sábado, mayo 17, 2008

Jiménez Espriú: “Sin salvavidas, se busca un tesoro en aguas profundas”


* Propone Sheinbaum un Comité Anticorrupción en Pemex; Muñoz Ledo y Aguilar Camín protagonizan intenso debate histórico


México, D.F., 15 de mayo (apro).- “Nos engañaron antes con la amenaza y nos quieren engañar ahora con el disfraz de los contratos de riesgo”, sentenció Javier Jiménez Espriú, exsubdirector de Finanzas de Pemex durante la intervención más aplaudida en la segunda jornada de debates sobre la reforma energética organizada en el Senado.En el encuentro también participaron Claudia Sheinbaum, quien propuso un Comité Anticorrupción en la paraestatal; Porfirio Muñoz Ledo, quien sostuvo un intenso debate histórico con el escritor Héctor Aguilar Camín, así como los académicos Luis Rubio, Javier Beristáin y Arturo Fernández Pérez, que apoyaron las iniciativas enviadas por el presidente Felipe Calderón.Con una amplia experiencia dentro de Pemex, Jiménez Espriú, también exdirector de la Facultad de Ingeniería de la UNAM, advirtió que “sí se puede contratar la tecnología sin compartir una sola molécula de hidrocarburo”.Y alertó contra la autorización de “los contratos de riesgo en las iniciativas”, pues a ello se sumaría el agravante de “la discrecionalidad del régimen especial propuesto, (factores) que inclinan la balanza a favor de los consorcios multinacionales, dueños del dinero”.Jiménez Espriú insistió en que “hemos dicho desde hace mucho que la moderna tecnología de la dependencia es caer en la dependencia de la tecnología. Y nosotros parece que nos queremos lanzar a las profundidades del océano en búsqueda de nuestro tesoro sin nuestro propio salvavidas”.Esta última frase arrancó prolongados aplausos entre los legisladores presentes y los invitados, incluyendo a los exsenadores priistas Manuel Bartlett, Dulce María Sauri, así como de funcionarios e ingenieros de Petróleos Mexicanos.Jiménez Espriú sintetizó así el proceso de reforma energética impulsada por el gobierno federal:“La propuesta de reforma desde el diagnóstico es insuficiente en el análisis económico, discutible desde el punto de vista técnico, inconsistente en el aspecto legal, ignorante de contenido histórico y ayuna de sensibilidad política”.La primera ronda de intervenciones comenzó con Claudia Sheinbaum, doctora en ingeniería energética y representante del “gobierno legítimo” de Andrés Manuel López Obrador. Advirtió que su propuesta era “radicalmente distinta” a lo que se propone en las cinco iniciativas enviadas por el Ejecutivo federal.Sheinbaum detalló los cinco ejes de la reforma propuesta: reintegrar a Pemex en una sola entidad y no dividida en subsidiarias y filiales, como ahora; canalizar los cerca de 20 mil millones de dólares de excedente a Pemex y que el Estado asuma la deuda de Pidiregas, y fortalecer las áreas estratégicas de la paraestatal.Además, atender el problema de contaminación del gas y crudo con nitrógeno, situación que ha originado el cierre de al menos 80 pozos, lo que implica una pérdida de 500 mil barriles de crudo diario; fortalecer la investigación y el desarrollo tecnológico en la producción y uso de energía vinculados a Pemex, y garantizar el funcionamiento de un Comité Anticorrupción.Sobre este último punto, Sheinbaum señaló que no sirve copiar modelos de rendición de cuentas y de gobierno empresarial, tal como lo propone la iniciativa de Calderón.Por ello, se propone el Comité Anticorrupción, que deberá ser integrado con ciudadanos mexicanos “con los antecedentes profesionales y éticos suficientes que le den plena independencia de criterio de Pemex y del Ejecutivo. Su nombramiento debe recaer en el Congreso, en forma consensuada, y formalizarse a través de un riguroso proceso de selección”.Invitado por los partidos integrantes del Frente Amplio Progresista (FAP), Porfirio Muñoz Ledo destacó que desde 1976 a la fecha se agudizó la crisis del modelo energético.Participante del gabinete de los expresidentes Luis Echeverría y José López Portillo, Muñoz Ledo advirtió que “el cambio dramático de la política petrolera del país obedeció a un espejismo, a alguna trampa y a un voluntarismo que llevó a un círculo vicioso entre ‘petrolismo’ y presidencialismo”.Opositor también a las iniciativas calderonistas, Muñoz Ledo calificó de “operación roedora” el intento de privatizar las áreas de Pemex.