domingo, abril 06, 2008

Histórica alianza

Reportaje

Petróleos Mexicanos forma parte del “núcleo duro” de accionistas de Repsol, pues aunque ocupa el quinto lugar por su volumen accionario (con 4.9%), se le considera un capital de referencia, según declaró a mediados de 2006 el presidente de la trasnacional española, Antonio Brufau.
Lo anterior se debe a que PEMEX forma parte de Repsol desde que ésta se constituyó en 1986 y ha sido uno de sus mayores apoyos para que se cuente hoy entre las 10 trasnacionales petroleras más importantes del mundo: es líder en España y tiene presencia en América Latina, Estados Unidos, Medio Oriente y el norte de África. Según sus propios datos, produce más de un millón 100 mil barriles de petróleo diarios.
El 2 de marzo pasado, el mercado de valores español dio a conocer que en los últimos cinco años las empresas españolas siguieron batiendo récord en ganancias. Pese a los tropiezos que sufrió con las nacionalizaciones de hidrocarburos en Venezuela y Bolivia, Repsol se mantuvo en segundo sitio, sólo por debajo de Telefónica. Aunque incrementó sus negocios sólo en 1.4%, obtuvo dividendos por más de 53 mil 800 millones de euros en el último lustro.
La participación de PEMEX en Repsol es de 59.8 millones de acciones (4.9%) que administra PEMEX Internacional España, S.A., lo cual le garantiza un lugar en la mesa de accionistas.
El director de ese organismo y representante de PEMEX en el Consejo de Administración de Repsol es el veracruzano Raúl Fortunato Cardoso Maycotte, quien funge como consejero externo dominical (sic), vocal de la Comisión Delegada y presidente de la Comisión de Estrategia, Inversiones y Responsabilidad Social Corporativa de la petrolera española.
Los otros miembros del Consejo de Administración son la constructora Sacyr Vallehermoso, propietaria de un paquete accionario de 20%; La Caixa, con 9.1%; Repinves, con 5%; Axa, con 4.2%; el banco Barclays, con 3.2%, y desde septiembre pasado Mutua Madrileña, que adquirió el 2% directo, aunque ya participaba en la sociedad con 5% de las acciones de Sacyr Vallehermoso.
El restante 51% de las acciones de Repsol está sometido a la libre cotización de los mercados de valores en las bolsas IBEX de Madrid, la de Nueva York y la de Argentina (26.5% controlado en el extranjero y 25.1% en España).

Expansión
De acuerdo con documentos oficiales cuyas copias se consultó, PEMEX tiene registradas en España dos sociedades. Una es la sociedad limitada denominada PMI Holdings Petróleos España, mediante la cual vende hidrocarburos en ese país, el segundo mercado más importante después de Estados Unidos, y donde Repsol es su principal cliente, además de Cepsa, BP España y Petrogal.
PEMEX Internacional España, S.A. es la otra sociedad del entramado financiero de PMI (Petróleos Mexicanos Internacional). Tiene su sede fiscal en las Torres Picasso, en la avenida de La Castellana de Madrid, y en su ejercicio 2006-2008 declaró un capital social de 162 mil 540 euros.
Raúl Fortunato Cardoso Maycotte preside PMI Holdings Petróleos España desde el 27 de enero de 2006 –luego que en 2005 mudó su oficina de Londres a Madrid– en calidad de consejero delegado solidario.
Como secretario y consejero de PMI aparece el responsable de inteligencia financiera de PEMEX en Europa, Edgar G. Jones Muñoz. El otro consejero es Rosendo Zambrano Fernández, actual director general de PMI Comercio Internacional, director comercial de refinados y petroquímicos y presidente de PMI Services North America, Inc.
Este semanario solicitó una entrevista con Cardoso, quien se negó. Sin embargo, es asiduo declarante de los medios europeos especializados en economía, y en diciembre de 2003 dio a conocer la colocación de una emisión de bonos por cerca de mil 400 millones de dólares canjeables por acciones de Repsol o pago en efectivo, cuyo fin era la “monetización de la inversión”.
Dicha emisión fue realizada por Repcon Lux, otra filial de PEMEX asentada en Luxemburgo, país señalado como un paraíso fiscal e incluido en las listas negras de los organismos reguladores a nivel internacional. La emisión se cerró en sólo tres horas y hubo una sobredemanda, según el periódico español Cinco Días.
El martes 1, en una entrevista en TV Azteca, Andrés Manuel López Obrador denunció que esa emisión de bonos, que ocurrió cuando Felipe calderón era secretario de Energía, provocó un grave “daño patrimonial” a la paraestatal porque fueron vendidos a bajo precio, pero meses después “esas acciones aumentaron su valor”. La Auditoría Superior de la Federación (ASF) estimó que la pérdida de PEMEX fue de 655 millones de dólares.

