viernes, febrero 29, 2008

Puerto gratis a Repsol para que venda gas licuado a CFE

El año pasado, la empresa española signó el contrato que la favorecerá durante 15 años

Se compromete un presupuesto de 16 mil millones de dólares, dice el “gobierno legítimo”

Transportará el energético desde la costa desértica de Perú hasta Manzanillo, Colima

Enrique Méndez y Ciro Pérez

La Comisión Federal de Electricidad (CFE), Petróleos Mexicanos (Pemex), la Secretaría de Energía (SE) y la Comisión Reguladora de Energía (CRE) firmaron en septiembre del año pasado un contrato para suministro de gas natural licuado con la trasnacional española Repsol, durante 15 años, y que de acuerdo con estimaciones del “gobierno legítimo” comprometen un presupuesto de 16 mil millones de dólares.

En los documentos que Andrés Manuel López Obrador entregó el domingo pasado a diputados que integran el Frente Amplio Progresista (FAP) se informa que Repsol suministrará el gas desde instalaciones ubicadas en la costa desértica central de Perú, en la región de Camisea, y que con esta operación esa compañía concentrará la mayor parte del mercado de distribución de gas LP.

Además, denunció, se le construirá un puerto sin costo para desembarcar el gas traído de Perú, y se le entregarán las instalaciones de suministro de electricidad, como ha ocurrido con otros licitantes.

El contrato se firmó el 6 de septiembre de 2007, por un “servicio de recepción, almacenamiento y regasificación de gas natural licuado y suministro de gas natural a la CFE para la zona de Manzanillo, Colima”, a un precio de 0.0300 centavos de dólar por litro de gas, y luego de que otras compañías trasnacionales abandonaron el proceso de licitación.

Se trata de la licitación pública internacional 18164067-009-006 (LI-509-06), en la que fungieron como testigos el analista David Shields Campbell, quien es defensor de la privatización de Petróleos Mexicanos, por parte de la Fundación Heberto Castillo, y Gonzalo Martínez Corbalá, como “testigo social” designado por la Secretaría de la Función Pública (SFP).

De acuerdo con los documentos oficiales de la CFE, la apertura de propuestas se realizó el 4 de septiembre de 2007, ante el notario público 103, Armando Gálvez Pérez Aragón, y se determinó que la única postulante era la española Repsol, luego de que ese mismo día las empresas Tokio Gas Col, Ltd, Marubeni México SA de CV, Mitsui & Co. Ltd y Sumimoto Corporation “presentaron carta excusa”.

Ante ello, la proposición de Repsol se aceptó “para su análisis detallado” y se convocó para una nueva sesión donde se daría a conocer el nombre del ganador de la licitación.

El acta de presentación y apertura de proposiciones fue firmada por los representantes de la CFE, Yuriria Mascott Pérez, gerente de Abastecimientos; Jesús Buentello Medina, subdirector de Energéticos y Seguridad; Alberto Ramos Elorduy, subdirector de Proyectos de Inversión Financiada; Juan Granados Zúñiga A., gerente de Proyectos de Productores Externos; el ingeniero Francisco de la Parra; Alfredo Granados Gallardo, jefe del Departamento de Concursos; Eduardo Buendía Domínguez, subgerente de Cogeneración y Abastecimiento, y Alicia Rodríguez Alvarez, representante de la Gerencia de Abastecimientos.

Por la Secretaría de Energía suscribieron el acta respectiva Julio Alberto Valle Pereña, subdirector de Formulación de Balances de la Subsecretaría de Planeación, y Reyna Velázquez Montes, directora de Promoción de Inversión.

Por Pemex lo hizo el superintendente de Ventas, René Ramírez Romero, y por la Comisión Reguladora de Energía Fernando Granados Fernández, director general de Gas Natural. También suscribieron el documento los representantes del Órgano Interno de Control en la CFE en la región Centro/Centro Oriente, así como los representantes legales de cada una de las empresas licitantes. En el caso de Repsol, la firma es de Antonio Carlos Díaz González.

Los mismos funcionarios y representantes firmaron el contrato a favor de Repsol, que se encuentra en el lugar 97 de las 500 mayores empresas trasnacionales del mundo por volumen de ingresos, estimado en 44 mil 857.5 millones de dólares, y en el lugar 13 del sector hidrocarburos.

El documento del “gobierno legítimo” asegura que el contrato se otorgó como parte de la corrupción que impera en el gobierno federal y con objeto de beneficiar a una trasnacional, cuando Pemex perfectamente pudo realizar la compra de gas natural del sitio de licuefacción y encargarse de su transporte. “Sin embargo, CFE prefirió dárselo a las petroleras extranjeras y le ocasionó un daño al país, porque las ganancias son para Repsol y no para Pemex; además, comprometió su presupuesto futuro hasta por 15 años”.

De acuerdo con el análisis, el capital social de Repsol está valuado en mil 220 millones 863 mil 463 euros, con datos a diciembre de 2004, y en él tienen participación, entre otros, BBVA Bancomer, el Chase Manhattan Bank, Brandes Investment y Petróleos Mexicanos, este último con 4.8 por ciento, a través de PMI.

En México, refirió, Repsol concentra siete permisos de distribución de gas natural, de un total de 21, a través de su subsidiaria Gas Natural, que adquirió cinco plantas generadoras de electricidad de ciclo combinado y un gasoducto propiedad de Electricité de France y Mitsubishi de México, en una operación valuada en mil 448 millones de dólares.

El análisis del “gobierno legítimo” afirma que el crecimiento del emporio de Repsol está basado en privatizaciones corruptas y oscuras en los países donde se ha establecido, y para el caso del contrato con CFE refiere que el gas lo obtendrá de Perú. “La española Repsol-Perú decidió la compra de las estaciones de servicio Mobil. Fuentes cercanas a la empresa indicaron que los ejecutivos comunicaron esta operación a las autoridades peruanas”, señala. Añade que en enero “comenzó las obras de construcción de una planta de licuefacción en la zona desértica de la costa central de Perú, desde donde se exportará el gas del yacimiento de Camisea a México”.

Esta operación tendrá un impacto negativo en Petroperú, una vez que Recosac, brazo comercial de Repsol en ese país, se fusionó con la refinería La Pampilla, que tiene la capacidad de absorber la demanda del negocio mayorista y de las estaciones de servicio Mobil. Con ello, Petroperú dejaría de ser el mayor productor de combustibles en el mercado local.

Que claro resulta que los españoles hayan contribuido al fraude y que el mismo Zapatero se haya hecho de la vista gorda avalando la usurpación del espurio.

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