domingo, febrero 24, 2008

Los energumenos del equipo Calderonista en la ONU

Acusa a subsecretario de la SRE de discriminación y abusos de poder

Señor director:Le solicito publicar esta carta, dirigida al presidente Felipe Calderón.

Señor presidente: Con la asesoría de mi abogado, me dirijo a usted para denunciar los actos de abuso de poder, acoso laboral, acoso verbal y discriminación de que fui objeto por parte de quien fue representante permanente alterno de la Misión México ante la ONU, Juan Manuel Gómez Robledo Verduzco, quien dentro del gobierno que usted encabeza se desempeña como subsecretario para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos en la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).Soy ciudadana mexicana, residente en Estados Unidos, y laboré para el gobierno de México en Nueva York como empleada local durante casi 10 años: dos en el consulado de México y casi ocho en la Misión Permanente de México ante la ONU. El 17 de mayo de 2006, él me reclamó a gritos, fuera de sí, por un error mínimo que advirtió en un documento y del que yo no era responsable. Me señaló como “una mujer inepta, inútil e incapaz”, con tal cólera, que me alzó la mano y estuvo a punto de golpearme ante dos testigos, uno de los cuales era la secretaria del entonces embajador titular, Noemí Sánchez Miranda. Otros miembros del personal, alarmados, bajaron y pudieron atestiguar también parte de lo sucedido –fue el caso de Francisco López–, hasta que Gómez Robledo se retiró abruptamente y me dejó llorando.En esa fecha yo tenía un mes de gestación de un delicado embarazo gemelar y, aun temiendo por mi trabajo, denuncié el incidente al entonces titular de la Misión, Enrique Berruga Filloy, quien no adoptó ninguna medida disciplinaria. Poco después, Gómez Robledo me reclamó haberlo acusado. Le notifiqué de mi embarazo y de la preocupación que albergaba por los efectos que pudiera causarme aquel incidente. Entonces cambió de tono. Me suplicó tener discreción y, sobre todo, que “lo mantuviera al tanto de mi estado de salud”. Semanas después perdí a mis bebés y, en efecto, se lo informé a Gómez Robledo.Caí en una fuerte depresión hasta que, en octubre del mismo año, me enteré de un nuevo embarazo. Le informé a Gómez Robledo de mi estado, y como respuesta me invitó a “renunciar” a mi puesto. Este acto discriminatorio me indignó, pero sólo le respondí que no podía dejar mi empleo debido a mi situación económica y a mi estado de gravidez.En diciembre de 2006, cuando Gómez Robledo fue nombrado por la canciller Patricia Espinosa en su puesto actual, empezó a deshacerse del personal que le era incómodo, incluyendo a las dos secretarias del embajador Berruga, Noemí Sánchez y Lisette Limón, igualmente víctimas de sus frecuentes abusos verbales y arranques de histeria. En mi caso, tres meses después de que me reincorporé a mis labores tras la licencia de maternidad, y aprovechando que mi contrato vencía el 31 de diciembre de 2007, Gómez Robledo ordenó que no se me renovara el contrato, “para que pudiera cuidar a mi hija”. Esto fue ejecutado sin miramiento alguno por Socorro Rovirosa, representante permanente alterna, alegando además que en la Misión se necesitaba “sangre fresca” y “gente nueva”. Este tipo de contratos, recomendados por el propio Gómez Robledo cuando era consultor jurídico, se prestan para esta y otras formas de abuso, como la falta de pago de horas extras y el hecho de que nos obliguen a cubrir “guardias” fuera de nuestro horario.Asesorada por mi abogado, le aclaro, señor presidente, que con esta denuncia no busco ni me interesa la reinstalación laboral, sino denunciar que la conducta del señor Gómez Robledo es considerada abuso de poder, abuso contra las mujeres y discriminación, por lo que resulta inexplicable que la embajadora Patricia Espinosa, quien seguramente conocía este tipo de antecedentes, lo haya recomendado para que sea el subsecretario encargado de los derechos humanos. Me parece deplorable que un funcionario público con tales características forme parte de su equipo de colaboradores.Agradeciendo de antemano su amable atención y con la certeza de que esta denuncia será debidamente atendida, aprovecho la oportunidad para enviarle mi gratitud anticipada y mis deseos de que su gestión continúe con el mejor de los éxitos. (Carta resumida.)
Atentamente
María del Rocío García
Coycolearociomex@aol.com
Teléfono: (917) 378-48-86

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