“Aquí se junta el hambre con las ganas de comer, el hambre energética de las grandes potencias con las ganas de comerse los negocios de una parte considerable de la clase política”, sostuvo Muñoz Ledo.El también excandidato presidencial y exintegrante del Consejo de Seguridad de la ONU coincidió con Sheinbaum en que la principal presión para aprobar la reforma energética se debe al peligro de una recesión económica en Estados Unidos, y citó luego un informe del Comité de Relaciones Exteriores de la nación vecina en el que se afirma:“Estados Unidos debe enfocarse en promover una mayor producción petrolera en México, mediante la participación de las empresas privadas en ese país, como parte de una nueva política económica hemisférica”.Muñoz Ledo concluyó que Calderón debe retirar sus iniciativas de ley, o el Congreso debe ignorarlas y dictaminar sin violar la Constitución.
Argumentos a favor de la reforma
Tocó al historiador y analista político Héctor Aguilar Camín hacer la defensa de las iniciativas de reforma energética, aunque previamente advirtió que no era especialista en el tema. Consideró que en el sector se deben romper dos “amarras”: la “mitología nacionalista” y “la debilidad fiscal del Estado”.“La mitología nacionalista nos impide hablar del petróleo y de Pemex como lo que son, una materia prima y una empresa, no son más que eso”, afirmó Aguilar Camín.En la segunda ronda, Sheinbaum le recordó al historiador que el petróleo no es “cualquier materia prima” y que Pemex constituye la principal empresa de la cual depende el desarrollo económico del país.El autor de La guerra de Galio insistió en que si es necesario, que se cambie el artículo 27 constitucional para permitir los contratos de riesgo, y opinó además que las reformas calderonistas no conducen a la privatización.Aguilar Camín deslizó que “hace rato que el petróleo en México está privatizado, parcialmente al menos, pues la inversión privada es clave para el funcionamiento de Pemex hoy. En mi opinión, la pregunta adecuada no es si deben haber o no contratos privados en Pemex, sino dónde y cómo”.Coincidió con Javier Beristáin, economista y exrector del ITAM, y con el politólogo Luis Rubio, en que los principales problemas de Pemex son “la opacidad, la corrupción y la ineficiencia, no los contratos privados”.Luis Rubio insistió en que la reforma calderonista es benéfica, porque coloca el acento en la “eficiencia”. El problema, afirmó, “no es quién se apropia de la renta petrolera sino cómo se invierte mejor”.Y mencionó como ejemplos los casos de Petrobras y Stand Oil, de Noruega, como modelos a seguir en la autonomía de gestión para Pemex.Beristáin Iturbide delimitó cinco principios para fortalecer la reforma energética. A pesar de su apoyo a las iniciativas calderonistas porque crean “un nuevo andamiaje institucional”, reconoció que “no es claro que las inversiones privadas sin una correcta regulación, sin una asignación de riesgo, es eficiente”.Señaló que la “más importante” de las iniciativas es la reglamentaria del 27 constitucional, pues gracias a ella se permitirá el “aprovechamiento de las economías” de Pemex.“El centro del debate de esta discusión es la apropiación del Estado en la llamada renta petrolera”, afirmó por su parte Arturo Fernández Pérez.Indicó que lo más importante es mantener el control de la renta petrolera. Consideró que en las actividades de transporte, refinación y almacenamiento del petróleo “no hay renta petrolera”.
Mínimos consensos y reproches
Después de la primera parte del debate y réplica entre los ocho participantes de este segundo foro, Muñoz Ledo, Jiménez Espriú y Beristáin destacaron que una de las coincidencias más importantes fue impulsar la “segunda expropiación” de Pemex, pero frente a la Secretaría de Hacienda.“Me encanta la propuesta de autonomía de gestión porque la primera expropiación fue frente a las empresas extranjeras, y ahora la segunda expropiación será de las garras de la Secretaría de Hacienda”, indicó Jiménez Espriú.Claudia Sheinbaum y Muñoz Ledo le recordaron a Héctor Aguilar Camín que el petróleo no es cualquier materia prima y que los conflictos bélicos internacionales más importantes se han dado por el control de los recursos energéticos.En respuesta a las propuestas de incluir reglas de transparencia y de rendición de cuentas, Muñoz Ledo replicó a Javier Beristáin y a Luis Rubio, que 90% de los casos de corrupción de Pemex se han generado por los contratos con las empresas privadas.Aguilar Camín, en su respuesta a Muñoz Ledo, le dijo que él nunca ha estado en el gobierno y luego levantó la palma de su mano para reprocharle: “Porfirio, esto que ves aquí es un espejo”.Muñoz Ledo le quiso responder en el acto, pero su micrófono carecía de sonido.

