lunes, septiembre 22, 2008

Quieren, pero no pueden
ÍNDICE POLÍTICO
FRANCISCO RODRÍGUEZ

UN EPISODIO TRAGICÓMICO que, por fortuna tuvo, una muy breve escenificación, pinta "de cuerpo entero" las capacidades, aptitudes y destrezas de los encumbrados militantes del Partido Acción Nacional. Quisieron dar "golpe de Estado" en el Instituto Electoral del Distrito Federal (IEDF)… y como en casi todo lo que desean o intentan, fracasaron estrepitosamente. Por tal, ahora mismo, el país está deshilachado por la violencia.
Irrespetuosos del Estado de Derecho al que invocan en casi todos sus discursos o declaraciones a los medios, los panistas se hicieron eco de su peculiar dirigente en la capital nacional, familiar directa de la esposa del señor Felipe Calderón, quien como aquella que ordena que le sirvan el te precisamente a las cinco de la tarde –y cuando dice a las cinco, es a las cinco en punto--, pidió en charola de plata la cabeza del presidente del órgano colegiado, Isidro Cisneros.
De forma inesperada, cuatro consejeros destituyeron a Cisneros, al término de la sesión extraordinaria convocada para emitir la convocatoria para el proceso electoral del 2009. En su lugar designaron, de manera temporal, al consejero Gustavo Anzaldo Hernández quien, a pesar de que se opuso al procedimiento, en un acto de incongruencia ¡terminó rindiendo protesta como nuevo titular del IEDF!
Quienes encabezaron la salida de Isidro Cisneros fueron los consejeros Yolanda León, Ángel Rafael Díaz Ortiz, Karla Humphrey –quien aún no aclara el porqué, cuando se desempeñaba en el IFE, recibió un "bono de boda" sin contraer matrimonio-- y Fernando Díaz Naranjo. Panistas, claro está.
Cisneros obtuvo el amparo provisional de la justicia federal. Y es muy posible que el juicio de garantías se resuelva a su favor.
Esto es que, pese al "numerito" montado por estos cuatro panistas --tan obedientes y enjundiosos cuanto irrespetuosos de la ley que, en todos los ámbitos, violan día a día--, Cisneros ha de ser repuesto en el cargo para el que la mayoría de la Asamblea Legislativa del DF lo designó.
Interpretaron estos personajes la ley a su conveniencia, cual en los ocho años que llevan en la administración pública federal han resuelto hacer sus más eminentes copartidarios. Se cobijaron en las recientes reformas al Estatuto de Gobierno del DF, ante las cuales el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y la misma Corte Suprema de Justicia de la Nación sentenciaron no son aplicables al actual IEDF pues, por su retroactividad, serían inconstitucionales.
Y a los panistas servidores de la dirigente panista del DF, eso les valió gorro. Dieron la asonada, porque sí.
Ante todo ello, no deja de ser admirable su voluntarismo. Afrontan la realidad en lugar de asumirla. Pero los excesos del voluntarismo político han producido muchos dolorosos fracasos, pues la realidad tiene sus limitaciones y sus complejidades, y no puede ser afrontada sin tenerlas en cuenta. No puede encararse un cambio con una visión excesivamente simplificada de lo que se quiere cambiar.
Estos panistas, en fin, no sólo son simplones. También ineptos.

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