lunes, mayo 19, 2008

Endurecen tortilla


Juan Chávez
chavezr25@hotmail.com
Como para creer a la voz oficial que asegura que el combate a la pobreza en México va en serio, no se espante si en el mes de las madres y los maestros usted tenga que pagar 10 pesos con 50 centavos por un kilo de tortilla.

Tal alza es un hecho, como si los salarios de miseria de más de 14 millones de trabajadores adscritos al Seguro Social fueran suficientes para adquirir los alimentos del pipirín diario.

En lo que va del gobierno de Felipe Calderón, el alimento popular se ha incrementado en 35% y si brinca a los 10.50, el aumento registraría casi 60%, algo definitivamente catastrófico para el bolsillo de la economía familiar y más para los mexicanos que rasguñan la vida con irrisorio ingreso de menos de un dólar.
¿Eso será gobernar para el pueblo?
El infaltable alimento quizá vaya a desaparecer de la dieta de los jodidos que, de acuerdo con los escalones que el panismo en el gobierno le ha puesto a la pobreza, forman el ejército de los 20 millones de compatriotas que “viven en pobreza extrema”.
Usted sabe: el neoliberalismo en el poder clasifica a los miserables en pobres patrimoniales y pobres nutricionales. Para los mexicanos en general, son pobres todos los que no tienen en que caerse muertos. O que no se caían porque tenían para el taco con sal o, en el mejor de los casos, con algunos frijolitos.
Pero ahora, cuando la tortilla tenga que adquirirse a 10.50, qué va a pasar con ese núcleo de mexicanos que vive en comunidades rurales o en las áreas marginadas de las ciudades, en los cinturones de miseria del campo y las urbes, pues.
El maíz, recurso renovable tan importante como el no renovable que es el petróleo, no va a merecer protestas y mucho menos asaltos y clausura de las tribunas del Congreso de la Unión. Es el pobre energético, pa’que más.
¿Para qué discutir? ¿A quién carajos le importa que el precio de la tortilla se vaya a endurecer?
Alguien, con un poquito de conmiseración para la pobreza en que arrastran su existir esa gran porción de mexicanos, exige que la cadena productiva maíz-tortilla vuelva a ser subsidiada como en aquellos gloriosos tiempos gobernados por el PRI.
Pero por qué los de la derecha van a apiadarse de los miserables, si ellos están bien con Dios.
Para los molineros el alza es inminente. Si no es mayo, se dará en el segundo semestre de este año, pero de que se dará, se dará.
Su dirigente nacional Lorenzo Mejía Morelos ha dicho que el subsidio no es “varita mágica”, pero admite que en algo aliviaría a la maltrecha economía del grueso de los consumidores que requieren de un apoyo para comprar el alimento en las 65 mil tortillerías que hay en el país.
Por lo menos, el señor nixtamalero es derecho y no se anda por las ramas como el secretario de Economía Eduardo Sojo que ha sostenido que el precio de la tortilla se mantendrá estable, no obstante que su subordinada, la subsecretaria Rocío Ruiz acusó recibo de que el precio “podría subir 50 centavos el kilogramo".

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