jueves, septiembre 11, 2008

Sabotean diputados panistas dictamen de la reforma indígena; rompieron quórum

Abandonaron la sesión tras fracasar en su intento de postergar la consideración del punto

El PAN se niega una vez más a reconocer derechos constitucionales de esos pueblos: PRI y FAP

R. Garduño y E. Méndez

Los diputados del PAN que pertenecen a la Comisión de Puntos Constitucionales rompieron el quórum del órgano legislativo al momento de abordarse la aprobación de la iniciativa de reforma constitucional en materia indígena, por la cual el Estado reconocería “plenamente la personalidad jurídica de los pueblos y comunidades nativas, y respetaría sus formas de organización”.

Tras la convocatoria al encuentro, emitida por el presidente de la comisión, Raymundo Cárdenas, se presentaron 17 de los 28 integrantes del grupo de legisladores que la conforman. Al aprobarse el proyecto de decreto, impulsado por el perredista Emilio Ulloa Pérez, con objeto de reformar la Constitución para garantizar el derecho universal de los mexicanos a la cultura, se dio pie al tema indígena.

De inmediato, la representación panista solicitó al presidente de la comisión que excluyera del orden del día la propuesta de reforma a los artículos 2, 26 y 115 de la Carta Magna. El argumento de los legisladores del blanquiazul se sustentó en que en la tarde de ayer se celebraría un foro en San Lázaro –organizado por la Cocopa (Comisión de Concordia y Pacificación, creada expresamente para mediar en el conflicto con el EZLN en Chiapas) y la Comisión de Gobernación– en torno al tema indígena, y habría que esperar para estudiar si cabría incorporar las conclusiones del mismo en la iniciativa.

Consenso desde hace un año

No obstante, el perredista, Salvador Ruiz señaló que tal propuesta no se ajusta a la realidad ni al proceso legislativo, porque la iniciativa ya fue consensuada desde hace más de un año por todas las fuerzas en el Congreso federal. “Esto obedece más al afán de obstaculizar un tema sensible que no gusta mucho en la esfera del poder panista, comenzando desde el mismo Felipe Calderón”, dijo.

Dicha pretensión del PAN no fue asumida por la Comisión de Puntos Constitucionales, porque Raymundo Cárdenas puso a consideración del pleno la propuesta de excluir el tema de la reforma indígena y se impuso el voto por mantener el proyecto a discusión, por nueve contra ocho.

La consigna de los blanquiazules se mantuvo, porque si bien habían perdido en la votación, después solicitaron que el punto se difiriera hasta el final del orden del día, con el objeto implícito de que no se abordara durante el encuentro. Tampoco fructificó la maniobra, porque 12 legisladores rechazaron su propuesta, contra cinco que la impulsaban.

Al saberse derrotados, sin mayor explicación los representantes del PAN abandonaron la sesión, y con ello automáticamente se rompió el quórum indispensable para continuar el trabajo en la comisión.

La respuesta de los diputados del Frente Amplio Progresista (FAP) y del PRI a la posición del PAN se endureció. Marcos Matías (presidente de la Comisión de Asuntos Indígenas), Wenceslao Herrera, Othón Cuevas, Carlos Martínez, José Luis Varela y Humberto Alonso se refirieron al caso:

“Una vez más, el PAN da la espalda a los pueblos indígenas de México; los llamamos a que se sienten a debatir y presenten sus puntos de discrepancia. Reconocemos a los diputados del PRI y del FAP, miembros de la Comisión de Puntos Constitucionales por apoyar la iniciativa: ¡queremos informar al pueblo de México que el PAN una vez más se niega a reconocer los derechos constitucionales de los pueblos indígenas!”, coincidieron.

La iniciativa de reforma planteada expresa en su artículo segundo que “esta Constitución reconoce que los pueblos indígenas son libres e iguales a todos los demás y son sujetos de derechos público. El Estado reconoce plenamente la personalidad jurídica de las comunidades nativas y respeta sus formas de organización (…) las leyes federales, las constitucionales y las estatales establecerán los procedimientos para el ejercicio de los derechos que esta Constitución reconoce a los pueblos y comunidades indígenas”.

Además, se garantizaría el derecho a la libre determinación y, en consecuencia a la autonomía, al señalar: “el Estado, en sus distintos niveles y ámbitos, deberá consultar y consensuar con los pueblos indígenas todos los asuntos que les atañen, mediante sus procedimientos apropiados y sus instituciones representativas, garantizando su derecho de consulta con consentimiento libre, previo e informado”.

Y el artículo 26 de la Constitución, que los panistas se negaron a dictaminar, refiere que “la legislación correspondiente establecerá los mecanismos necesarios para que en los planes y programas de desarrollo se tome en cuenta a las comunidades y pueblos indígenas en sus necesidades y especificidades culturales, a través de la consulta y el consenso, garantizando su derecho al consentimiento libre, previo e informado. El Estado les garantizará acceso equitativo a la distribución de la riqueza nacional”.

Y en el artículo 115, el cambio determinaría lo siguiente: “se respetará el ejercicio de la libre determinación de los pueblos indígenas en cada uno de los ámbitos y niveles en que hagan valer su autonomía, pudiendo abarcar uno o más pueblos indígenas, de acuerdo con las circunstancias particulares y específicas de cada entidad federativa”.

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