jueves, diciembre 11, 2008

Movimiento de tarjetahabientes

Ricardo Monreal Avila

Por todas partes surge el descontento contra las tasas de interés que cobran los bancos a los usuarios del dinero plástico. La protesta más reciente estuvo a cargo nada más y nada menos que del empresario Carlos Slim. Advirtió del crecimiento de la cartera vencida en este rubro, de los altos rendimientos que vuelven “impagables” a estas tarjetas y, de plano, planteó que las autoridades deben fijar un tope a las tasas de interés que actualmente se cobran.
En el Senado de la República se aprobó la semana pasada modificaciones a diversas leyes en materia financiera con el propósito de proteger a los usuarios de tarjetas de crédito. Por ejemplo, las nuevas disposiciones prohíben a los bancos enviar tarjetas de crédito preaprobadas sin que sean solicitadas, así como elevar el límite de endeudamiento sin el consentimiento del cliente. Queda también prohibido cobrar intereses por sobregiro en la cuenta, entre otras disposiciones.
Sin embargo, todas estas medidas son apenas una aspirina para el cáncer que el próximo año representará la cartera vencida de tarjetahabientes (siete millones de usuarios se encuentran actualmente en esa condición), que crecerá con los despidos masivos y el estancamiento de la economía. Nada de esto, sin embargo, parecer interesar a los bancos operadores de las tarjetas de crédito, que han hecho de este instrumento auxiliar de crédito la principal fuente de ganancias extraordinarias.
Se escudan en el argumento del “libre mercado”, cuando si algo no existe en México en ese sector es precisamente la competencia, el interés de servicio al consumidor y la diversificación de los productos de crédito. Las condiciones de privilegio institucional en las que se mueven los operadores de tarjetas de crédito (desregulación administrativa, ausencia de competitividad y proteccionismo judicial) nos reflejan lo contrario de un auténtico “libre mercado” para revelarnos un auténtico “protectorado mercantil”.
El término “usura” para definir el origen del problema con las tarjetas de crédito puede parecer excesivo a algunos, pero es el que mejor refleja la incubación, desarrollo y crisis de lo que hoy padecen millones de mexicanos. Usura es “cualquier ganancia excesiva que se obtiene de algo”.
¿Qué es una “ganancia excesiva”? Lo que se obtiene de manera anormal, en condiciones de excepción o de ventaja frente a condiciones similares de operación económica. Es un exceso que el 48% de las ganancias de los bancos en el 2007 provenga del cobro de comisiones, intereses y otros cargos a los tarjetahabientes (52 mil millones de pesos). Es un exceso que lo que captan los bancos y lo que cobran en las tarjetas sea de una diferencia de hasta 10 veces. Y es un exceso que el diferencial entre lo que pagan a los ahorradores y lo que cobran a los tarjetahabientes sea de 30 a 40 puntos.
La Comisión Económica para América Latina (CEPAL), en su reporte sobre “la competencia bancaria en México”, exhibió la usura de nuestras tarjetas de crédito. El margen financiero de la banca en México es, en promedio, el doble que en Estados Unidos y el triple que en Gran Bretaña. “En México pagamos 178% más por la tarjeta Banamex clásica que los tarjetahabientes del City Bank en los Estados Unidos; 115 por ciento más por la tarjeta Bancomer Visa, que lo que los tarjetahabientes de este banco pagan en España, al pagar por ella 80.76% anual; el costo promedio de una cuenta de HSBC en México es cinco veces mayor que en Inglaterra al pagar por ella 71.11%; por la tarjeta Santander visa clásica se paga 84.2%; por la American Express 73.96%; por la Banregio clásica 67.91%; por la Banorte clásica 65.51%; por la Scotiabank visa clásica 60.4%; por la Ixe visa Clásica 52.34%; por la Inbursa clásica 50.72%; por la Afirme clásica 47.58%; y por la Invex clásica se paga una tasa de 113.4%”. ¿Esto es libre mercado o protectorado mercantil?
Sumado a la falta de regulación e información gubernamental, vale la pena señalar que las tarjetas de crédito son el producto que ha sido objeto de las campañas promocionales más agresivas, puesto que todos los bancos las conceden con mínimos requisitos, y, en gran parte de los casos, sin una adecuada evaluación del riesgo, por lo que se vuelve no sólo necesario sino urgente su regulación, porque en la etapa actual de la economía nacional la ciudadanía mexicana necesita algo que no ha tenido nunca: servicios bancarios confiables con tasas accesibles. La lógica que rige actualmente las relaciones entre los usuarios de las tarjetas y los operadores bancarios no tiene nada de “libre mercado” y sí de un “protectorado mercantil”. Se asemeja mucho a la relación entre el cantinero y el borracho, donde el primero, después de servir irresponsablemente alcohol al segundo, exige el pago puntual del alcohol caro y malo que le sirvió…, “si no le llamo a la policía y te echo a la calle”.
Además de la advertencia de Carlos Slim y de las acciones del Senado, en otras partes de la República están surgiendo iniciativas para detener esa debacle anunciada que son las tarjetas de crédito. Tal es el caso del Congreso de Michoacán, donde los diputados Leopoldo Bautista Villegas (PRD) y Luis Manuel Antúnez Oviedo (Convergencia) han impulsado un punto de acuerdo para que las autoridades financieras pongan un tope a los cobros de usura a tarjetahabientes, reduzcan sus comisiones y regulen eficazmente la actividad de este sector.
Algo más. Los diputados michoacanos están impulsando “un llamamiento a los usuarios de tarjetas de crédito para la creación de un Movimiento Nacional de Protección a los Tarjetahabientes como parte del Programa Nacional para la Defensa de la Economía Popular, con el cual no sólo estaremos solicitando permanentemente que se reduzcan los altos cobros de las tarjetas de crédito, sino que además, creamos la página de internet: www.protecciónaltarjetahabiente.org.mx en la cual, se estará informando permanentemente a la ciudadanía sobre los altos cobros de las tarjetas con cifras oficiales y en donde también los ciudadanos que así lo decidan podrán registrarse en un padrón nacional en protesta por los cobros inmorales y excesivos, que de continuar podrían desembocar en un movimiento de rebeldía de pagos. De la misma forma, ponemos el día de hoy a su disposición el siguiente correo electrónico: protecció naltarjetahabiente@gmail.com, en el cual, se comenzarán a recibir los registros de los ciudadanos que deseen sumarse a este movimiento”.
En medio de la crisis económica, es importante evitar otro Fobaproa porque simplemente no lo aguantaría el país.

ricardo_monreal_avila@yahoo.com.mx

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