Fantasmas, mitos y dogmas de fe en el debate

jenaro villamil

México, D.F., 15 de mayo (apro).- El fantasma de la “resistencia civil” volvió a aparecer en el segundo foro de debate de la reforma energética. Claudia Sheinbaum, quien encabezó a “Las adelitas” durante las acciones de resistencia en las dos semanas de la toma de la tribuna en el Senado, ingresó al patio central del edificio de Xicoténcatl y recibió un airado reclamo del senador panista, el campechano Jorge Nordhaussen, quien le pidió “respeto” por haber afirmado que el gobierno de Felipe Calderón es “espurio”.Sheinbaum, quien detalló la propuesta lopezobradorista de reforma energética, no vaciló en responderle: “Pensé que venía a un debate de otro sentido, pero le recuerdo que por el fraude de 2006 hablamos de gobierno espurio”. “¿Por qué la prisa por la privatización?”, se preguntó Sheinbaum y respondió: “A lo mejor son los compromisos de Calderón con Bush antes de que abandone en noviembre la Casa Blanca”.La presencia de Sheinbaum no fue del agrado de las dos cabezas principales del Senado. Ni el presidente del mismo, Santiago Creel, ni el presidente de la Junta de Coordinación Política, Manlio Fabio Beltrones, estuvieron presentes durante la exposición de Sheinbaum. Algunos todavía recordaron que ella encabezó los grupos de “resistencia civil” que les impidieron el ingreso al Senado durante los días de la toma de las tribunas.A diferencia de algunos de sus colegas, el senador Salvador Camarillo, del PAN, expresó su admiración y su reconocimiento a Sheinbaum como investigadora, aunque “no coincidamos en muchas cosas”. No obstante, Camarillo, exfuncionario de Pemex y uno de los redactores de las iniciativas de reforma energética, negó el dato proporcionado por la exfuncionaria capitalina, quien afirmó que cerca de 80 pozos petroleros se han cerrado por contaminación de nitrógeno.Camarillo también negó, durante la sesión de preguntas y réplicas de los senadores, que Pemex vendiera más caro a sus propias subsidiarias, como Pemex Refinación, lo que ha provocado la descapitalización de las subsidiarias.El otro personaje de la comparecencia fue el historiador Héctor Aguilar Camín, quien insistió durante sus intervenciones que hay que abandonar la “mitología nacionalista” y la “épica” en torno a Pemex. Tuvo el desatino de afirmar que, al menos, es “alegable” que el texto del artículo 27 constitucional nunca se ha respetado porque siempre se han dado contratos a terceros.El ingeniero Javier Jiménez Espriú le respondió a Aguilar Camín que su afirmación le genera “miedo” porque él como subsecretario de Finanzas, firmó cientos de contratos de Pemex y que antes consultó si eran constitucionales o no. “Eran legales porque no se trataban de contratos de riesgo como los que ahora pretenden autorizar”, afirmó Jiménez Espriú.El debate también incorporó la mala experiencia de la privatización del sector eléctrico, realizado en la década de los noventa, durante el gobierno de Ernesto Zedillo, Jiménez Espriú afirmó que hubo un “planteamiento indebido” en la apertura en éste sector porque, finalmente, se obligó a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) a comprarle a los productores privados a un precio muy elevado.“Como usan el gas como combustible, se cuadruplicó el precio del gas y ahora compramos energía eléctrica más cara” que antes de la privatización, abundó Jiménez Espriú.El ingeniero también reprochó que los promotores de las iniciativas calderonistas pretendan que se crea como “dogma de fe” que éstas no privatizan ni autorizan contratos de riesgo. “Proponer la participación privada en la refinación del petróleo y en la propiedad y operación de los oleoductos, es entregar a los poderosos de siempre de aquí y de allá, y más de allá que de aquí, dos eslabones fundamentales de las cadenas de valor de la industria de los hidrocarburos decretando el inicio de su desintegración y trastocando el espíritu y la letra de la Constitución”, afirmó Jiménez Espriú.El exrector del ITAM, Javier Berinstáin y Héctor Aguilar Camín insistieron, como dogmas de fe, que las iniciativas no impulsaban la privatización de Pemex, porque no se venderá como sucedió con Telmex y con los bancos y porque la definición de privatización es “si se traslada la propiedad del petróleo a los privados. En ningún punto se habla de eso”.No obstante, la réplica a esta posición provino de los propios legisladores presentes en el debate. El diputado priista y exgobernador de Oaxaca, José Murat, afirmó que las iniciativas de Calderón son “suficientemente tramposas” porque abren la inversión privada, y la reciente iniciativa de Ley de Derechos, presentada ayer en la Cámara de Diputados, “deja muy clara la participación de terceros en exploración y perforación”.La senadora Yeidckol Polevnsky también señaló que se trata de una privatización del “mercado petrolero”. Recordó que la reforma en energía eléctrica buscaba lo mismo y no resolvió el problema fundamental. Recordó que también se aprobó la Ley de Adquisiciones que facilita un “esquema de extranjerización” de las próximas adquisiciones de la paraestatal.

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