jueves, marzo 19, 2009

El Gobierno provoca a la Iglesia Católica tras los consejos del Papa y envía preservativos a África

El Ministerio de Sanidad se gastará 120.000 euros de sus fondos en repartir un millón de condones.

Sanidad pide al Vaticano que rectifique porque «está dando un mensaje contrario a la evidencia científica.

M. MORENO MADRID
El Gobierno no ha esperado ni veinticuatro horas para lanzar una nueva ofensiva contra la Iglesia católica. Un día después de que el Papa se pronunciara entre periodistas a favor de «humanizar la sexualidad» y de que afirmara que la epidemia del sida no se puede resolver simplemente con el uso de preservativos, el Ministerio de Sanidad ha respondido con una nueva provocación: España «enviará un millón de condones a África para luchar contra la progapagación del virus del sida», según reza en la nota de prensa que publicó ayer el departamento dirigido por Bernat Soria. El envío costará 120.000 euros que saldrán de los fondos del Ministerio.
El anuncio de Sanidad estuvo acompañado de una petición al Vaticano para que rectifique. «Su Santidad el Papa está muy mal aconsejado. Debe entonar el «mea culpa» porque al hablar de esta forma está dando un mensaje contrario a la evidencia científica», pidió ayer el secretario general del Ministerio, José Martínez Olmos.
Al Gobierno no le ha bastado en esta legislatura con abrir un nuevo frente de confrontación con la Iglesia católica por la nueva ampliación en la regulación del aborto, sino que además ha dado una respuesta directa al Vaticano con esta iniciativa, precisamente en un momento en que Benedicto XVI realiza su primer viaje por África -visitando Camerún y Angola-, un continente tremendamente castigado por la pobreza, las enfermedades y los conflictos armados.
El escenario comienza a recordar al que ya se produjo en la anterior legislatura cuando los roces y desavenencias entre Gobierno e Iglesia saltaron a la opinión pública con leyes como la regulación del matrimonio homosexual, la ley del divorcio «exprés», la investigación con embriones o la autorización de la clonación terapéutica.
En la nota de prensa, el Ministerio explica que el objetivo de enviar un millón de preservativos a África es avanzar «en la prevención» de la epidemia del sida, «que afecta a 33 millones de personas en todo el mundo, las dos terceras partes» en ese continente.
Los países de África subsahariana se llevan la peor parte, ya que en ellos reside el 67% de todas las personas que viven con VIH y se producen el 72% de los fallecimientos por la enfermedad. Es la región del mundo donde mueren más menores de 15 años a causa del sida. Ante esas dramática cifras, Sanidad defiende que el «preservativo ha demostrado ser un elemento necesario en las políticas de prevención y una barrera eficaz contra el virus, según los estudios de laboratorio».
Concurso público
Para llevar a cabo la distribución de esta partida de condones, que costará 120.000 euros a las arcas del Estado (se cargarán directamente a los fondos de Sanidad), el Gobierno convocará en las próximas semanas un concurso público para adquirir los preservativos. El reparto de los condones no coincidirá con la visita del Papa al continente africano. Se canalizará a través de diferentes ONG que tienen presencia en países como Senegal, Namibia, Tanzania, Angola, Kenia y Burkina Faso, entre otros.
Fuentes del Ministerio han apuntado que Médicos sin Fronteras podría ser una de esas organizaciones no gubernamentales que se encargue del reparto, pues «ya tiene en marcha diferentes proyectos y campañas en este sentido en países africanos y ya ha trabajado con Sanidad en otras ocasiones».
El «hip hop» de Soria
No es la primera vez que Bernat Soria centra la atención pública con iniciativas efectistas en torno al preservativo. Un «hip hop», la música más urbana, centró la última campaña de prevención de embarazos adolescentes. En televisión, en radio y en internet, se pudo ver a una chica y un chico a punto de mantener relaciones sexuales. Y como fondo, una música a ritmo de «hip hop». «Lo cojo, lo toco, lo pongo. Con condón, yo floto pronto», se podía escuchar. Junto a otros mensajes más difíciles de captar: «Como fosos, como pozos, somos dos», que ni siquiera el propio Soria alcanzó a explicar.
El ministro no cantó durante la presentación de su campaña, pero se esforzó en explicar su contenido y el por qué de una campaña tan poco convencional. Los carteles de prensa no tenían como fondo el «hip hop» aunque también estaban pensados en clave adolescente, con frases cortas y un lenguaje propio de los SMS de los móviles: «Con koko yo gozo mogollón» o «Protgt kon2».
El mismo día de la presentación, el ministro se adelantó a las críticas y aseguró que su campaña no inducía a mantener contactos sexuales. «Quien lo diga es que no conoce la realidad social. Basta con estar cinco minutos en internet para conocerla», decía entonces. Al mismo tiempo, contaba su experiencia paterna y definía que sus hijas en la adolescencia eran «una tormenta de hormonas».

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