jueves, agosto 14, 2008

“Oportunismo político”, detrás de propuestas antisecuestro

OAXACA, Oax., 13 de agosto (apro).- El excoordinador nacional del programa Limpiemos México, Iván Corro Labra, consideró hoy aquí que hay un “oportunismo político” detrás de las propuestas para endurecer las penas relacionadas con el delito de secuestro.Lo pertinente, sostuvo el también director general de la Consultoría de Seguridad Comunitaria, es detener y procesar a los delincuentes, y ejemplificó con el caso de Oaxaca, en que de cada 100 averiguaciones sólo 22 terminan en sentencia condenatoria.El exsecretario de Protección Ciudadana en el gobierno de Diódoro Carrasco Altamirano planteó se adopte un mecanismo de “seguridad comunitaria”, en el que participe toda la ciudadanía. Y recordó que ese trabajo de coordinación se aplicó en la zona metropolitana de Monterrey y en el estado de Morelos.En el marco de la presentación del Atlas de Inseguridad 1998-2007, Corro Labra subrayó que cada año en la entidad se denuncian un promedio de 29 secuestros y se cometen 120 mil delitos.Para el caso de Oaxaca, comentó, las cifras indican que retrocedió cinco lugares en el rubro de incidencia delictiva. Es decir, a la entidad se le consideraba hasta 1998 como el segundo estado más seguro del país, sólo detrás de Zacatecas.Aclaró que el hecho de que Oaxaca ocupe ahora el séptimo lugar en seguridad, no quiere decir que la delincuencia retrocediera en otros estados, sino que en la entidad se incrementó la incidencia delictiva.Lo preocupante, abundó, es que mientras la delincuencia ha sofisticado sus métodos, al grado que ya empieza a utilizar autos-bomba o armamento capaz de perforar las paredes de una vivienda, las autoridades todavía discuten si los policías pueden cargar arma corta o larga y otros se quedan sin cartuchos o gasolina.Sin embargo, se quejó de la apatía de las autoridades y señaló que de los 6 mil millones de pesos que se destinaron este año en materia de seguridad pública, sólo 1.5 % se canalizó a la prevención del delito en el país, mientras que a Oaxaca “no le invirtieron un solo quinto”.Lo más grave, insistió, es que se siguen presentando casos como el que protagonizó el exsecretario de Protección Ciudadana, Sergio Segreste Ríos, quien se opuso a realizar operativos conjuntos con la Policía Federal con el argumento de que desconfiaba de esa corporación.Y en el peor de los escenarios, finalizó, las autoridades prefieren invertir en vehículos y equipamiento, sin embargo, ya quedó demostrado que los patrullajes no resuelven los casos de inseguridad.

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