viernes, febrero 15, 2008

EDITORIAL

Febrero loco y Marzo otro poco.

Si con el cuento de los juicios orales, el presente mes los senadores van a aprobar la “Reforma Judicial” que les permitirá a los policías entrar a los domicilios sin la orden de ningún juez; cuando por todos es sabido que las policías están infiltradas por las delincuencia organizada.

En Marzo, según la no muy clara información gubernamental, pretenden contratar los servicios profesionales de petroleras extranjeras (y ese va a ser el argumento que utilizarán para no hablar de privatizaciones) que “trabajarán” con o para PEMEX perforando pozos en el Golfo.

Aduciendo que si se destinaran recursos de la Paraestatal, que sobran, pues el año pasado obtuvo más de 38 mil millones de dólares de utilidades, en comparación con la Exxon-MOBIL que obtuvo poco más de 40 mil millones, se reduciría considerablemente el gasto social.

Cuando lo cierto es que los funcionarios de alto nivel y sobre todo el Lic Calderón, podrían (deberían, mejor dicho) reducir sus gastos. Solo que la soberbia y el miedo a las represalias del crimen organizado no les permiten actuar con libertad y soltura (ni a ellos ni a sus familias a las que también hay que cuidar).

Y sin soslayar que Don Porfirio, siendo un dictador, todos los días caminaba de su casa (en la calle de Cadenas) hacia su oficina en Palacio sin guardaespaldas ni chalecos blindados; cabe comentar, que en su pasado viaje a Guatemala, donde el michoacano que vive en Los Pinos asistió a la toma de posesión del nuevo Presidente de la hermana República, llevaba, además de el jet presidencial, un avión de carga de la Fuerza Aérea que transportaba hasta perros detectores de explosivos y una ambulancia (por no hablar de comandos armados hasta los dientes) tratando de emular a los jeques sauditas que viajan a lo grande (solo que ellos lo hacen con su propio dinero) o al Presidente de los EEUU que ya se sabe cómo es que lo transportan.

“Reformas” (la judicial y la energética) que nada tiene que ver con la Democracia, pues es definitivo que el Pueblo no las desea ni las acepta; y que una manera de pararlas, sin que haya violencia, es llevando a cabo un boicot a la Coca-Cola, hasta que nuestras espurias Autoridades no congelen las mentadas iniciativas.

Pero las palabras de José de Maistré siguen siendo ciertas: “Los pueblos tienen los gobiernos que merecen”. De nosotros depende.

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