lunes, febrero 09, 2009

Columna Asimetrías. Gobernar es Rectificar



"Cuando los que mandan pierden la vergüenza, los que obedecen pierden el respeto".

Anónimo.


I

El epígrafe en la entrega de hoy atañe directamente a México dado el contexto de la descomposición ocurrente del Estado mexicano, a todas luces muy obvia --por visible-- y espectacular y, por tanto, preñada de enorme y muy acusado dramatismo.

Y es que, en efecto, los gobernantes de México carecen, documentadamente, de vergüenza. Como secuela, los gobernados habrían perdido también respeto a sí mismos. Los mexicanos tampoco concitan ya ni mucho menos inspiran el respeto de nadie a extramuros del país.

Mas lo grave, por peligroso, es que los mexicanos no parecen sentir respeto por ellos mismos. El cinismo de los gobernantes --emblematizado en los últimos casi 27 años de constante debacle económica, política y societal-- ha contagiado a los gobernados.

Pero no sólo es la pérdida evidentísima de vergüenza y la aparición de su gorgona gemela, el cinismo de gobernantes y gobernados, sino también --principalmente-- la erosión de la fe en sí mismos de estos últimos; nos ponemos en manos de fuerzas metafísicas irreales.

Ello ha permitido el surgimiento de una cultura de fatalidad inexorable, la de que no está en manos de la ciudadanía resolver los problemas de la debacle; es una supravoluntad providencial divina, albedrío superior y supremo ajeno a la potestad humana. ¿Fatalismo?

Por fatalismo entenderíase aquí aquella actitud devenida de la convicción de que todo sucede por ineludible determinación del hado o destino, sin que exista en ningún ser libertad o albedrío de evitarlo. Nótese que un pariente de fatalismo es la fatalidad.

Y fatalidad --si proseguimos en esa vena semántica-- es, según el diccionario de nuestra lengua, la castellana, infelicidad. Identifícase vínculo de ADN de fatalidad con el vocablo fatídico: dícese más comúnmente de personas o cosas que anuncian desgracias.

II

El tema ha sido tratado por muchos pensadores del antaño y el hogaño. Jovellanos dijo alguna vez que los pueblos tienen los gobiernos que se merecen. El aforismo de este escritor, jurista y político español del siglo XVIII es axiomático.

De hecho, ese aforismo ha sido tomado y retomado doquiera por no pocos hombres y mujeres de poder e incluso atribuido equívocamente a mandatarios estadunidenses y europeos y suele traerse a colación con frecuencia en alusiones cotidianas acerca de la realidad mexicana.

De hecho, nada menos que Octavio Paz, escudriñador del alma de México quien, por añadidura, identificó alguna vez a la intangible y al mismo tiempo muy tangible Chingada como la madre colectiva de los mexicanos, figura multiusos, ambigua y exacta, en la cultura popular.

Mas déjese el tema de la Chingada para posterior ocasión y vuélvase a lo que decía el llorado Paz, Premio Nobel de Literatura y diamantina gloria de las letras hispanoamericanas contemporáneas y explorador empírico, como Samuel Ramos, de la compleja psique del mexicano.

Paz escribió alguna vez en alusión a los mexicanos que "ningún pueblo cree en su gobierno. A lo sumo, los pueblos están resignados".
Esta tesis, si bien sería discutible a la luz de las experiencias de cada pueblo, no antojaríase hoy cuestionable respecto al de México.

Este aforismo de Paz se publicó en la misma edición del diario Excélsior, allá por los finales de los setenta, en la que Enrique Tierno Galván le dijo a este escribidor en Madrid: "Los bolsillos de los gobernantes deben ser de cristal". Transparentes.

Tierno Galván era a la sazón alcalde de Madrid y desde su elevada jerarquía aludió a una de las razones por las cuales los personeros del poder político del Estado se desvergüenzan y caen en el cinismo y causan con ello que los gobernados pierdan el respeto de sí mismos.

III

El axioma de Jovellanos mereció alguna vez una acotación aguda del galo Paul Jean Toulet que conducía al meollo vero del tema. Toulet dijo: "Si un pueblo tiene el gobierno que se merece, ¿cuándo mereceremos no tener ninguno?" ¡Qué apostilla tan lógica!

¿Anarquismo? Por supuesto que no. Este gran poeta francés del siglo XIX y fallecido en el XX acotó con punzante zumbonería al ingenioso Jovellanos movido por sus observaciones del acontecer político de su país, que vivió la Primera Guerra Mundial y efímeros gobiernos.

Por inferencia en el tratamiento del tema, el destino siguiente es una cita de Confucio, nada más ni nada menos, que no era político en el sentido convencional del término, aunque sí un pensador. Confucio dijo: "Gobernar significa rectificar".

Señalese que el aforismo atribuido a Confucio describe, a casi 500 años antes de Nuestra Era (determinada arbitrariamente por la Iglesia a partir del nacimiento de Jesucristo), con pristina nitidez de pensamiento una visión avanzada del poder. Gobernar es rectificar.

Mas los gobiernos --al menos los de México-- no rectifican en ningún sentido. No han rectificado su naturaleza como poder político del Estado desde que Miguel de la Madrid decidió cambiar de caballo, como diría Pancho Villa, a mitad del río, casi 27 años atrás. Yerro fatal.

Ello es verismo que se confirma cotidiadamente en estos días. Error fatal. En esos casi 27 años, el país no se ha desarrollado ni crecido; lo opuesto: se ha decrecido de modo lacerante. Desde el presidencialado del priísta De la Madrid no ha habido respiro.

Empero, lo más ominoso es que en esos casi 27 años --una generación y media de mexicanos-- la ciudadanía de este país ha aceptado sin chistar en lo general (salvo excepciones particulares notables) el statu quo. Los mexicanos han dejado de respetarse a sí mismos.

ffponte@gmail.com

Glosario:

Ramos, Samuel (1897-1959): filósofo mexicano, catedrático de la UNAM, director de la Facultad de Filosofía y Letras de la misma, Coordinador de Humanidades de la misma universidad. Miembro de El Colegio Nacional. Miembro del grupo de intelectuales "Hiperión" y con José Vasconcelos y otros participantes en un proyecto para indagar acerca del "alma mexicana" y el retorno a los valores autóctonos. Ve en el "peladito" mexicano "la expresión más elemental y más claramente definida del carácter nacional". Su pensamiento está influido por la filosofía de los valores y por la del español José Ortega y Gasset.

Tierno Galván, Enrique (1918-1986): político, sociólogo, jurista y ensayista español. Doctor en derecho, en filosofía y letras y catedrático de derecho político en las universidades de Murcia y Salamanca. Escribió "Acotaciones a la historia de la cultura occidental en la Edad Moderna". Antifranquista activo y militante y fundador de partidos y organizaciones de izquierda, sufrió persecución y cárcel. Fue elegido alcalde Madrid desde 1979 hasta 1986.

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