martes, julio 29, 2008

Dos propuestas, las mismas trampas
Bush. Beneficios

Entre 2000 y 2008, las dos grandes empresas trasnacionales prestadoras de servicios petroleros, Halliburton y Schlumberger, recibieron por adjudicación directa de Petróleos Mexicanos contratos que suman 5 mil 464 millones de pesos y 17 mil 639 millones de pesos, respectivamente.De acuerdo con información proporcionada por el Instituto Federal de Acceso a la Información, a Halliburton, la petrolera vinculada al presidente George W. Bush y al vicepresidente Richard Cheney, se le han otorgado multimillonarios contratos directos durante el gobierno de Felipe Calderón. Por ejemplo, en enero de 2007 le fueron concedidos dos: el primero por 313 millones 51 mil pesos, y el segundo por 391 millones 542 mil pesos. Entre abril y mayo de este año obtuvo tres contratos más por los siguientes montos: 100 millones 886 mil pesos, 124 millones 260 mil pesos y 823 millones 121 mil pesos.El alza en los precios del petróleo ha beneficiado a esta trasnacional, que en 2007 informó a la bolsa de valores de Nueva York que sus ingresos en América Latina se incrementaron en casi 30% debido a la perforación de pozos en México y Brasil.Sin embargo, las ganancias de esta trasnacional palidecen frente a los contratos asignados a la empresa de origen francés Schlumberger. Tan sólo el 31 de julio de 2006, poco después de la elección presidencial en México, a su subsidiaria Schlumberger se le dio el contrato 423026807 por mil 166 millones 825 mil pesos. El 29 de diciembre del mismo año recibió otros tres del mismo tipo con los siguientes importes: 209 millones 266 mil pesos, 498 millones de pesos y 116 millones de pesos. El 2 de abril de 2007, a Schlumberger se le otorgó otro contrato por mil 435 millones de pesos, y el 4 de abril de 2008 uno más por 799 millones de pesos.Peter Millard, de Dow Jones Newswires, informó que Schlumberger también realizó importantes inversiones. Adquirió 17 equipos de perforación en el sur de México para dos proyectos en los que no tenía infraestructura. Obtuvo un contrato por mil 400 millones de pesos para desarrollar trabajos en la cuenca de Chicontepec.De acuerdo con información del Grupo Ingenieros Pemex Constitución del 17, que participó en los foros de debate energético en el Senado, Schlumberger y Halliburton le han proporcionado a la paraestatal servicios de perforación y terminación de pozos, con tecnología y productos desarrollados por el Instituto Mexicano del Petróleo, organismo que se ha reducido a su mínima expresión y recibe un raquítico presupuesto.Ambas empresas han realizado actividades de perforación y terminación en más de mil pozos en los campos de Chicontepec, la zona que encierra el “tesoro” para las grandes trasnacionales que esperan la apertura total de los contratos de Pemex.Schlumberger ha ensayado una figura jurídica que la beneficia ampliamente: convertirse en filial de Pemex mediante la firma Comesa, en la que la paraestatal controla 60% de las acciones y Schlumberger el 40% restante. Comesa es una filial similar a la que propone el PRI en su nueva iniciativa energética. Gracias a esta condición, Schlumberger ha sido favorecida con adjudicaciones directas, sin necesidad de la licitación pública.Las reformas energéticas de Felipe Calderón y del PRI prevén mecanismos para legalizar ese tipo de contratos que, de acuerdo con la opinión de distintos especialistas, contravienen los ordenamientos de la Constitución.Por ejemplo, el artículo 4 de la iniciativa de reformas a la Ley Reglamentaria del artículo 27, propuesta por Calderón,establece:“Petróleos Mexicanos, sus organismos subsidiarios y los sectores social y privado, previo permiso, podrán realizar las actividades de transporte, almacenamiento y distribución de gas, de los productos que se obtengan de la refinación del petróleo y de petroquímicos básicos.“Petróleos Mexicanos y sus organismos subsidiarios podrán contratar con terceros los servicios de refinación de petróleo. Dicha contratación no podrá, en modo alguno, transmitir la propiedad del hidrocarburo al contratista, quien tenga la obligación de entregar a Petróleos Mexicanos o sus organismos subsidiarios todos los productos y residuos aprovechables que resulten de los procesos realizados.”Estos párrafos fueron considerados violatorios del artículo 27 constitucional y rechazados por los priistas en los debates que se realizaron en el Senado.
A cambio, el PRI propone en el mismo artículo 4 de reformas a la misma ley un mecanismo distinto: las filiales. En el párrafo segundo de su reforma establece:
“El Ejecutivo federal podrá constituir, por decreto, organismos descentralizados con carácter estratégico, filiales de Petróleos Mexicanos, con el objeto de realizar, por cuentas de aquél, las actividades de construcción de ductos y los servicios de refinación de petróleo, transporte, almacenamiento y distribución de hidrocarburos y derivados de éstos, que forman parte de la industria petrolera. Dichos organismos filiales serán propiedad exclusiva de Petróleos Mexicanos y se constituirán a propuesta de su Consejo de Administración.“En los términos de su propia ley orgánica, Petróleos Mexicanos y sus organismos subsidiarios, así como los organismos filiales referidos en el párrafo anterior, estarán dotados de plena autonomía de gestión y presupuestaria, incluyendo la regulación para la contratación de obras, adquisiciones, arrendamientos y servicios.”
La propuesta de reformas a la Ley Orgánica de Pemex, planteada por el PRI, prevé la posibilidad de firmar contratos no sólo por licitación pública o procedimientos de invitación a cuando menos tres personas, sino también por adjudicación directa, como los que ya existen con Halliburton y Schlumberger.En los incisos IV y V del artículo 55, la iniciativa priista establece que podrá haber adjudicación directa en los siguientes casos:
“IV. Las contrataciones con el propósito de desarrollar innovaciones tecnológicas relacionadas con el objeto de Petróleos Mexicanos y sus organismos subsidiarios.
“V. Los servicios sde consultoría, estudios, asesorías, investigaciones y capacitación.”
Estos dos párrafos son idénticos a los incisos V y VI del artículo 45 de la iniciativa calderonista de reformas a la Ley Orgánica de Pemex. Durante los debates del Senado, los críticos de las reformas advirtieron que estos criterios eran la “puerta de entrada” para que las trasnacionales recibieran todos los contratos que quisieran con Petróleos Mexicanos.Claro, en la iniciativa del PRI los contratos se firmarán a través de filiales “ciento por ciento propiedad de Pemex”, y con plena transparencia, gracias a un registro público de éstos. l

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