salinas se ha convertido en el mentor de Calderón y siendo el exmandatario un experto en la materia, sólo se puede entender, el no hacerlo, en función de que lo que se quiere es fomentar el descontento buscando que el país reviente de una buena vez por todas.Se nos informa que las deserciones del Ejército y de la Marina son muy altas y que un tercio, al menos, de los desertores se van a engrosar las filas del crimen organizado.Tiene toda la lógica el asunto. Van a ganar más como sicarios o como narcos o como ladrones de autos y saben que van a quedar impunes los delitos porque así está negociado que ocurra.Tan fácil que habría sido ordenarle al Ejército, en la calle, combatir justamente a los desertores convertidos en sicarios para juzgarlos ejemplarmente y castigarlos con la fuerza de la ley castrense.Y a la par, claro, salta a la vista que se tendrían que aumentar los salarios de los soldados y de los otros militares de bajos y altos rangos.Que los pueden matar ya lo saben y además no todas las personas, como hacen los ricos políticos mexicanos, se sueñan inmortales.Se la juega el que nada puede perder y más aún cuando sabe que nada le van a hacer, aunque exista el riesgo de que pierda la vida. El que puede perder lo que tiene, aunque sea moderado, si eso le permite una vida digna para él y para su familia, es mucho más difícil que cambie de bando y menos aún para irse a uno donde puede perder la vida. Así de fácil es la solución del problema que "Los Zetas" significan."Los Zetas" existen porque el fecalismo necesita a "Los Zetas" para poder acabar de poner todas las riquezas de México en manos de empresarios extranjeros. Así está acordado. "Los Zetas" operan porque también sirven "Los Zetas" como distracción para llevar a cabo lo que se conoce como "El consenso de Washington", que no es más que el consejo, que sigue Calderón al pie de la letra porque cuenta con la complicidad de los poderes, también usurpadores, Legislativo y Judicial, de acelerar, al precio que sea, incluida la represión, las reformas entreguistas del petróleo y de la electricidad y de dar marcha atrás a los logros en materia laboral cancelando la seguridad social.Calderón podría incluso ser una buena persona e incluso podría estar haciendo lo que Salinas, mentirosamente, ahora queda claro, decía que hacía: entregarle lo menos al gobierno yanqui, que todo lo quería.Pero igual la usurpación sería inaceptable porque los pagos que se ven obligados a hacer los usurpadores son altísimos para los países.

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