miércoles, febrero 18, 2009

Del supuesto ventajismo chavista al patético victimismo de la oposición

Pedro Antonio Honrubia Hurtado
Rebelión

Apenas si habían pasado unas horas tras el conocimiento de la aplastante victoria del Sí en el referéndum venezolano, cuando la oposición, derrotada y desquiciada, andaba ya poniendo paños calientes a su inapelable derrota electoral y tratando de desviar la mirada mediática internacional hacia otros menesteres, en un vano intento por justificar la (y esto no es un adjetivo superlativo sino un epíteto acorde con su naturaleza política) soberana patada en el culo que, una vez más, le acababa de endosar de manera escrupulosamente democrática el honorable pueblo venezolano.

Evidentemente, desde la oposición anti-chavista no se podían conformar con reconocer su derrota y asumir la imponente victoria del chavismo, sino que debían buscar algún tipo de escusa mediante la cual justificarse ante la opinión pública, como si el perder una votación tan importante no fuese responsabilidad suya alguna, como si cuando un pueblo te da la espalda fuese por causa de una injerencia externa en el proceso electoral, y no como consecuencia de que tal pueblo prefiere apoyar la opción contraria simplemente porque le parece más atractiva y cercana a sus planteamientos ideológicos. Como si Venezuela fuese su cortijo privado y en ella sólo mediante alguna artimaña irregular los amos del cortijo pudiesen perder unas elecciones democráticas.

Claro que, a estas alturas de la película, no nos vamos a extrañar tampoco por ello ¿no? Es exactamente la misma estrategia que han desarrollado en cada una de las derrotas que vienen sufriendo de manera habitual desde que Chávez asumiese el cargo de Presidente de la República: se inventa una escusa cualquiera, se lanza una matriz de opinión y todos los medios de comunicación anti-chavistas del mundo la recogen rápidamente en sus titulares como medida de urgencia para enturbiar la victoria del oficialismo chavista. Una estrategia tan rastrera y antidemocrática como efectiva. Así que, para no romper con la costumbre, esta vez los principales líderes políticos de la oposición, todos a una, han tratado de ennegrecer la rotunda victoria de Chávez y sus partidarios en la votación popular acusando al chavismo, como argumento estrella de la noche, de jugar con ventaja en el referéndum. Y todos los medios de comunicación antichavistas le siguieron rápidamente el juego.

En concreto, derrotados y desquiciados, estos líderes de la oposición trataban de justificar su fracaso apelando al supuesto financiamiento que por parte del Estado Venezolano se habría llevado a cabo en favor de la campaña por el Sí, en tanto y cuanto Chávez habría puesto todo el aparato del Estado (fondos públicos incluidos) a servicio de los partidarios del Sí, dejando a la oposición en una clara situación de desventaja competitiva ante la cual difícilmente podrían vencer en el referéndum. Por descontado que, hasta el momento, nadie ha sido capaz de demostrar o aportar prueba alguna que pueda confirmar que efectivamente la campaña por el Sí habría sido sufragada con fondos públicos de todos los venezolanos. Pero eso no importa, la idea, como se ha dicho, era otra bien distinta.

Fueron centenares los medios de comunicación en todo el mundo, fuera y dentro de Venezuela, que esa misma noche abrían sus ediciones digitales con alusiones al supuesto ventajismo chavista en el proceso electoral que se acababa de celebrar. La matriz de opinión lanzada por la oposición venezolana una vez más era el titular estrella en las noticias relacionadas con el tema del referéndum en todas partes del mundo. Chávez había ganado, sí, pero, según se desprendía de los titulares de estos medios, la batalla electoral no habría sido justa pues no se habría celebrado desde un principio en igualdad de condiciones para todos los contendientes, de ahí la victoria del chavismo. El chavismo partía con ventaja y la oposición con un hándicap insuperable. Esa es la lectura que ya desde la misma noche electoral hacían los principales medios de comunicación imperialistas a nivel mundial, y que en España recogían a bloque todos los principales medios de comunicación anti-chavistas (El País, La Ser, ABC, El Mundo, La Razón, Libertad Digital, COPE, etc.)

