martes, octubre 14, 2008

México: laboratorio de la usura y la especulación

Ricardo Andrade Jardí

No hay duda, ya lo declaran, incluso los que lo han sistemáticamente negado, los espurios funcionarios del fecalismo: la pérdida del peso (mexicano) frente al debilitadísimo dólar es una maniobra de los amorales especuladores chatarra, que ambicionan frente al desorden mundial provocado por la crisis financiera de la mentira, acaparar las reservas económicas de México.

Pero, no es de gratis que sea México el elegido.

Nos han preparado durante más de 30 años para este momento y suponen, pues algo saben, que la inmovilidad de los mexicanos frente al despojo que será mínima, la resistencia mínima y que la propaganda telecrática se encargará de que millones vean en los opositores tan sólo a los "renegados" a los que "no quieren el progreso", aunque el "progreso", de las mayorías teleadictas, signifique la renuncia a la soberanía, a la dignidad, al equilibrio ecológico, a la justicia social; es la mayoría empobrecida culturalmente por la basura programática del sistema la que se dará cuenta, tarde, de que el sueño "democrático" en México no es más que la pesadilla empresarial del pillaje; baste para entender el asunto las reacciones sociales de oposición en Estados Unidos y Europa, contra el rescate financiero que en México se le llama pomposamente FOBAPROA. La inmovilidad de millones de masas enajenadas hacen de México el laboratorio ideal de la inmoralidad empresarial. Somos una nación capaz de soportar: la miseria, la explotación, la mentira, el fraude eterno, la degradación humana, la pederastia oficial, la prostitución turística, la desfachatez empresarial, la corrupción institucional, la IMPUNIDAD siniestra, casi sin oposición real (con muy pocas y honrosas excepciones) aun cuando hay oposición ésta es dentro de la "norma", "cambiar al mundo sin romper un vidrio", lo que no deja de ser parte de la misma farsa "democrática", donde unos, bien pocos, deciden el destino de millones y peor aún será la cosa ante la caída del recientemente nombrado, por su propio verdugo, "capitalismo democrático", esos pocos especulan y hacen negocios en beneficio propio y contra el futuro inmediato de millones de mexicanos que siguen sentados frente a la caja idiota, y la demagogia espectacular del show populista, esperando que ésta les dé la solución a problemas que sólo serán solucionados en la medida que sean parte integral de la polis, del democrático ejercicio de exigir lo que por justicia nos corresponde aunque los Sres. López o Alatorre de la TV no lo "autoricen"…

Pero el negocio de la especulación es aún más grande. Se trata de abrir los recursos estratégicos del país (petróleo, sobre todo) a capitales privados (extranjeros y nacionales) ante la insolvencia económica del mundo para luego éstos declararse en quiebra y pretender ser rescatados socialmente (con nuestros recursos); el negocio es redondo, sin riesgo y con ganancias millonarias para los capitalistas usureros y de millonarias pérdidas para los millones de mexicanos (teleadictos) que hoy responden solamente a los rebuznos de la telebasura.

Si no abrimos los ojos pronto, tarde será nuestro urgente e inaplazable Despertar Ciudadano.

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