jueves, junio 05, 2008

Declaración final de Cumbre de la FAO desecha causas principales de la hambruna mundial
Las delegaciones de Argentina, Venezuela, Bolivia, Ecuador y Nicaragua criticaron el documento final, pues estiman que no refleja las principales causas de la hambruna mundial que padecen más de 800 millones de personas.
Varios países latinoamericanos cerraron filas para fustigar la actitud de EEUU y de sus aliados de no asumir el fenómeno de la hambruna como consecuencia de sus patrones de consumo.

La declaración final de la Cumbre sobre Seguridad Alimentaria de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) fue adoptada este jueves sin el apoyo de Argentina, Venezuela, Cuba, Ecuador, Nicaragua y Bolivia, que objetaron que en el documento no estaban reflejados factores que han causado la crisis alimentaria mundial, como los elevados subsidios y las políticas agrícolas distorsivas aplicadas por los países desarrollados.

La delegación argentina fue la primera en criticar la declaración, aprobada íntegramente por los demás bloques, y lamentó que muchos de los representantes decepcionaran y traicionaran a sus propios presidentes, que días antes habían expuesto formas muy distintas para solventar la hambruna que padecen más de 862 millones de personas.
Según Argentina, la declaración parte de "criterios equivocados" e ignora la responsabilidad, que había sido expuesta por varios jefes de Estado y por el director de la FAO, Jacques Diouf, de las políticas agrícolas distorsivas que durante los últimos 60 años han aplicado los países desarrollados como consecuencia de la falta de inversión de los que están en vías de serlo.
"Los elevados subsidios a la producción a la exportación y la aplicación de barreras exorbitantes al comercio, así como las condicionalidades impuestas por organismos financieros internacionales a países en desarrollo, son la principal causa por la que no se han enviado las correctas señales de precios para que los agricultores en los países pobres mantuviesen su dedicación a la agricultura y que otros países competitivos hayan podido aumentar los suministros de alimentos al mundo", explicó.
Luego de la intervención argentina, varios países latinoamericanos cerraron filas para fustigar la actitud de Estados Unidos y de sus aliados de no asumir el fenómeno de la hambruna como consecuencia de sus patrones de consumo.
Problema estructural, no coyuntural
Venezuela por su parte lamentó que la redacción final adoleciera "del más estricto y genuino espíritu humanitario" y que se pretende hacer pasar al problema del hambre como una crisis coyuntural, cuando realmente es un problema estructural ligado al sistema capitalista y su modo de producción y consumo.
"Perdimos una oportunidad en dar un salto firme y claro para luchar contra un flagelo, que no es una crisis, como se pretende señalar, coyuntural. La hambruna en el mundo es un problema estructural que está absolutamente vinculado a los modos de producción y de consumo", expuso.
En su derecho a palabra, Venezuela consideró que ante la ausencia de "compromisos claros" para proteger el derecho internacional y la búsqueda de la justicia e inclusión social, la declaración final se traduce en un "retroceso significativo".
Falta de voluntad política
La línea defendida por la delegación cubana se enmarco en las reivindicaciones de Latinoamérica. "La declaración final que hoy será adoptada es el resultado de la falta de voluntad política de los países del norte para promover una solución justa y duradera a la crisis alimentaria mundial", estimó.
Cuba estimó que "el texto carece de un diagnóstico objetivo de las causas esenciales del hambre en el mundo. No se podrán encontrar en el documento referencia alguna a temas como el impacto de los subsidios agrícolas y el control monopólico de la distribución de los alimentos en la ruina de muchos agricultores en el Sur".
"Es evidente la responsabilidad de las potencias industrializadas en este inaceptable estado de cosas. Cuba no puede hacer silencio para convertirse en cómplice de una representación demagógica y oportunista como esta, la inacción y la omisión en el cumplimiento del deber que se nos ha planteado no salvará la vida y la dignidad de los 862 millones de seres humanos que padecen hambre", puntualizó.
En todas las intervenciones, los delegados de estos países latinoamericanos dejaron bien en claro que no obstaculizarían la adopción del texto final pero que sí expresarían sus observaciones en un documento separado.

TeleSUR / mm - AV - SB

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