sábado, febrero 14, 2009

Que el fraude electoral jamás se olvide

Gerardo Fernández Casanova
Miscelánea de contrastes

Los últimos días han sido excepcionalmente ricos en contrastes. Voy a hacer mi mayor esfuerzo de síntesis para comentarlos y extraer algunas lecciones de lo que sucede.
1.- El gran contraste: El Foro Económico Mundial de Davos, convertido en el muro de las lamentaciones del neoliberalismo, frente al Foro Social Mundial de Belem de Pará, escenario de la riqueza de la movilización de los pueblos que están construyendo el otro mundo posible. Al de la economía asistió el espurio Calderón, junto con su homólogo Uribe de Colombia; ambos con la mano extendida en horizontal para mendigar las sobras del neoliberalismo decadente, incluso con recetas para salvarlo y para que siga empobreciéndonos. Al de los pueblos acudieron presidentes que en ellos reconocen su origen: Evo, Correa, Lugo, Chávez y Lula; cada uno en la particularidad de su proyecto de nación, pero los cinco comprometidos en transformar al mundo conforme a las demandas de sus pueblos y contra el modelo neoliberal impuesto. Por cierto que ahí, en segunda fila estaba Alejandro Encinas, con entusiasmo y coraje por lo que pudo haber sido y todavía no es; seguramente los compartirá con Andrés Manuel para recargar las baterías en el esfuerzo por alcanzar a los hermanos latinoamericanos que ya se nos adelantaron. Recomiendo ampliamente acudir al archivo de aporrea.com para ver los cinco discursos, vale mucho la pena. También recomiendo las reseñas de Luis Hernández Navarro en La Jornada.
2.- El Congreso federal inició el foro “México ante la crisis. ¿Qué hacer para crecer?” cuyo diseño, verticalista y sin debate alguno, desmiente las expectativas que respecto de él se habían forjado. La tónica quedó establecida por el panel inaugural, con la intervención de los expresidentes de España, Felipe González; de Chile, Ricardo Lagos, y de Uruguay, Sanguinetti, así como el exprimer ministro italiano, Romano Prodi, moderados y comentados por el ultramontano Carlos Elizondo Mayer-Sierra. Según ellos lo importante es que el estado intervenga para salvar el modelo imperante y lo haga a toda velocidad, sin afectar ni discutir las causas de la crisis; no hay tiempo para el debate, todos unidos para salvar al decadente capitalismo imperial. Ya con esa tónica de unidad acrítica, el segundo panel dispuesto para el secretario de Hacienda (interventor en jefe del FMI) y para el gobernador del Banco de México, cuyas intervenciones fueron para urgir al Congreso para acelerar la aprobación de las reformas estructurales en materia laboral, de mercantilización de la tierra ejidal y una fiscal con tufo de IVA a medicinas y alimentos. Con tal antecedente, las posteriores intervenciones del rector de la UNAM, de los dirigentes campesinos y obreros, cuyas posturas demandaron el cambio del modelo fracasado, quedaron relegadas a lo estrictamente testimonial. El cuadro se pintó con claridad cuando todos se pusieron de pie para dar un prolongado aplauso a Denisse Dresser quien, con una hermosa y valiente pieza oratoria, arremetió contra el capitalismo de “cuates” que impide la competencia y favorece a los privilegiados, mas no para erradicar el modelo, sino para reforzarlo mediante un esquema de mejor atracción a la inversión extranjera; el aplauso cumplió el papel de una aceptación por aclamación, sin la menor crítica. El contraste es con lo que demanda el pueblo en las calles, tanto el convocado por AMLO como el de los sindicatos y organizaciones campesinas, cuyos reclamos son en el sentido de adopción de un modelo económico al servicio de los intereses populares, como verdadera vacuna contra el modelo neoliberal depredador.
3.- Venezuela celebra el X Aniversario de la Revolución Bolivariana, instaurada con la llegada al poder del presidente Hugo Chávez y permanentemente refrendada, en procesos comiciales ejemplares, por el respaldo popular. El contraste es el de una economía sustentada en la riqueza petrolera que, en vez de dilapidarla en los privilegios de la gran burocracia y de los grandes capitales, se destina al fomento del desarrollo endógeno, mediante políticas de industrialización y de producción agropecuaria apuntaladas por la decidida intervención del Estado revolucionario. Control de cambios, alineamiento del Banco Central con la política gubernamental, rompimiento de monopolios por vía de nacionalizaciones, radical reducción del desempleo, diversificación de las relaciones comerciales independientes, integración regional bajo premisas de solidaridad y complementariedad, promoción de instrumentos financieros independientes y, lo más importante, énfasis en los programas de gobierno que atienden al bienestar social, educación, salud, alimentación, vivienda y cultura. Además, verdadera democracia. La crisis mundial les golpea recio, pero hay fortaleza en la dinámica popular y gubernamental para sortearla. ¡Vaya contraste!
4.- En México, el intocable duopolio de la televisión reta al enclenque estado. Se da el lujo de cumplir la ley en materia de publicidad electoral en estricto apego a derecho, pero con la tremenda jiribilla de atentar contra el interés de la audiencia interrumpiendo la proyección de espectáculos deportivos, achacando al instituto electoral como culpable de la interrupción, de manera de provocar el repudio popular a la institución y a las medidas de control publicitario acordadas por el Congreso. Otro más de los costos de la ilegitimidad y del fraude electoral. ¡Qué contraste!

Correo electrónico: gerdez999@yahoo.com.mx

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