martes, marzo 10, 2009

Cancún, nuestro Estambul

Indice Político

Cuando el hombre ya no encuentra placer en su trabajo y trabaja sólo por alcanzar sus placeres lo antes posible, entonces sólo será casualidad que no se convierta en delincuente.
-Theidir Ninnseb-

Históricamente, Estambul ha sido considerado cual el prototípico nido de espionaje y contraespionaje. Ha sido así desde el siglo XVI, cuando tras el desastre de Djerba y ante la imposibilidad de enfrentarse militarmente a los turcos se fue desarrollando en la vieja Bizancio todo un complejo sistema de espionaje y agentes, puesto en pie por Juan María Renzo y Hurrem Bey, dragomán (intérprete) del sultanato, coordinados todos ellos por el veneciano Aurelio Santa Cruz, también conocido con el nombre de Bautista Ferraro.En la Segunda Guerra Mundial y durante el apogeo de la llamada Guerra Fría, y merced a su posición geoestratégica, Estambul readquirió un status prioritario donde actuaban hasta impúdicamente la CIA, KGB, Mossad y cuanta agencia de inteligencia había entonces en el planeta. Algo similar sucede hoy en el balneario mexicano más visitado del orbe: Cancún. Sólo que en la delgada isla caribeña no está en juego la supremacía de uno de los dos bloques (URSS y USA) que en los 50’s y 60’s del siglo anterior buscaban la supremacía, sino la de los cárteles mundiales de la droga que en ese punto confluyen.La situación, aquí y ahora, se agrava todavía más por la abierta participación de un partido político mexicano, el de la Revolución Democrática secuestrado por Jesús Ortega Martínez y su corriente –muy corriente-- denominada cual Los Chuchos, quienes han sido cegados por el brillo de los lingotes de oro que las actividades ilícitas producen. Y no es metáfora.Una ínfima parte de la trama, quizá apenas la punta de la madeja, ha quedado al descubierto tras la tortura y asesinato del general del Ejército Nacional Mauro Enrique Tello, justo cuando iniciaba funciones de asesor de seguridad del polémico alcalde de Benito Juárez --municipio quintanarroense en el que Cancún está enclavado--, Gregorio Greg Sánchez.Proveniente de una familia que desde hace décadas se ha visto envuelta en problemas con las leyes, Sánchez ha sido protegido por Ortega Martínez, Jesús Zambrano y Carlos Navarrete, quienes inicialmente le alquilaron el membrete y, ahora que se encuentra con un pie en el patíbulo político, le siguen brindado protección en ciertos medios y ante los órganos (in) competentes de la justicia federal.Próxima a un primer desenlace, la trama tiene en estos momentos a Boris del Valle Alonso como principal coprotagonista.De origen cubano y, de acuerdo a informantes que no tendrían porqué mentir, beneficiario de un proceso de nacionalización marca “Patito”, Del Valle fungía hasta hace poco más de una semana como asesor principalísimo de Greg Sánchez. Todavía funge, eso sí, como su cuñado, hermano de la esposa del controvertido edil.Hoy Del Valle está detenido en la SIEDO. La suya es ya la tercera captura que la procuración federal realiza en el entorno íntimo de Sánchez, aunque algunos contabilizarían a la de Del Valle como la cuarta, si se toma en cuenta que la primera fue la de Herrán Salvatti, quien junto al ex gobernador chiapaneco Pablo Salazar –otro Chucho--, desplegaron hasta hace poco inusitada presencia en la vida política y económica del balneario, sobre todo en materia de contratos a empresas de su propiedad o de sus allegados.Investigaciones en curso apuntan que, amén de prestar sus servicios de asesoría, Boris del Valle fungía también como una suerte de enlace entre los grupos de inmigrantes cubanos, asentados lo mismo en Cancún que en Miami, y el grupo delincuencial mexicano conocido como Los Zetas.Y esta presencia cubana, por supuesto, ha molestado a otros grupos que reclaman su derecho de prelación, por haber llegado primero a este enclave que es casi paso obligado en varias rutas del narcotráfico, pero también para el blanqueo de dinero. Entre otros, catalanes y gallegos.Hoy en Cancún hay fuerte presencia de agentes de la DEA y del FBI. Se disfrazan de agentes policíacos mexicanos, lo cual les permite dirigir las operaciones en contra de los allegados a Greg. Pero su objetivo principal es el alcalde.De hecho, me dicen, “esta novela de espionaje y contraespionaje –con muchos dólares en efectivo y en mercancía de por medio— está a punto de llegar a su final”. Un final que no hará felices ni al alcalde, ni a los usufructuarios en turno del membrete PRD.Por eso hoy, Cancún es como aquél Estambul de la mitad del siglo anterior.
Indice Flamígero:
En otro paraíso turístico, Cartagena de Indias, se reúnen desde ayer los multimillonarios de América Latina. Encabeza la lista el mexicano Carlos Slim. Analizarán la crisis económica y, claro, los efectos de ésta sobre sus empresas. Nada bueno surgirá de ahí para los trabajadores ni consumidores.
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