martes, junio 17, 2008

La expo del agua; la sed de la conciencia

Pablo Jato
World Image Press

Se inaugura la EXPO del agua en Zaragoza, España. Y mientras los turistas se pasean por ese mundo ficticio, decorado de película barata, mil millones de seres humanos pasan sed hasta el extremo de la muerte. ¿Cuántos de esos seres humanos irán a la expo de Zaragoza? Me arriesgaré con una conjetura, voy a lanzar una cifra al aire: Cero. ¿Sabrán los sedientos del planeta, que hay gente en el primer mundo que hasta gana dinero y cobra entradas basándose en su problema? En algunos pabellones hay hasta fotos y vídeos de esos sedientos. ¡Pasen y vean!

Jugamos a convertir en un espectáculo, en circo multimedia, cualquiera de las desgracias de nuestro planeta. Fuegos artificiales, Reyes, Presidentes y altos cargos brillando en la inauguración de este show macabro y cruel. Curiosamente, España es uno de los países que en las próximas décadas sufrirá la mayor desertización de Europa y la que perderá más zonas verdes y de cultivo, pero dudo mucho que la expo de Zaragoza les ayude a solucionar el problema.

Dicen que es una expo para concienciar a la población de lo importante que es el agua. ¿Tanto nos hemos alejado de nuestra esencia natural, como para olvidarnos de algo tan básico como el agua? Cualquiera de los mil millones de personas que pasan sed en el mundo podría habérselo explicado por mucho menos. Es penosos que necesitemos un pabellón estilo Disney para ver las realidades. Pero el mundo es así, un mundo Disney lleno de publicidad y donde las desgracias se ven a través de una pantalla de vídeo. Un mundo bonito, con musiquita y edecanes sonrientes.

El invitado de honor es México, uno de los países que peor gestiona el agua en el mundo. La ciudad de México absorbe una cantidad inimaginable de agua diariamente, que traen de lagos que están a cientos de kilómetros, cada día más lejos. Están secando todos los lagos, arruinando el subsuelo, la ecología de los alrededores... Se está entubando cada río y cada arroyo para saciar la sed de 22 millones de mexicanos y aún así, no lo consiguen. ¿Es ese el futuro de todas las capitales del mundo? No hace falta ser un matemático de universidad para hacer cuentas y saber que dentro de poco se acabará el agua. Una vez que se acabe, empezarán las crisis políticas, la violencia, el pánico, el caos.

México tiene un hermoso pabellón en la expo, que le ha costado su buen dinero, más incluso de lo que invierte en llevar agua a algunos de sus sedientos. Pero como ellos no están invitados, el presidente Calderón habla tranquilo, dando discursos megalómanos y maravillosos que dan de beber a su ego.

Se habla ahora, por alguna razón, que desalar el agua del mar implica, en su proceso, contaminarla con sustancias venenosas para el ser humano. Será que alguien tiene un sistema mejor ya patentado. Hoy nos matamos por el petróleo, pero dentro de muy poco las guerras serán por el agua. Descubriremos agua en la Luna, encontraremos agua en Marte, mientras la nuestra, aquí en la Tierra se pudre, se contamina, se desperdicia, se acaba.

El ser humano corre hacia el abismo de la extinción y no parece querer hacer nada para evitarlo. Quizá tendríamos que hacer una expo, la expo del fin del mundo con pabellones bonitos y bien decorados, con animación y colorido mostrándonos un planeta vacío y destruido. Una humanidad acabada, extinta, aniquilada. La expo del fin del mundo, patrocinada por todas esas multinacionales que tanto les gusta patrocinarlo todo. Habrá anuncios hasta en el último de nuestros días. Televisado en directo. Seguro que alguien haría negocio y muchos pagarían entrada.

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