La excusa es tan burda, y la estrategia tan evidente, que, de no ser por que se trata de un tema tan trágico, sería cómico. Una campaña (la del NO) que ha tenido (y tiene) a todo un imperio político, mediático y económico a nivel mundial detrás, que cada día ha segmentado sus mensajes por distintos puntos de la prensa internacional con campañas de todo tipo y cobertura instantánea de sus actos, que ha generado multitud de falsas matrices de opinión recogidas en todo momento por gran parte de la prensa internacional, que ha recibido financiación, por activa y por pasiva, de ”Ongs” y otras ”fundaciones” por la ”libertad” con sede central en los EEUU y otras partes del mundo “democrático”, que ha contado con una cadena de televisión dedicada 24 horas del día al asunto del NO y el desprestigio al gobierno venezolano y sus partidarios, que ha tenido de su lado a un montón de importantes diarios en Venezuela y fuera de ella puestos completamente a su servicio, más otro montón de emisoras de radio locales, regionales y nacionales, que ha llenado las pantallas televisivas con mensajes subliminales por el NO mientras se entrevistaba a Chávez con una batería de preguntas de lo más enrevesadas y comprometedoras, que, en definitiva, ha contado y cuenta con todo el apoyo del imperialismo capitalista internacional y sus billones de dólares (con las grandes corporaciones a la cabeza), que una campaña así se atreva a acusar a su oponente político en el referéndum de jugar con ventaja, es un chiste de muy mal gusto, sólo apto para ser degustado y paladeado por deficientes mentales de envergadura. Vamos, es el colmo de la desvergüenza. Es poco menos que Goliat acusando a David de tener ventaja en la batalla sólo porque uno usa una onda para la pelea y el otro, pobre de él, espada, casco y jabalina. Demencial.

¿Se puede tener la cara tan dura como para acusar de ventajismo a quienes están continuamente en el punto de mira del imperialismo capitalista internacional, y son continuamente machacados con injurias, calumnias, mentiras y falsas matrices de opinión día sí y día también haya o no haya una convocatoria electoral en Venezuela, máxime cuando el que acusa es la niña mimada de ese imperio económico internacional y recibe financiación constante del mismo para el sufragio de sus actos y sus campañas políticas?, ¿puede haber alguien tan imbécil en el mundo como para tragarse tal escusa como justificante de una derrota electoral de la oposición venezolana?, ¿a qué estamos jugando?

Aún cuando Chávez hubiera puesto verdaderamente todo el aparato estatal al servicio del Sí, es más, aun cuando hubiese usado todos los fondos públicos existentes en Venezuela para financiar la campaña del Sí, todavía sería ridículo hablar de ventajismo chavista, sabiendo, como se sabe, los apoyos financieros, políticos, mediáticos y jurídicos con los que cuenta la oposición venezolana en todo el mundo, especialmente en EEUU y Europa Occidental. Aquí de haber ventajismo de algún tipo, en todo caso será el ventajismo que le proporciona a la oposición venezolana la campaña continua y constante desatada en contra de Chávez por los servidores del imperio en todo el mundo, una campaña que no entiende de elecciones ni de referéndums, sino que se viene realizando a diario desde el mismo momento en que el presidente Chávez asumió el poder del Estado Venezolano y rompió con el colonialismo imperialista que, desde dentro y desde fuera, estaba esquilmando a Venezuela y condenando a la inmensa mayoría de su pueblo a la miseria económica, política y social.

Ventajismo será además, en todo caso, lo que se produce con los millones y millones de dólares que entran en Venezuela al año a través de diversas vías y que van a parar directamente a manos de la oposición para sufragar sus campañas y actos políticos antes, durante y después de cada consulta popular. Pero de ventajismo chavista, ni rastro. Nadie puede tener ventaja de ningún tipo cuando juega contra el imperio, que no nos vengan con cuentos.

La única ventaja, eso sí, la que da el pueblo con sus votos. Inapelable ventaja, mal que les pese a aquellos que por tantos años se acostumbraron a jugar como locales todos los partidos, con el árbitro comprado y las reglas diseñadas ad hoc para que pudieran imponer sin oposición alguna sus postulados y salir siempre victoriosos de las contiendas. Pero todo eso se acabó, al menos en Venezuela.

Así que, como digo, de ventajismo chavista nada de nada, aquí lo que hay es mucho victimismo. Victimismo, para más inri, de la oposición, que ya manda huevos. De esa misma oposición que cuenta con el respaldo de todo un Imperio internacional detrás, y que ni aún así es capaz de vencer al gobierno bolivariano en unas elecciones democráticas y libres. El matón de la clase llorando porque le castigan sin recreo después de haberle dado una paliza a un compañero. Demencial.

Pero, dicho sea a modo de repaso, por mucho que Goliat se las quiera dar de víctima, la historia de su batalla con David seguirá siendo la misma. David sale victorioso del envite aun cuando su oponente es un gigante enormemente más dotado que él para manejar los tiempos de la pelea y aplastar a su contrincante de un solo golpe, además de mejor armado y de mayor experiencia en el combate. David triunfó. Al igual que ha pasado ahora en Venezuela: Chávez ganó, la oposición perdió (una vez más). Ya se pueden ir a llorar a otro lado.

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