Mezcla de intereses
La histórica “alianza estratégica” de PEMEX con la industria petrolera española inició en la segunda mitad de los setenta.
El rey Juan Carlos de Borbón intercedió ante el gobierno de José López Portillo para que, en el marco del restablecimiento de relaciones diplomáticas y dado al auge económico derivado de las abultadas reservas petroleras de México, éste mostrara su buena voluntad hacia la naciente democracia española con inversiones en el sector de los hidrocarburos.
El gobierno mexicano dispuso que PEMEX invirtiera en Petróleos del Norte (Petronor), empresa de capital mixto dominada por el Banco de Bilbao, el Banco de Vizcaya (después fusionados en BBVA), la Caja de Ahorro Vizcaína y la Caja Municipal de Bilbao. Esta operación fue anunciada como la plataforma para que PEMEX penetrara en el mercado europeo.
Mediante un decreto real se instruyó a la Compañía Arrendataria del Monopolio de Petróleos (CAMPSA), que entonces detentaba el 32% de las acciones de Petronor, para que adquiriera 34% de las acciones que hasta entonces detentaba Gulf Oil Corporation y se las vendiera a PEMEX.
México compró un primer paquete de acciones en 1979 y otro en 1981 para completar el 34.29%, equivalentes a 81 millones de dólares al cambio de la época.
En 1980, en el proceso de venta del segundo paquete, el presidente de Petronor, Nemesio Fernández Cuesta, destacó que “México ha apostado por el futuro y ha elegido el País Vasco para ello”. Consideró que López Portillo y el rey Juan Carlos de Borbón fueron “fundamentales” en estos acuerdos. Incluso añadió que el monarca “ha sido el elemento capital de la gestión” (El País, 1 de julio de 1980).
Las negociaciones fueron encabezadas por el Ministerio de Comercio español y CAMPSA, mientras que en representación de México participaron el entonces director de PEMEX, Jorge Díaz Serrano, y su asesor Mario Cobo, escribe José A. del Moral en el sitio CyberEuskadi.
El 15 de junio de 1987 España promulgó una ley con el fin de reorganizar su política energética nacional, dándole prioridad al crecimiento del holding Repsol, que el gobierno español había constituido un año antes (en 1986) y dependía del nuevo Instituto Nacional de Hidrocarburos (INH).
Ese mismo año, ya en el gobierno de Miguel de la Madrid, PEMEX propuso sacar al mercado bursátil un paquete de 15% de las acciones de Petronor a fin de capitalizarse e iniciar su expansión a Francia. Sin embargo, los directivos del INH y Repsol convencieron a los principales socios de Petronor, el Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) y PEMEX para que les vendieran sus acciones en Petronor, incluida la compra de la imponente refinería de Bilbao.
A cambio, el banco y la paraestatal mexicana tendrían lugar en la mesa de accionistas de Repsol. Así sucedió, aunque en el acuerdo firmado en 1989 PEMEX se vio obligado a aclarar a Repsol que la adquisición de su paquete accionario no significaba que esta empresa adquiriera derechos para realizar trabajos de exploración petrolera en México.
La investigadora argentina María Paula Iza asegura que “uno de los hitos clave” para la expansión mundial de Repsol fue la firma del “acuerdo estratégico” entre PEMEX y el Instituto Nacional de Hidrocarburos español. Por medio de esa negociación, Repsol adquirió el 34.4% que entonces PEMEX poseía de Petronor elevando su participación en la compañía titular de la refinería de Bilbao hasta el 88,3%. A cambio, PEMEX adquirió el 2.9% (inicial) de las acciones del capital de Repsol”.
(Alejandro Gutiérrez/APRO)

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