viernes, marzo 21, 2008

Día del reencuentro con la POLITICA

María Teresa Jardí

Día luminoso el 21 de marzo porque con él viene aparejado el inicio de la primavera, estación de las flores que tiñen de colores el ambiente, que perfuman con su olor mientras las hojas de los árboles nos regalan todos los matices del verde haciendo explotar el amor…
Hoy es el día, para los que tenemos el privilegio de vivir en Mérida y para los muchos que vienen de fuera al desayuno del POR ESTO!, de reencontrarnos con la POLITICA.
Es el día, esperado todo el año, del reencuentro con la POLITICA con mayúscula, como tendría que ser siempre la política rebajada en nuestro país, por los partidos, a simple poliquetería.
Con mayúscula porque de POLITICA trata toda la cosa pública y porque la POLITICA afecta también la vida privada de los gobernados.
Día de reencuentro de la izquierda, lo que suele traer aparejado la denuncia. De celebración, esta vez, de 17 años de vida de un diario nacido antes, mucho antes, en el POR QUE? para jugar el mismo papel documentador de la verdadera historia, lamentable, las más de las veces, de nuestra patria.
Historia aún no recopilada, o mal recopilada, la verdadera, en los libros escritos por historiadores mexicanos, que en nuestro país --como la intelectualidad comprometida con las mejores causas-- brillan por su ausencia.
Día elegido para el nacimiento del POR ESTO! porque se conmemora también, que no el lunes pasado, aunque de manera oficiosa, los que ejercen el control de lo oficial, así lo hayan decretado, un aniversario más del natalicio de Don Benito Juárez, prócer de la patria mexicana proclamado: “por su defensa de las libertades humanas que sirvió de ejemplo a otros países latinoamericanos: Benemérito de las Américas".
Más vivo hoy que nunca Don Benito Juárez incluso porque otra vez un mexicano carga a cuestas de manera itinerante con la única Presidencia Legítima que tenemos en México, debido a otra usurpación canallesca.
En camión, avión, coche, caballo, burro o camioneta, AMLO hoy, como antaño Juárez lo hiciera en una carreta, lleva la Presidencia Legítima a cada Estado y a cada municipio, para denunciar, por estos días, el arrebato que quieren hacerle a la nación mexicana de su petróleo y de otros bienes, para entregarlos a manos extranjeras, los usurpadores traidores a la Patria.
Traidores acompañados, como cuando Juárez, de extranjeros que no entendieron el mensaje enviado con la condena a muerte de Maximiliano y sus acompañantes. Extranjeros con jugosos negocios familiares en las propias transnacionales a las que los bienes de los mexicanos se rematan con el cinismo que acompaña la usurpación apoyada por la Ley GESTAPO.
Día de contrastes, donde lo terrible que ocurre hoy en México y también en Yucatán como parte de México que es, no logra nublar el color primaveral del 21 de marzo que se filtra en los olores y colores del exquisito desayuno yucateco preparado y servido por manos amigas en el Sindicato de los Trabajadores del Volante.
Día de reencuentros que hacen nacer la esperanza porque, cuando nos juntamos, donde quiera que nos encontremos, nos damos cuenta de que somos muchos, muchísimos los que integramos el movimiento ciudadano más grande y más importante de México, probablemente desde que otros traidores trajeron a otro usurpador extranjero para convertirlo en emperador de México.
De buena fe, quizá, Maximiliano. Pero condenado con justicia a muerte porque la inocencia no disculpa el agravio de querer gobernar la patria que a otros pertenece por derecho propio.
De mala fe Fecal, producto de un golpe de Estado avalado por partidos tan traidores como el propio usurpador mexicano. Usurpación escandalosa la de hoy, legalizadora del fraude y enterradora de las instituciones, desmontado que ha sido de las mismas el andamiaje ético para llamarnos, siéndolo, República.
República la nuestra a la que Benito Juárez le dijera una vez recobrada y triunfal la misma:
"Mexicanos: encaminemos ahora todos nuestros esfuerzos a obtener y a consolidar los beneficios de la paz. Bajo sus auspicios, será eficaz la protección de las leyes y de las autoridades para los derechos de todos los habitantes de la República. Que el pueblo y el gobierno respeten los derechos de todos. Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz… Confiemos en que todos los mexicanos, aleccionados por la prolongada y dolorosa experiencia de las comunidades de la guerra, cooperaremos en el bienestar y la prosperidad de la nación que sólo pueden conseguirse con un inviolable respeto a las leyes, y con la obediencia a las autoridades elegidas por el pueblo".
Día de recuento del pasado, que nos hace Mario Renato, para alertar sobre el futuro y para darnos la oportunidad de prevenir en el presente.
Día del POR ESTO!, ganado a pulso, sin duda, por su director y por cada uno de sus colaboradores. Felicitaciones a todos.
Un privilegio es para mí la generosa invitación de Mario Renato a escribir en sus páginas mi modesta colaboración de cada día.

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