viernes, noviembre 28, 2008

Columna Asimetrias.En Espera del Milagro...

28 noviembre 2008


"Perdieron su empleo en ocho semana 25 mil personas".
Informe de Coparmex (26/XI/2008


I

¿Qué piensan hacer los personeros de jerarquìa decisoria estratégica del Estado mexicano ante la crisis de las crisis que estruja al pueblo de México? Dada la indolencia --que resulta en inacción-- de ellos percíbese que sueñan...

Sueñan que la crisis de las crisis es una percepción hiperbólica, de ficción, de Andrés Manuel López Obrador y sus seguidores --quienes, en realidad, son seguidos por el tabasqueño-- y que todo en México es más o menos manejable.

Sueñan, añadiríase, esos personeros del Estado --pagados con largueza por lo que spónese que hacen o sabrían hacer por millones de mexicanos de a pie que financian puntualmente sus salarios, gajes y privilegios-- con continuar soñando siempre.

¿Continuar soñando? Continuar soñando durante el sexenio de la calderonía y la espuriedad y los que vendrían después de 2012 hasta el 2030. Si acaso toman conciencia de la dramática --por terrible-- realidad del país, sueñan con un milagro.

¿Un milagro? Sí, que por un milagro --¿del Dios de los cristianos católicos y protestantes? ¿De la Virgen de Guadalupe? ¿Del Papa nazi? ¿O del criminal genocida George W. Bush? ¿O de Repsol acaso?

Sueñan que la crisis de la crisis desaparecerá --en el caso al parecer remoto de que reconocieren su existencia-- con sólo desearlo. La megacrisis se irá por sí sola, al ignorarla en los cenáculos de personeros del Estado. ¿Se irá a China?

A extramuros de la ironía --más allá del sarcasmo--, la inacción del Estado (es decir, sus tres Poderes federales y los de las 31 entidades federativas y la capital del país) es peligrosa para México. No huelga reiterar eso.

II

La peligrosidad reside, sin duda, en la existencia misma de la crisis de las crisis, en las naturalezas de éstas últimas y, sobre todo, en sus consecuencias inmediatas y mediatas y de gran alcance. Esas consecuencias ya son realidad omnipresente.

Las consecuencias de la crisis de las crisis se traslapan unas con otras y se entreveran en todos sus microcosmos y niveles, contextos internos y entornos externos, creando un fenómeno de proporciones colosales que, como añadido, crece sin cesar.

Ese fenómeno se nutre de las contradicciones internas (las de las relaciones entre sus componentes) y externas, copulando con los elementos del contexto macrocósmico, nacional o trasnacional. La inacción --carencia de una fuerza opuesta-- lo fortalece.

Tal es la dialéctica de ésta crisis de las crisis que estrujan a México --como Estado nacional-- y a los mexicanos (como parte intrínseca y la más importante de dicho Estado) y su incidencia decisiva en el desarrollo de una nueva idisincrasia societal.

Esa nueva idiosincrasia tiene por composición nuclear a elementos devenidos de la experiencia societal reciente --dígase la de los últimos 26 años-- que la sociología identifica y define con nitidez como de desintegración. Ya ocurre; es factual.

El Estado mexicano se desintegra. Y dicho como gerundio, el hecho es que el Estado mexicano se está desintegrando, lo cual se advierte aun entre los inconscientes y reacios. Si bien la descomposición no es comprendida por todos, sí es sentida.

Y muy sentida: la sienten todos, aunque no todos --los personeros del Estado-- la disciernan ni la comprendan ni la ubiquen conceptualmente en el acervo mnemómico colectivo --experiencial y vivencial-- ni identifiquen causales y efectos.

III

La indolencia e inacción del Estado mexicano --desde los personeros de su entramado intitucional legislativo, judicial y ejecutivo decisorio hasta el pueblo raso desorganizado y la sociedad civil propiamente-- permea por el epitelio societal.

Y así permea hasta la psique colectiva y el tuétano mismo. La indolencia y la inacción del poder formal son contagiosas. El Estado confunde acción para salirle al paso a la crisis de las crisis con acción militar contra el "narco". ¡Qué distorsión!

La dialéctica de éste fenómeno crítico --y, a la vez, crucial-- de anomia rampante y del contexto dentro del cual ocurre y se desarrolla tiene un vector adicional: esa misma indolencia e inacción estatales.

Tal inercia empeora las cosas. Atiza el fuego de la desesperanza. Y crea condiciones para que se actúe en las vertientes más conscientes y avanzadas de la sociedad, aunque con limitaciones: están contagiadas de indolencia; inactivas.

El milagro, obviamente, no ocurrirá. En espera de la milagrería --manifestación transeúnte de subrogación del albedrío colectivo o ceder éste--, el Estado mexicano (incluido el pueblo)
no reacciona. ¿Ineptitud o indiferencia o insensibilidad? No.

Y no. Es deliberado. Es parte de un proceso histórico de balcanización de un imperio en su final, en el caso el estadunidense, del cual México es parte. Las provincias del imperio económico y financiero se atomizan hasta pulverizarse. México se atomiza.

ffponte@gmail.com

Glosario:

Anomia: en sociología, falta de correspondencia entre las reglas sociales y los individuos.

Extramuros: afuera de los muros. Más allá de los muros.

Mnemónico: referido a mnemotecnia. Memoria.

Psique: alma.

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