lunes, junio 09, 2008

Necesidad de saber: la Guerra Civil española

Santos Ochoa Torres
Rebelión

“La Libertad no hace más feliz al Hombre, tan sólo le hace más humano”. Manuel Azaña.

Son incontables los testimonios que evidencian que el 18 de julio de 1936 el objetivo de los golpistas contra el Gobierno de la IIª República española era exterminar calculadamente al contrario. El general Mola, el día 19 de julio exige a los suyos que “hay que sembrar el terror (…) eliminando sin escrúpulos ni vacilación a todos los que no piensen como nosotros”. También en la misma línea, el capitán Aguilera, jefe de Prensa de Franco durante la Guerra Civil, dice: “tenemos que matar, matar y matar. Son como animales. Al fin y al cabo ratas y piojos son portadores de la peste. Nuestro programa consiste en exterminar a un tercio de la población masculina. Con eso se limpiaría el país. Además también es conveniente desde el punto de vista económico: no volvería a haber desempleo en España”. En la campaña también participaron numerosos jerarcas de la Iglesia Católica, como el obispo de Vic, Joan Perelló, que recomendaba una “profilaxis social” y pedía un “bisturí para sacar la pus de las entrañas de España”. El mismo Franco no escondía sus intenciones cuando declaraba a la prensa internacional que estaba “dispuesto exterminar si fuese necesario a toda esa media España que no me es afecta”.

Algunas cifras

Las cifras del genocidio franquista son estremecedoras. A finales de 1936 las tropas de Franco ya habían fusilado, bajo órdenes oficiales, a 50.000 personas. Según el ex –fiscal general del Estado, Carlos Jiménez Villarejo, “los presos políticos fallecidos, entre los que se incluía a los fusilados tras un “proceso” y los muertos en las cárceles, desde abril de 1939 hasta el 30 de junio de 1944, fueron 192.684”. Suponía una media de 105 muertos diarios durante esos cinco años (terminada la Guerra Civil las tropas de Franco no tuvieron reparo alguno en fusilar a menores de edad, tómese como ejemplo a las famosas “Trece Rosas” en Madrid).

Otros historiadores, como Paul Preston, apuntan a que fueron 180.000 los ejecutados durante la Guerra Civil y los primeros años de la dictadura. A las ejecuciones acompañaron 250.000 exiliados y 280.000 presos en cárceles (el 10 por ciento de la población activa), 190 campos de concentración que acogieron 350.000 detenidos y 200.000 presos esclavizados a trabajos forzados sin remuneración ni derecho alguno para reconstruir las infraestructuras del Estado. La vida social “normal” también se vivía con cientos de miles de represaliados y expulsados de sus trabajos por no ser afectos a Franco.

La idea del exterminio llegó incluso hasta el punto de que acabada ya la Guerra Civil, a mediados de 1939, Franco se dirigió a los aproximadamente 180.000 exiliados en ese momento, animándoles a volver sin temor alguno si sus conciencias estaban limpias. Fue una trampa más: se les puso a disposición de tribunales militares y tras un “juicio-farsa”, muchos fueron ejecutados. A otros muchos exiliados se les aplicó lo que Javier Rodrigo ha dado en llamar “memoricidio”: se les privó de la “nacionalidad española”. Murieron en campos nazis de exterminio (Franco estaba puntualmente informado).

Leer más...

No hay comentarios.: