viernes, mayo 30, 2008

Asimetrías
¿Qué Mueve a Calderón?
Fausto Fernández Ponte
I
¿Qué lleva o induce al Presidente de Facto --Felipe Calderón-- a tomar decisiones que a los ojos de no pocos mexicanos, probablemente la mayoría, son percibidos como errores de esos que llaman de cabeza, es decir, de juicio?
¿Cuáles son los motivos verdaderos de la conducta equívoca del señor Calderón como potestatario --depositario de una potestad que no es propia, sino de los potestantes, la ciudadanía-- percibida como atentatoria de los intereses de la nación?
¿Y qué mueve a don Felipe a tomar decisiones erradas en materia política, que es, por definición, el coto de un jefe de Gobierno o de Estado y, desde luego, la función axial de la institución presidencial en el entramado del poder en México?
¿Qué poderosas causales y sus imperativos conducen a éste personaje a actuaciones como jefe del Gobierno y , a la vez, del Estado mexicano que sólo privilegian a los intereses particulares de los menos en agravio de los intereses sociales, de los más?
¿Cuál es la racionalidad --razones discernidas lógicamente-- de las acciones de Gobierno y de Estado de éste hombre instalado en la Presidencia de la Repùblica por los intereses de unos cuantos mexicanos y extranjeros que se ostentan dueños de México?
Sí, ¿por qué don Felipe gobierna (o desgogbierna, cabrìa decir precisoriamente) a los mexicanos bajo premisas y silogismos --como imperativos estratégicos-- que van a contrapelo de los fundamentos centrales mismos de la teoría del Estado?
II
Sí, insístase, ¿por qué? ¿Por ineptitud, acaso? ¿Cortedad de miras? ¿Insensibilidad política devenida de la interacción de la cultura de clase social a la que pertenece y que lo hace indiferente a la realidad nacional, sin duda lacerante?
¿O es, tal vez, secuela de la carencia de un entramado logístico de carácter aúlico de consultorìa, consejería y asesoría despojada de dogmas ideológicos y políticos e inclinaciones doctrinarias por definición estrechos y estériles?
No sabríase a ciencia cierta en el corto plazo, mas para el instinto del pueblo de México, de supervivencia, esas interrogantes acerca de las actuaciones del señor Calderón no conforman enigmas ni misterios arcanos. No. Son claras.
Lo que mueve, induce, lleva y motiva al Presidente de Facto en sus actuaciones como mandatario espurio es su mismísima espuriedad --de la que tiene noción plena-- y su conciencia de que fue instalado por los poderes fácticos que son y que están.
Tampoco parecen ser sus móviles e inducimientos los de sus convicciones --hasta hoy invisibles-- acerca de la grandeza de México y del pueblo mexicano y sí a favor de las supuestas bondades de un proyecto de país socialmente inviable.
Ese proyecto de país es socialmente inviable porque parece tener por premisas mayores las de la dependencia, vocablo que define una triste correlación geopolítica con respecto al poder imperial actual, el que representa Estados Unidos.
III
Y es que ese proyecto de país socialmente inviable ha convertido a México en una especie sui generis de virtual protectorado del Estado estadunidense, dominado, a su vez, por grandes consorcios trasnacionales; éstos conforman el poder real.
Ese protectorado sui generis es mutante y sus metamorfosis son monstruosas, aunque en un marco de estratificación entendida ésta en términos de dominación y, desde luego, de poder. El poder real se localiza a extramuros --allá afuera-- de México.
Se localiza en EU y en, menor medida, en España, cuyas élites siéntense con derechos históricos --los de la Conquista y la Colonia-- de recrear el brutal correlato colonial neo-novohispano. El señor Calderón es el hombre para ello.
Las metamorfosis monstruosas en la que deviene el protectorado es la de la anexión de hecho. Esa condición --un sincretismo en realidad-- es insoslayable excepto para aquellos que no la quieren ver o que, por cualesquier razones, no la registran.
Ello explica los por qués acerca de las conductas del señor Calderón, aunque la proverbial suspicacia popular identifica un móvil de gran irrefutabilidad: la corrupción. Don Felipe se nos ofrece, falso o vero, como presunto corrupto. De grandes vuelos.
Por ello, sus yerros, omisiones, cortedades. Empezó a vender el país. Todito. En partes y a pedacitos o entero --por kilo y medio kilo-- y, ya Presidente, por toneladas. Como Carlos Salinas, don Felipe vende el alma de México. Y en ganga.
No parecería ser, pues, ineptitud, el meollo de las causales de sus equívocos, cortedades y las colosalmente terribles consecuencias de ello, sino también gran voracidad. Voracidad de poder metaconstitucional y de dinero. Trillones de dólares.
ffponte@gmail.com
Glosario:
Anexión: acción y efecto de anexar. Unir o agregar algo a otra coa, con dependencia de ella. Anexionar: anexar, especalmente un territorio a otro. Áulico: cortesano, palacial. Perteneciente o relativo a la corte. Meollo: sustancia, núcleo, médula, miga, fondo. Protectorado: parte de soberanía que un Estado ejerce sobre otro. Soberanía que se ejerce sobre un territorio que no ha sido incorporado del todo y en el cual existen autoridades locales. Soberanía compartida entre un Estado poderoso y otro débil o dominado. Sui generis: locución latina: dicho de una cosa, género o especie muy singular y excepcional.

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