martes, octubre 07, 2008

Contradicciones del Imperio

Por: Eva Golinger

Tal vez ustedes se acordarán como el gobierno de Estados Unidos y la prensa estadounidense atacaron el contenido del proyecto de Reforma Constitucional durante la campaña del año pasado. Chávez sería “presidente por vida”, gritaban, si la reforma fuera aprobada. “Habrá dictadura”, decían, y afirmaban que la reforma era simplemente “un intento de obtener el poder absoluto” por parte del Presidente Chávez. El tema más atacado por los medios nacionales e internacionales, tanto como por los voceros de la oposición en Venezuela y los de Washington, fue la eliminación del límite de mandatos presidenciales, permitiendo entonces la reelección indefinida. Esto fue vista por Washington y los medios como “la consolidación de una dictadura” en Venezuela y un “grave asalto a la democracia venezolana”. Así fueron los titulares de la prensa internacional: “Chávez ‘president for life’”, “El futuro de Venezuela: ¿dictadura o democracia?” Tan felices fueron cuando no fue aprobada la reforma constitucional durante el referéndum de Diciembre pasado. “Se salvó la democracia en Venezuela”, “Uh, Ah, Chávez si se va”, etc.

Uno de esas críticas y voceros mediáticos a nivel internacional fue el distinguido periódico The New York Times. Algunos de sus titulares del año pasado decían: “La decisión fatal de Venezuela” (30 Noviembre 2007), “Callando a Chávez de Venezuela” (29 Noviembre 2007), “Legisladores en Venezuela aprueban más poder para Chávez” (3 Noviembre 2007), “Chávez listo a mandar hasta 2050” (1 Diciembre 2007), “El Rey de Venezuela” (7 Octubre 2007), “Diciendo No a Chávez” (1 Diciembre 2007). Por eso, llama tanta la atención la editorial de 30 Septiembre 2008 en el mismísimo New York Times. Su título lo dice todo: “The Limits of Term Limits” (Los límites de los límites de mandatos). ¿De que se trata este cambio?

Justamente hoy, en Nueva York, el actual alcade de la gran manzana no quiere dejar su cargo el año que viene. Ya fue elegido dos veces consecutivos como alcalde de la ciudad, y según la ley, ya no puede ser elegido otra vez. La ley de la Ciudad de Nueva York permite solo dos mandatos para los alcaldes. ¿Qué dice el distinguido New York Times que tanto opuso el concepto de la reelección indefinida cuando se trataba de Venezuela y el Presidente Chávez? Comienza su editorial así:

“El fundamento del la democracia estadounidense es el derecho del elector de decidir. Aunque bien intencionado, la ley que limite los mandatos en la Ciudad de Nueva York restringe gravemente ese derecho, razon principal por lo cual este periódico siempre ha estado a favor de la reelección indefinida.”

Pausa…¿Qué? Claro, claro, entendemos. El doble estándar imperial se devela una vez más. Es como la lucha contra el terrorismo. Se realiza fuera de la frontera estadounidense. Condenan y atacan países y pueblos en nombre de esa lucha mientras que protegan y refugian a terroristas como Luis Posada Carriles.

Pero mira, mira, mira, lo que dice la editorial luego:

“Esta ley no es particularmente popular ahora, porque esta estructurado de manera que niega a los nuyorkinos – en un momento cuando la economía de la ciudad esta bajo un gran estrés – el derecho de decidir por ellos mismos si un alcalde popular y efectivo debe quedarse en su cargo. Parcialmente por esta razon, y parcialmente para extender sus propias carreras políticas, una mayoría de los miembros del Consejo de la Ciudad estan pensando en aprobar una emienda a la ley para permitir que los funcionarios elegidos pueden ser reelegidos por tres mandatos en lugar de dos. Eso permitiría al alcalde Michael Bloomberg ser candidato otro vez en 2009 y también podría prolongar el servicio de otros consejales y altos funcionarios electos. El Sr. Bloomberg, quien probablemente anunciará este Jueves que buscará un tercer mandato si puede, le gusta mucho la idea.”

“Nosotros también. Pero nosotros iríamos más lejos y pediríamos al Consejo que permitiera la reelección indefinida, no solamente un tercer mandato – no para servir la carrera política de un individuo sino para servir la causa mayor de la democracia….Los límites puestos a los mandatos son seductivos, y prometen aliviar los electores de funcionarios mediocres y auto-promotores. Pero también son profundamente anti-democráticos porque niegan de manera arbitraria a los electores su derecho de escoger entre buenos y malos políticos…”

“La mayoría de los lugares que buscan eliminar los límites de mandatos probablemente lo harán via elecciones, a través de referéndum en Noviembre…Pero esas elecciones no atraen muchos electores. En el final, un voto del Consejo es probablemente la manera más democrática de resolver el asunto.”

“Vale la pena repetirlo: Esta es una regla que debe ser abolida. Si los electores no les gusta el resultado, pueden registrar sus puntos de vista en las urnas.”

Entonces, según el New York Times, la elección indefinida es buena, y los referéndums son malos. Prefieren que el cuerpo legislativo de la ciudad se decide sobre el asunto en lugar de los electores, porque según la lógica del New York Times, la gente no vota porque no le interesa mucho el tema, y que es más democrático tomar decisiones en un Consejo de políticos que a través de elecciones.

Solo habrá que imaginarse como hubiera reaccionado el mundo si el Presidente Chávez hubiese dicho a la Asamblea Nacional que se decidieran ellos mismos sobre la reforma constitucional porque sería más democrática que dejar la gente votar en un referéndum. En Venezuela, no subestiman la ciudadanía diciendo que “no les interesa el tema”, se informa, se anima y apoyan a la gente ejercer su derecho del voto. Aquí queremos que la gente vota, participa y decide su futuro. Eso es una verdadera democracia. En en esta verdadera democracia, coincidimos algo con el New York Times: se debe permitir la reelección indefinida. Si el pueblo quiere reelegir a su presidente, debe tener ese derecho, si no, se registra su punto de vista en las urnas.

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