miércoles, noviembre 26, 2008

Las luchas gremialistas dividen y fortalecen al mal gobierno

Pedro Echeverría V.

1. ¿Por qué en la sociedad burguesa o sistema capitalista mundial los negros gobiernan como los blancos, las mujeres como los hombres, los indios como los occidentales, los socialdemócratas y “socialistas” como los burgueses? Porque las estructuras de ese sistema (que lleva más de 500 años dominando en el mundo) aún son poderosas. Son estructuras que se han consolidado en la política, la economía, la cultura, la educación, la ideología. No se trata solo de la debilidad o “traición” de grupos, partidos, individuos de izquierda, socialdemócratas o socialistas que asumen el poder, sino también cuando las llamadas “revoluciones socialistas” han triunfado (como en la Rusia de 1917, la China de 1949, la Cuba diez años después o la de Nicaragua sandinista de 1979, por una u otra causa, el sistema capitalista ha resistido a pesar de que algunos de los dirigentes “marxistas leninistas” hayan mostrado una enorme voluntad de lucha “antiimperialista”.

2. Y parece que tendremos que esperar unos 100 años más para que el sistema de explotación y opresión capitalista del trabajo (cuya característica más importante es el trabajo asalariado) comience a resquebrajarse; todo a pesar de que el imperio de los EEUU parece comenzar a derrumbarse tal como en el siglo XIX se vinieron al suelo el imperio inglés junto al francés y el de los países bajos. Marx anunció el fin del capitalismo en mediados del siglo XIX, Lenin (así como su hermano Trotsky y su hijo Stalin) pensaron que la revolución rusa de 1917 podría ser el preludio de la revolución mundial y los jóvenes de los sesenta creímos ilusamente que la revolución cubana fidelista encendería la chispa de las revoluciones en América, África y Asia. Nuestros jóvenes de fin y principio de siglo no están pensando en una revolución, pero sí han estado rebelándose contra el sistema tal como si para el futuro pudiera anunciarse una revuelta contra “el orden”.

3. A pesar de que las demandas de las luchas sociales (sindicales, campesinas, populares, estudiantiles) apenas son defensivas y democráticas, es decir, no rebasan los marcos de las peticiones de reformas políticas y económicas burguesas, éstas mismas parecen difíciles de conquistar. La burguesía suele hacer concesiones para frenar los movimientos y mediatizar a los líderes, pero se cuida muy bien de que la estructura de explotación y el poder vertical jerárquico que la sustenta siga fuerte. Incluso las pocas batallas que logran ganar las masas suelen aparecer como si fueran “graciosas concesiones” de la burguesía gobernante. Quien erróneamente piense que la burguesía (poderosos empresarios, gobernantes y aparatos de Estado) es tonta o ignorante, y trace su estrategia de lucha social, sindical o política a partir de esa equivocada concepción, perderá mil batallas. No olvidar que Fidel Velázquez, que manipuló a la clase obrera desde la CTM durante 60 años, nunca estuvo a punto de caer.

4. Frente a la fuerza económica, política, ideológica y militar de la burguesía mexicana, los trabajadores deben construir una fuerza superior. Frente a la unidad de intereses de los empresarios, el gobierno, los medios de información y los aparatos de represión, la unidad de los trabajadores y los luchadores sociales es una obligación para poder triunfar. En tanto López Obrador sólo esté preocupado por asuntos electorales, Marcos exclusivamente por asuntos indígenas, los electricistas por defenderse de la privatización de la electricidad y los profesores de la CNTE sólo luchen contra la cacique Gordillo o sus intereses gremiales, nuestras luchas sólo servirán, limitadamente, como protesta. Por más grandes que sean las concentraciones y por más combativos que sean los discursos sirven de muy poco si no se adoptan medidas como bloqueos y tomas por días de carreteras, bancos e instituciones que paralicen ciudades. Ya las concentraciones son totalmente ineficientes.

5. Las más recientes movilizaciones presididas por López Obrador en la ciudad de México, tanto contra la privatización del petróleo, la carestía, la cerrazón de Televisa o el comportamiento reaccionario de la Suprema Corte de Justicia, no parecen haber aumentado la participación de las masas ni tampoco haber frenaron la privatización o el manipuleo de la radio y la televisión. El gremialismo de las organizaciones está bloqueando todas las luchas que pudieran darse de manera unitaria. Por causa de ese sectarismo gremial y caudillezco, que manipula con habilidad la burguesía y su gobierno, fue despojado AMLO de la Presidencia, fue reprimida y desarticulada la APPO, la líder Esther Gordillo sigue tan campante imponiendo en el país la ACE, permanecen en prisión los campesinos de Atenco y los obreros mineros no han podido triunfar en sus luchas. Los estrategas políticos de la clase dominante tienen bien calculado los límites de estas luchas y su burlan.

6. Mientras los gobiernos estatales del PRI, del PAN, del PRD, con el apoyo del gobierno federal, reprimen con brutalidad las justas y masivas luchas de los profesores y campesinos de Morelos y Guerrero, López obrador apenas pronuncia unas cuantas palabras de apoyo, los líderes zapatistas permanecen en silencio y los dirigentes del Diálogo Nacional como si no estuvieran enterados. Da la impresión que las dirigencias no están dispuestas a poner en peligro el poder que han logrado en los últimos años y que sólo podrían aceptar unirse con fuerzas dispuestas a subordinarse. Por el contrario los empresarios y los medios de información, sabiendo que ante los trabajadores deben unir fuerzas, no han desaprovechado los minutos para hacer campañas contra las luchas del pueblo. Muy pronto la gente comenzará a darse cuenta que estas pequeñitas batallas gremiales en lugar de hacer avanzar nos ponen en ridículo ante la clase gobernante que goza promoviendo nuestra división.

7. Los trabajadores y luchadores sociales de izquierda conocen más o menos bien a los empresarios explotadores, al gobierno que los engaña y reprime, a los partidos políticos que los manipulan electoralmente y en los cargos de gobierno; sin embargo no han podido construir un programa unitario de lucha. Pareciera que los dirigentes de diferentes movimientos, que deberían encargarse de hacerlo, son los menos interesados en ello. Da la impresión que entre el discurso y los hechos de esas figuras dirigentes hay una enorme distancia que impide que las cosas se desarrollen. ¿Recuerdan que todos pensamos y dijimos que el imbécil presidente Fox no terminaría su sexenio por la gran cantidad de brutalidades que cometía? No solo terminó sus seis años sino que incluso dejó a su sucesor panista en la Presidencia y lo declaró con gran desparpajo. Pero los luchadores sociales se pasan el tiempo burlándose o hablando mal del gobierno sin hacer nada efectivo para derrotarlo.

8. López Obrador, el personaje político con más convocatoria en el país, ha realizado una gran cantidad de movilizaciones que se han quedado a la mitad y es probable que la gente se canse por no lograr nada concreto. Los profesores de la CNTE llevan más de 25 años realizando mítines, plantones, manifestaciones y se han quedado a la mitad de sus luchas porque los diferentes gobiernos no les han hecho caso. La gran batalla de seis meses de los oaxaqueños, que paralizó al gobierno de Ulises Ruiz, también se quedó a la mitad porque fueron reprimidos con bestialidad por los gobiernos del PAN, PRI con el apoyo de los diputados locales del PRD. El EZLN se encuentra totalmente aislado y al margen de las luchas sociales cuidando a sus gobiernos indígenas. Cada movimiento en su feudo mientras los gobiernos de la burguesía destruyen al país y agudizan la miseria y el hambre de 50 millones de mexicanos.

pedroe@cablered.net.mx

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